La UNAM pide a Calderón una lucha antinarco más social y menos policial
Intelectuales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezados por su rector, José Narro, presentaron este lunes al presidente mexicano, Felipe Calderón, la propuesta académica para combatir el crimen organizado , que sugiere el establecimiento de un pacto social y político, con énfasis en la prevención.
El Castillo de Chapultepec, escenario hace poco más de dos meses del encuentro entre el gobierno federal y el poeta Javier Sicilia, fue la sede para escuchar el diagnóstico y la propuesta de académicos especializados en derecho y seguridad pública.
Con Sicilia se buscaba un espacio en la agenda pública para las víctimas colaterales de la lucha contra la delincuencia organizada. Con Narro, un espacio para debatir los pros y los contras de una estrategia gubernamental que comenzó en diciembre de 2006. Una escalada de violencia desde esa fecha se ha cobrado la vida de al menos 34,600 vidas en los primeros cuatro años del gobierno calderonista, ya sea por ataques entre las bandas rivales, enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad con los grupos criminales o por balas perdidas.
A diferencia de la reunión encabezada por el poeta, no hubo abrazos largos, ni besos, ni relicarios para el mandatario. La cita de tres horas se concentró en argumentos a favor y en contra de la estrategia gubernamental, sin ninguna emoción.
Los académicos plasmaron en un documento las conclusiones de diversos foros internacionales sobre seguridad y las sugerencias de 88 especialistas de México, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, España, Estados Unidos, Italia, Uruguay y Venezuela. Se trataba de la décimo quinta ocasión en la que el presidente escuchaba opiniones sobre su estrategia.
"No hemos tenido en la elaboración de este documento otro interés que no sea el de identificar dificultades, problemas, posibles soluciones y no empezar a señalar desde cuándo empezó el problema, y mucho menos a quién le vamos a cargar la responsabilidad”, dijo Narro, en la introducción del documento Elementos para la Construcción de una Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia.
La reunión duró cerca de tres horas y, contrario a otros eventos similares, Calderón no interrumpió para refutar argumentos ni aclarar o detallar políticas públicas. Su voz no se volvió a escuchar hasta que todos los presentes en la mesa expusieron sus puntos.
Entre los invitados especiales, que solo fungieron como observadores, se encontraban directores de medios de comunicación y activistas como Isabel Miranda de Wallece , directora de la organización Alto al Secuestro y galardonada en 2010 con el Premio Nacional de Derechos Humanos.
La polémica sobre la prevención
Las críticas por la falta de interés del gobierno en la prevención fue el único punto que generó controversia entre los secretarios de Estado asistentes. Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública, Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social y José Ángel Córdova, secretario de Salud, centraron su intervención en la defensa de las políticas en ese aspecto.
"Yo creo que si algo ha hecho este gobierno de manera definitiva y contundente es precisamente entrar a la escuela a hablar con toda franqueza, con toda claridad, con toda profundidad a las niñas y los niños de México”, dijo Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública.
"Y no solamente eso, en el pasado tenemos la impresión de que siendo un tema tan delicado, que el sistema educativo metió la cabeza debajo de un hoyo”.
Marisela Morales, procuradora general de la República expuso la labor de la dependencia contra el crimen organizado. Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, resaltó el papel de la Policía Federal.
Adiós, sin definir agenda
El presidente agradeció a la UNAM su contribución, pero rechazó que no se estén haciendo esfuerzos en materia de prevención, que la estrategia gubernamental carezca de elementos teóricos que la respalden y que no se tomen en cuenta la defensa de los derechos humanos.
“Que las prácticas no se adecúan al marco constitucional de los derechos humanos, no es así. Ciertamente el enfrentamiento con los criminales ha sido muy duro y si las acciones se han multiplicado, y seguramente acciones contrarias a derechos humanos y las garantías individuales, si se han cometido, hay una clara consigna y una orden del gobierno de castigar cualquier violación”, dijo Calderón.
El mandatario celebró la participación de instituciones como la UNAM en este tipo de esfuerzos y les propuso elaborar diagnósticos en materia de seguridad a nivel local que puedan ser difundidos de manera masiva, así como la organización de foros que discutan sobre la legalización de las drogas.
Los académicos de la UNAM han expuesto su plan a los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como con la Federación Nacional de Municipios de México, la Conferencia Nacional de Gobernadores y organizaciones de la sociedad civil.
La universidad instó a estas instancias a formar un grupo de trabajo para suscribir un acuerdo nacional de seguridad antes de octubre.
Calderón y Narro se despidieron con un abrazo, pero sin poner fecha a su próximo encuentro. Ni la UNAM propuso fechas para los foros que les pidió el presidente que se organizaran, ni los representantes del gobierno respondieron a la propuesta universitaria de proponer a un representante para una próxima reunión.