Las periodistas asesinadas murieron por asfixia y recibieron disparos
Las dos periodistas que fueron asesinadas en la Ciudad de México murieron por asfixia, aunque sus cuerpos recibieron disparos, informó este viernes el procurador general de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
El reporte de la necropsia reveló que las víctimas, Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga, fueron estranguladas con una cuerda, dijo el funcionario a periodistas.
Después de morir, los asesinos dispararon en dos ocasiones a cada una. Yarce recibió los impactos en la zona pélvica y González en el tórax.
"(Los agresores) tuvieron que haber sido, creemos nosotros, más de dos personas", dijo Mancera.
La Procuraduría no descartará "ninguna línea" de inevstigación para establecer el motivo del crimen, según el funcionario. La noche del jueves, Mancera señaló en entrevista con CNNMéxico que, por las características del hecho, la primera línea era el feminicidio , mientras indicó esta mañana que también se cree que el motivo fue un robo .
Hasta ahora no se ha averiguado si González Trápaga, al parecer socia de una casa de cambio, había retirado una gran cantidad de dinero, lo que podría haber motivado un asalto o apuntar a una extorsión, de acuerdo con las autoridades.
Las mujeres fueron asesinadas entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves. Sus cadáveres fueron localizados por la mañana del jueves en un terreno de la delegación Iztapalapa, al oriente de la capital del país.
Según las autoridades, la noche del miércoles ambas mujeres se dirigían a otro lugar en automóvil después de salir de una reunión. El vehículo fue localizado este viernes.
"Se encontró el vehículo de Rocío, estamos trabajando en el tema pericial, se está trabajando con lo que tiene que ver con la casa de cambio, y me confirman que ya tenemos varias imágenes y algunos videos donde podemos estar ubicando los movimientos de Rocío que realiza en una casa de cambios", dijo Mancera en una entrevista con la emisora Radiofórmula.
Yarce Viveros era fundadora y reportera de la revista de investigación y análisis Contralínea, de la que conducía las relaciones públicas. González Trápaga era exreportera de la cadena Televisa y periodista independiente.
El semanario, comisiones de derechos humanos, organismos a favor de la libertad de expresión y el gobierno de la ciudad han condenado el hecho.
Miguel Badillo, director de Contralínea, llamó a que entre las líneas de investigación no se descarte un atentado.
"Está bien que haya varias líneas de investigación, eso es sano, y que se llegue al fondo de cada una, la que no de que se vaya eliminando. Lo que queremos es saber la verdad, sea cual sea", dijo a Radiofórmula.
"Me parece que es un atentado contra nosotros, a la libertad de prensa, contra el periodismo mexicano, que ha sufrido mucho en estos últimos tiempos, y que se vienen a sumar estas dos compañeras a las víctimas de periodistas que han sido asesinados, en los últimos años", agregó.
Con la muerte de ambas periodistas, suman ocho los comunicadores asesinados en México en 2011. Desde el 2000, la cifra asciende a 74, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
La ONU señaló en 2010 que desde hace 10 años México es el país más peligroso de América para ejercer el periodismo .