Tsunamis violentos golpean a México en lapsos de entre 25 a 50 años
Tsunamis de entre tres y cinco metros de altura que causan daños a ecosistemas y comunidades llegan a México con una frecuencia de entre 25 a 50 años, de acuerdo con el investigador del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Priyadarsi Debajyoti Roy.
Dos días después del terremoto que destruyó parte de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 ocurrió una réplica que provocó uno de los tsunamis más recientes en el país, recordó Dabajyoti en un comunicado de la UNAM.
"El mar se replegó para luego regresar con olas de cuatro metros que penetraron prácticamente 500 metros tierra adentro", según testimonios de habitantes de Zihuatanejo, Guerrero, citados por Dabajyoti.
"Los 100 pobladores del lugar pudieron huir a sitios elevados con lo que evitaron pérdidas humanas", añadió.
El investigador estudia el poblado conocido como Barra de Potosí, en Guerrero, para analizar registros de tsunamis en México como parte de un proyecto de la UNAM y la Universidad Anna, de la India. La investigación ha permitido ubicar zonas seguras en esa área en caso de recibir olas gigantes.
"El país (México) apenas tiene registros desde hace poco más de un siglo, mientras naciones como Japón los han consignado desde hace más de 1,500 años", explicó.
En 1787 hubo una ola de 18 metros de altura que penetró cuatro kilómetros en las playas de Corraleros, Oaxaca, según los escasos registros de México, recordó.
Las costas del Pacífico son susceptibles a los tsunamis porque ahí se unen dos placas oceánicas, la de Cocos y la conocida como Norteamérica, explicó. Cada año la placa de Cocos ingresa cerca de ocho centímetros bajo la de Norteamérica, lo que provoca fuertes sismos.
Los científicos del mundo prestaron atención a los tsunamis a partir del ocurrido el 26 de diciembre del 2004 en Sumatra, el cual provocó la muerte de más de 200,000 personas. "Ha sido el más destructivo del que se tenga memoria", dimensionó el investigador.
El viernes 11 de marzo se registró un terremoto de 8.9 grados en Japón , al cual siguió un tsunami que destruyó alguna zonas de la costa norte del país asiático y provocó daños en tres plantas nucleares.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres emitió una alerta de tsunami en las costas del Pacífico mexicano, aunque las olas no causaron mayores daños , según el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California.