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Ecoturismo indígena: una alternativa a la pobreza y a la vulnerabilidad

Comunidades indígenas administran 350 proyectos ecoturísticos en México, el 20% del sector; supone una vía para sacar beneficio a su tierra
mar 09 agosto 2011 12:07 PM

Hace 12 años, 15 campesinos nahuas de la delegación Milpa Alta, en el oriente de la Ciudad de México, decidieron aprovechar sus terrenos y sus conocimientos tradicionales, y generar ingresos extras que les permitieran vivir mejor. Ser campesinos no les redituaba lo suficiente y el bosque estaba cada vez más deforestado. Se juntaron y decidieron poner en marcha lo que ahora se conoce como el proyecto ecoturístico La Gran Palapa Chiahuac Zacacalli.

En la zona rural, dentro de los límites del Distrito Federal, ofrecen recorridos por las zonas naturales, tours explicativos sobre la medicina tradicional y han establecido temazcales, baños de vapor de origen indígena con hierbas tradicionales. En temporada de vacaciones, los visitantes pueden acampar en el lugar.

Milpa Alta ha sido un lugar de asentamiento de indígenas nahuas que hablan el idioma de ese mismo nombre. Los visitante son recibidos por uno de los guías o alguno de los fundadores –ocho mujeres y siete hombres– que les explican el funcionamiento ecológico del parque y las tradiciones de esta comunidad, a través de vestigios arqueológicos como los teocholes, altares ceremoniales prehispánicos hechos de piedras donde se realizaba la ceremonia del maíz cada 21 de marzo, con la entrada de la primavera.

Este es uno de los 350 proyectos ecoturísticos indígenas de México, que generan empleos e ingresos, más allá de la producción agrícola, que en muchas comunidades se destina únicamente al autoconsumo.

Liliana Rodríguez, guía de La Gran Palapa Chiahuac Zacacalli, explica que originalmente los indígenas nahuas de la zona que emprendieron el proyecto no pretendían establecer un parque ecológico, como ahora se ha desarrollado.

“Lo que buscaban era de alguna manera conservar el conocimiento tradicional como el uso de las plantas medicinales y algunas ruinas que están en la zona. Los campesinos de aquí tienen mucho conocimiento de su cultura y de su terreno", dijo la guía en entrevista con CNNMéxico. Al acercarse a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), surgió la idea de aprovechar esos recursos para vivir mejor conservando las tradiciones.

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Explicó que recibieron recursos para capacitación por parte de la CDI, lo que tiene un tope máximo de 100,000 pesos (8,000 dólares). El gobierno puede apoyar la elaboración de proyectos con 75,000 pesos (6,000 dólares), la elaboración de planes de negocios con 250,000 pesos (20,000 dólares) y la promoción y difusión, con hasta 100,000 pesos.

Rodríguez dijo desconocer mayores detalles sobre la inversión realizada para el proyecto de La Gran Palapa y hasta la publicación de la nota, la CDI tampoco había hecho pública la información.

La entrada al parque La Gran Palapa tiene un costo de 20 pesos, que incluye el recorrido guiado por el lugar. Acampar en el bosque propiedad de la comunidad nahua cuesta 70 pesos por noche e incluye la entrada, el recorrido, la leña y el café. Una sesión de temazcal asciende a 680 pesos para hasta seis personas.

La temporada alta es en la época de las vacaciones de verano y cuando menos visitas reciben es en invierno. 

Las cifras de un negocio

De 1,800 proyectos turísticos del país, 350 son manejados totalmente por comunidades indígenas, lo que representa casi el 20%, según estimaciones de la CDI. La dependencia ha contribuido con la capacitación y la inversión inicial de dichos proyectos y en lo que va del sexenio, ha invertido 774 millones de pesos.

Hasta ahora cinco proyectos han resultado empresas exitosas. Dos de zapotecas en Oaxaca, uno de mayas lacandones en Chiapas y otro de mams en el mismo estado sureño, y uno de ñha, ñhus en Hidalgo, según Javier Portillo Vergara, director del programa de Turismo Alternativo en Zonas Indígenas creado en 2006.

“Estas cinco redes son ejemplo del éxito de la actividad turística en la comunidades indígenas. Han decidido organizarse para forma sus tour operadoras administradas por indígenas para que sean ellos quienes se encarguen de la comercialización de sus productos y servicios, y que la derrama económica generada propicie el desarrollo regional, así como la conformación de cadenas productivas que tengan el turismo de naturaleza como eje principal”, dijo en Portillo Vergara en entrevista con CNNMéxico.

El gobierno mexicano decidió apoyar proyectos ecoturísticos manejados por indígenas, según señaló Portillo, por ser el quinto país con mayor diversidad  social en el mundo y por contar con 62 pueblos indígenas que hablan 68 lenguas diferentes con 360 variantes. La Gran Palapa Chiahuac Zacacalli recibió 100,000 pesos para equipamiento e infraestructura, y otros 100,000 para difusión y promoción. 

“Cada pueblo indígena fortalece su identidad con sus propias manifestaciones culturales como pueden ser música, danza, gastronomía, artesanía, pintura e incluso su organización política”, agregó.

Turismo entre la pobreza

El ecoturismo es una de las estrategias públicas contra la pobreza de las comunidades indígenas. Pese a la diversidad cultural, de tradiciones y de espacios naturales habitados por grupos nativos, cerca del 80% de los indígenas son pobres, según el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval). 5.4 millones de mexicanos hablantes de lengua indígena carece de los ingresos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas.

En México (con población de 112 millones) viven 6,695,228 personas de cinco años o más que hablan alguna lengua indígena , el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). El estado con mayor población indígena en México es Oaxaca, seguido de Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, todos en el sur del país.

El Informe sobre Desarrollo Humano de los Indígenas en México 2010, elaborado por el Programa de Naciones Unidas sobre el Desarrollo, alerta de los altos índices de desigualdad que padece este grupo social.

Los indígenas migran a metrópolis como el DF (600,000) o Monterrey (200,000) en busca de mejores oportunidades. Otros incluso emigran a Estados Unidos, de acuerdo con información del CDI. Uno de los destinos más socorridos es el estado de Quinta Roo, con demanda de mano de obra en zonas turísticas como Cancún. 

A pesar de los programas federales contra esta desigualdad y pobreza, la proporción de la población nativa en pobreza aumentó de 2008 a 2010 (del 76 al 80%), según la Coneval.  

Liliana Rodríguez, guía del proyecto ecoturístico La Gran Palapa Chiahuac Zacacalli, asegura que los ingresos de la comunidad han mejorado, pero que el crecimiento ha sido lento. "Son ingresos extras, pero tampoco son muchos, porque nos estamos posicionando y eso tarda tiempo", dice.

Espera que con el tiempo, algunos de los fundadores puedan dedicarse de lleno al proyecto y no tener que tener dos trabajos, como sucede ahora.

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