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Partos naturales y leche materna: la constante entre las madres mexicanas

Aunque la mayoría de los partos en México son por vía vaginal, avanza el número de cesáreas con riesgo de ser un problema de salud pública
mar 10 mayo 2011 09:04 AM
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La mayoría de las madres mexicanas actuales han parido a sus hijos por vía vaginal, conocido como natural y amamantado hasta los nueve meses en promedio, según la más reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI).

Nueve de cada 10 madres mexicanas dieron el pecho a sus hijos de media hasta los 8.9 meses, revela la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009, elaborada por el INEGI y el Consejo Nacional de Población (Conapo). Sin embargo, las mujeres con menores niveles académicos pueden prolongar el periodo de lactancia hasta casi el año de sus hijos. En el otro extremo, aquellas con mayor nivel académico limitan la lactancia de media hasta casi los siete meses. 

El estudio concluye que la diferencia podría responder a que las mujeres más formadas cuentan con menos tiempo para el amamantamiento debido a su participación en actividades laborales.

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A partir de 2009, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) instó a los países a promover la lactancia materna como único alimento en los primeros meses de vida del bebé.

Esta práctica reduce los niveles de desnutrición en el menor, además de prevenir muertes infantiles por enfermedades infecciosas. A las madres les ayuda a espaciar los embarazos y disminuye el riesgo de cáncer en ovarios y mamas.

En cuanto al parto, seis de cada 10 madres mexicanas dan a luz por vía vaginal, de acuerdo con el INEGI. El índice en países como Gran Bretaña, Australia y Estados Unidos, es de ocho por cada 10, según lo consigna la Guía de Práctica Clínica para la Relación de la Operación Cesárea, elaborada en 2009 por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

"La alta frecuencia de cesáreas ya se considera un problema de salud pública y se sospecha que esta situación se va a agravar en los siguientes años" , se indica en el documento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las cesáreas se realicen sólo cuando existan complicaciones durante el parto vaginal. En México, la mitad de estas cirugías son programadas y la otra de emergencia.

"La razón para este incremento es compleja y parece estar relacionada con la seguridad que ofrece la operación cesárea, que ocasiona complacencia del médico y la paciente, falta de experiencia en los obstetras jóvenes, temor a problemas médicos legales y presión de la paciente al médico", según la guía del IMSS. 

Muchas madres

Las mexicanas se convierten en madres a una edad temprana. Siete de cada 10 mujeres de 15 años o más han tenido al menos un hijo, de acuerdo con el INEGI. 

La muestra del Censo y Población y Vivienda 2010 revela que el promedio de hijos por mujer es actualmente de 2.2 durante su vida fértil. Estos niveles de fecundidad están estrechamente relacionados con la escolaridad y la participación social y económica de las mujeres, según la encuesta.

Los programas de planificación familiar han permitido que parte de la población tenga acceso a medios para limitar o espaciar su descendencia acorde a sus preferencias.

El porcentaje de mujeres en edad fértil que utiliza un método anticonceptivo es de casi el 50%. De éstas, la mitad los utilizan para no tener hijos, casi el 40% para postergar el embarazo y el resto por indicaciones médicas.

Cuando se trata de mujeres unidas o casadas, el porcentaje de usuarias de anticonceptivos se eleva a 72%.

Mortalidad materna

Durante 2009, 1,281 mujeres murieron en México por complicaciones en el embarazo, parto o puerperio (40 días siguiente al alumbramiento), según el INEGI.

La tasa de mortandad materna del país es de 66 mujeres por cada 100,000 nacidos vivos, con un riesgo mayor entre las madres adolescentes y las que están al final de su vida reproductiva.

Guerrero, Oaxaca, Chihuahua y Morelos son los estados donde se registra la mayor cantidad de muertes maternas. En el extremo opuesto se encuentran Colima, Nuevo León y Querétaro, que no superan las 38 defunciones por cada 100,000 nacimientos.

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