López Obrador 'revive' la esperanza apelando a un conteo definitivo
Con un mensaje de cinco minutos, Andrés Manuel López Obrador logró mantener la esperanza de lo que ha llamado "el cambio verdadero" y le dio vida por al menos 72 horas más.
A las 23:40 de este domingo, justo cuando el presidente Felipe Calderón daba un mensaje en cadena nacional para reconocer el triunfo del candidato priista, el abanderado de la izquierda ofreció un breve mensaje para decir que no podía fijar postura sobre la jornada electoral hasta tener resultados definitivos.
Con ello, el ánimo de los seguidores que lo esperaron durante horas para gritarle “¡presidente!” y de los integrantes de su equipo de campaña, cambió por completo: pasó de la seriedad y la tristeza a la sonrisas y los gritos de júbilo en cuánto el candidato dijo que no bastaba con resultados preliminares.
“La postura que asumo es esperar hasta que tengamos las actas y todos los resultados. Hay un procedimiento legal, establecido que consiste en llevar a cabo un escrutinio por distrito el miércoles próximo, se tienen que revisar todas las actas y se tienen que conocer los resultados”, dijo el candidato al referirse a los primeros resultados que dieron por ganador al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
El candidato, quien había recibido entre 30.90 y 31.86% de los votos, según el conteo rápido de las autoridades electorales dado a conocer a las 23:15 horas (local), anunció que no será antes del 4 de julio cuando informe “al pueblo de México sobre el resultado de esta elección”.
Mientras mantenía las manos sobre un atril transparente y con un tono de voz pausado, ofreció un mensaje notoriamente corto, si se considera que durante los 90 días de campaña, nunca habló menos de 50 minutos.
“No descalifico lo que se está dando a conocer oficialmente, sencillamente no hay todavía los datos, hace falta tener el escrutinio legal, tener la legalidad del proceso electoral y vamos hacia allá, vamos a tener toda la información y en su momento vamos a fijar una postura”, dijo López Obrador, seguido de aplausos y gritos de quienes le acompañaban en el espacio adaptado para 500 personas, y que lucía a la mitad de su capacidad.
“Tu eres el (presidente) de nosotros”, le dijo la senadora Rosario Ibarra mientras le tomaba el rostro con las manos y le daba un beso que él agradeció.
Después, el candidato abandonó el salón entre gritos de apoyo de una veintena de personas que portaban camisetas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y que antes habían recorrido el lugar con semblante serio y los ojos vidriosos.
“La esperanza vive hasta que se termine de contar”, comentaron entre el equipo de logística del candidato, mientras López Obrador anunciaba su decisión de no poner fin todavía, a la carrera por la Presidencia.
En las redes sociales mientras tanto, con el hashtag #Fraude2012, regresaba el fantasma del 2006 que derivó en negarse a reconocer el triunfo de Felipe Calderón y denunciar un fraude que hasta la fecha, sus adversarios recuerdan para señalarlo como un “detractor de la democracia", como lo llamó su contrincante Josefina Vázquez Mota durante un evento en Puebla.
Lo último que dijo López Obrador antes de dar por concluida la jornada del 1 de julio es que “hay que tener todas las actas”. Su postura y la estrategia a seguir vendrá en los siguientes días, mientras las autoridades electorales cuentan cada voto emitido. En el olvido quedó la convocatoria a la “fiesta cívica nacional” a la que llamó desde hace semanas para este domingo.
"Tenemos nuestra información”, “él es el único que puede decir qué pasa”, “se va a dejar clara la postura en su momento”, fueron comentarios de algunos colaboradores del candidato, quienes dicen han luchado desde hace seis años por el “cambio verdadero” que busca López Obrador para México.
Decenas de personas lo esperaron en la calle para verlo pasar durante los últimos minutos del domingo, pero a diferencia de sus eventos de campaña, esta vez subió a su auto sin repartir saludos, besos y autógrafos.