El general Dauahare asegura que la PGR carece de pruebas en su contra
El general Tomás Ángeles Dauahare, acusado de posibles vínculos con el narcotráfico y actualmente bajo arraigo, aseguró que a más de dos años de iniciadas las investigaciones en su contra, las autoridades no cuentan con pruebas que confirmen los cargos que se le imputan. El general retirado negó que cuando estuvo en diferentes cargos en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo algún vínculo con el crimen organizado.
“No han encontrado nada”, ya que las imputaciones, afirmó, son “dolosas, de oídas, sin que conste nada, una violación a mis garantías llevada al extremo”, afirmó en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, en MVS Radio.
El general, exsubsecretario de la Defensa y exdirector del Colegio Militar, fue detenido el 16 de mayo acusado de presuntos vínculos con el cártel de los Beltrán Leyva y de narcomenudeo – acusación que ya fue desechada por la PGR - desde entonces se encuentra bajo arraigo en la Ciudad de México.
“Más del 60% de los que están en las cárceles son presuntos culpables”, afirmó.
Luego de su detención, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que la orden de localización y presentación ejecutada por la dependencia tenía “la finalidad de que (Ángeles Dauahare) rinda su declaración ministerial en las indagatorias que lleva a cabo la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO)".
Ángeles detalló que desde hace dos años era seguido por personas o grupos de poder que no quiso identificar. “Nunca tuve la curiosidad de detenerme o de preguntar, de cualquier manera no me hubieran dicho la verdad”, afirmó el militar en retiro.
Fue en 2011 cuando, dice, inició “una persecución telefónica, un espionaje telefónico, el físico comenzó recién pasé al retiro, se suspendió, y se reanudó” en 2012, sostuvo.
El general se retiró el 1 de marzo del 2008, “por haber cumplido su edad límite, de conformidad con la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas", detalló la Sedena.
“Sabía que me seguían pero no me importó porque yo no había cometido ninguna falta”, agregó.
Según Ángeles, su familia y sus amistades han sido víctimas de amenazas, e inclusive a personas cercanas a él se le han retirado visas estadounidenses, algo que calificó como “una paranoia espantosa y preocupante”.
Aseguró que abrió sus cuentas bancarias a los investigadores, una donde tiene cinco millones de pesos, y otra con casi un millón de pesos, producto de sus décadas en el servicio militar.
Entre los testigos que declararon en su contra, según Ángeles, está el mayor Iván Reyna Muñoz, quien dijo fue “presionado” para alegar vínculos con el cártel de los Beltrán Leyva.
Otro testigo incluido en la averiguación previa es Sergio Villarreal Barragán, El Grande, un presunto lugarteniente del cártel de los Beltrán Leyva, que señaló que dicho grupo criminal pagó a Ángeles 5 millones de dólares, y que entregaba 500,000 dólares mensuales, algo que el general calificó como “un absurdo”.
Afirmó que su salida de la Sedena en 2008 fue difícil, ya que fue acusado por el secretario, Guillermo Galván Galván, de conspirar para sustituirlo en la cartera. Descartó también buscar sustituir al actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Ángeles dijo que tampoco pretendía ser secretario de Defensa del nuevo presidente electo, Enrique Peña Nieto.
Ángeles Dauahare está arraigado junto con los generales Ricardo Escorcia, y Roberto Dawe González, así como el teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto . El arraigo concluye el próximo 3 de agosto, límite que tiene la Procuraduría General de la República para reunir las pruebas suficientes contra los militares.
A mediados de este mes, la procuraduría interpuso un recurso ante la resolución de una juez , que le pidió a la fiscalía aceptar pruebas de descargo de la defensa del militar.