Desaparición de encuestadores: alerta de cara a las elecciones de 2012
La desaparición de nueve encuestadores en Apatzingán, Michoacán, es el preámbulo de lo que podría ocurrir en los próximos procesos electorales.
"Es muy grave, es muy delicado lo que estamos viviendo; estamos en un problema serio, el mensaje es de un grupo y pone en peligro todos los escalones que deben subirse para llegar a la contienda electoral del 2012", dijo Samuel González, experto en temas de seguridad, en entrevista con CNNMéxico.
Los delincuentes pudieron haber confundido a los encuestadores, explicó el ex titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), pues quizá en esa zona se había realizado trabajo de inteligencia a través de sondeos, recolectando datos entre la población civil. Probablemente, comentó, pensaron que se trataba de la misma estrategia.
Para el próximo año, otras personas relacionadas con tareas democráticas, como capacitadores electorales o funcionarios de casilla, podrían verse afectados.
Esta ya es una preocupación para el Instituto Federal Electoral (IFE). Su presidente, Leonardo Valdés Zurita, indicó en entrevista que para el 2012 se aplicarán reglas específicas para el trabajo de los capacitadores, encargados de formar a quienes serán los funcionarios de casilla en todo el país.
"Dependiendo de las zonas de riesgo en el país, tomamos decisiones de ajuste al propio proceso de capacitación; ya lo experimentamos en 2009, establecimos un procedimiento para que en esas zonas los capacitadores no vayan solos, sino establecemos que siempre vayan en parejas para que se puedan cuidar mutuamente", explicó Valdés Zurita.
"Además, requerimos de la colaboración de las autoridades, tanto del Gobierno Federal como de los gobiernos de los estados y los gobiernos municipales, para que estén atentos y nos ayuden a que se pueda desplegar este trabajo, que es fundamental, porque ése es el trabajo de la ciudadanización del proceso electoral", dijo en entrevista el consejero presidente del IFE.
Para Edgardo Buscaglia, especialista internacional en temas de seguridad, la delincuencia organizada amenaza al incipiente sistema democrático mexicano.
El peligro de que el IFE no pueda instrumentar las elecciones el próximo año en algunas zonas sólo se combatirá con más participación ciudadana, consideró Buscaglia, luego de reunirse con personajes de la izquierda.
"Hay un riesgo muy alto de que ocurra esto; mientras no haya un movimiento social esparcido en red y no exista un dolor de la clase político empresarial que cambie las cosas, éstas no van a cambiar. Todo esto pone en riesgo la verdadera ciudadanización de las elecciones", dijo Buscaglia, en entrevista.
Algunas de las regiones más peligrosas señaladas por los encuestadores y las autoridades son los estados de Tamaulipas, Michoacán y Chihuahua, entidades que concentran la mayor cantidad de hechos violentos en el país.
Ahora, las empresas trabajan en nuevos esquemas para proteger a sus empleados.
"Lo que sigue después de esto es hacer una reflexión profundísima de nuestro trabajo y de cómo podemos cuidar de mejor manera a quienes hacen la parte más importante del trabajo de cualquier análisis: los encuestadores", añadió Yamil Nares.
Al fin, sin datos, jamás habría análisis sobre los más diversos temas que configuran la realidad del país.
Antecedentes
La desaparición de encuestadores en Michoacán no es un hecho aislado, sino el punto culminante de diferentes hechos que empresas de ese ramo han padecido y denunciado.
Una de ellas es la encuestadora Defoe. Su presidente, Yamil Nares, explicó a CNNMéxico que en tiempos electorales las agresiones son comunes contra quienes hacen trabajo de campo, pero nunca a tal grado.
En Guerrero, por ejemplo, hace algunos meses, encuestadores de esta empresa fueron amarrados a un árbol por un grupo de comuneros. "En tiempos electorales los ánimos siempre están caldeados y las agresiones a nuestros encuestadores son muy comunes", comentó en entrevista.
Y es que los encuestadores son el último eslabón de la cadena, la parte más delgada de una cuerda que intenta construir, a través de datos, la realidad económica, social y política del país.
En México hay registradas más de 130 empresas encuestadoras con diferentes mercados y zonas de impacto.
Para Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo, la violencia "normal" contra los encuestadores nunca había sobrepasado ciertos límites, como "invitarlos a salir" de alguna zona, pero conforme avanza el clima de inseguridad en los estados, la situación ha ido cambiando.
"Hay gente que tiene mucho recelo a personas que están fuera de la comunidad en que los encuestadores están presentes, o en algunos otros casos hay grupos políticos que no quieren que se realice el ejercicio", explicó Buendía a CNNMéxico. "Pero estas son motivaciones diferentes a las que estamos viviendo el día de hoy, pues ahora es una cuestión de seguridad y de privación de la libertad de varios días, eso es algo que no habíamos experimentado".
Otros organismos, como Transparencia Mexicana, han notado ya en la realización de sus encuestas para evaluar el índice de corrupción una conducta patológica en el trabajo de campo que no les permitió tener mediciones de lugares como Tamaulipas o Baja California.
"Justo una de las razones por las cuales no logramos esas entrevistas es porque al tocar la puerta en las viviendas seleccionadas, en una logística de campo, muchas de las puertas que no se nos abrieron y se nos negó la entrevista, ¿cuál fue la razón? El temer a abrirle a un extraño, el tema justamente de la inseguridad", aseveró Edmundo Berumen, consejero de Transparencia, en mayo pasado.
El Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), encargado de hacer el censo de población, expuso también en su ejercicio mas reciente que sus encuestadores no pudieron trabajar en 1,057 manzanas en ciertas zonas del país por las condiciones de inseguridad.
"En todas las zonas se busca entrar; sin embargo, en algunas ocasiones sí nuestros encuestados, por decirlo de alguna manera, eran invitados a salir", dijo Eduardo Sojo, director del INEGI, al presentar los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010.
Para la empresa Parametría, el fenómeno tampoco es nuevo. En junio pasado, Francisco Abundis, su director, expresó su preocupación porque en algunas zonas del país era ya imposible trabajar.
"No hemos tenido problemas serios a nivel nacional pero sí los hemos tenido en lugares específicos; léase en Tamaulipas, antes de que supiera todo esto de la tragedia de San Fernando, nosotros ya teníamos problemas para hacer que nuestros encuestadores llegaran ahí", comentó Abundis a CNNMéxico.
"Valle Hermoso, Altamira, Ciudad Mier, ya lo habíamos registrado, desde la elección pasada (en 2009) y en el 2010 ya teníamos registro de encuestadores que no podían llegar a cubrir esas áreas; podría haber también algunos casos en Michoacán o en Guerrero, pero han sido pasajeros”.
Ahora el panorama es otro, tan radical, que puede afectar la manera en que se perciben y se trabajarán las elecciones del 2012.