El Senado analiza demandar a la constructora de su nueva sede por fallas
El Senado mexicano analiza demandar civil y penalmente a la constructora de su moderna nueva sede debido a las constantes fallas e irregularidades que registra el complejo, así como por el retraso en su entrega.
El Comité Técnico del Fideicomiso 1705, que supervisa el proyecto de la nueva sede ubicada sobre el Paseo de la Reforma, solicitó a los abogados del Senado que analicen la procedencia de una posible demanda contra la constructora GAMI por responsabilidades civiles o penales, publicó este martes el diario Reforma.
Además, se instruyó al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), fiduciario de la obra, para que de ser procedente, presenten las denuncias y demandas que corresponda, agregó Reforma, según un acta de la última sesión del comité del fideicomiso.
La sede del Senado es considerada uno de los complejos más modernos de México. A pesar de que la inversión inicial para la construcción era de 1,695 millones de pesos, el costo final se elevó a 2,300 millones, es decir, 35.7% más, de acuerdo con información de la Cámara alta.
Fue construido en un terreno de 9,000 metros cuadrados, incluye controles de acceso como reconocimiento de huella digital y de iris, y cuenta con una tecnología de votación similar a la de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el terreno donde se ubica comenzó a causar retrasos, debido a que es el antiguo fondo de un lago, y aunque la constructora se comprometió a que sería entregado para abril de 2010, la construcción de nueva cimentación causó que dicha fecha se pospusiera.
Entonces la constructora afirmó a los senadores que la obra sería entregada para los festejos del Bicentenario en septiembre de 2010, y cuando se acercó la fecha, nuevamente pospuso la entrega para los festejos del centenario de la Revolución en noviembre de 2010.
Nuevos problemas causaron que la entrega fuera otra vez pospuesta y el edificio no fue terminado y entregado sino hasta abril pasado.
Los problemas para la nueva sede no terminaron con los retrasos. Apenas llegó la temporada de lluvias —ya con los senadores instalados en sus despachos— se registraron goteras en oficinas y pasillos, y el agua incluso llegó hasta el salón de plenos. También existen fallas en el suministro de agua, según la senadora Yeidckol Polevnsky.
El primer día de trabajo el sistema de votación electrónico falló, y los senadores tuvieron que emitir su voto a la vieja usanza: levantando su mano.
Según información del Senado, la nueva sede permitirá ahorrar unos 60 millones de pesos anuales, debido a que se dejaron de arrendar 12 edificios donde despachaban los senadores y se vendieron cinco inmuebles.