Familias de la sierra de Guerrero dejan su hogar tras muerte de activista
Al menos 105 personas dejaron sus hogares en las comunidades de La Laguna y Hacienda de Dolores, en la sierra de Guerrero, al sur de México, luego del asesinato de una activista y su hijo.
La Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos en Guerrero informó en un comunicado fechado el 1 de diciembre que 20 familias dejaron su hogar el 30 de noviembre para reubicarse en la localidad de Puerto Las Ollas, una población cercana a la cabecera municipal de Petatlán.
Los pobladores se desplazaron custodiados por elementos del Ejército y la policía estatal, tras el aumento de la violencia en la sierra de Coyuca de Catalán y las constantes amenazas por parte de la delincuencia organizada a la población, detalló la red de derechos humanos.
Este es el segundo desplazamiento de familias completas en la zona serrana de la región de la Tierra Caliente de Guerrero, colindante con Michoacán.
El primero se registró el año pasado, cuando al menos 10 hechos violentos —entre emboscadas, incursiones militares y el asesinato de ocho personas, entre ellos tres jóvenes, y la desaparición de un ecologista— orilló a que 107 personas dejaran sus viviendas para refugiarse en la comunidad de Puerto Las Ollas.
La organización detalló en el comunicado que este fin de semana hombres armados llegaron hasta la comunidad de Puerto Las Ollas para amenazar sobre posibles ataques si sus habitantes siguen dando asilo a las 105 personas.
Los refugiados temen que esa amenaza provenga de los responsables del asesinato de la activista Juventina Villa y de su hijo, pues reportaron una advertencia días antes del doble homicidio, de acuerdo con el relato de la organización.
La activista de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, Juventina Villa Mojica, y su hijo Reynaldo Santana Villa murieron en noviembre en una emboscada en el municipio de Coyuca de Catalán, luego de que los policías que los escoltaban se quedaron retrasados en el camino, informó en ese momento la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Las víctimas “iban resguardados por diez elementos de la policía estatal, cinco de los cuales iban a bordo de una unidad oficial y cinco más caminando, mientras que la señora Villa y su hijo Reynaldo se trasladaban a bordo de una cuatrimoto, situación que les permitió adelantarse y dejar atrás a sus acompañantes de seguridad pública”, informó la PGJE en un comunicado.
Esto permitió que los agresores, quienes ya los esperaban, pudieran atacar a la activista cuando las autoridades “trasladaban a la familia a otro lugar en donde pudieran desarrollar su vida en mejores condiciones de seguridad”.
Juventina Villa había lanzado una alerta por amenazas constantes, y responsabilizó a supuestos grupos paramilitares que operan en la región.
Del 2009 a la fecha han sido asesinados siete integrantes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán y dos más están desaparecidos.
México fue considerado en 2011 como uno de los cinco países con mayor número de desplazados por la violencia en América Latina, de acuerdo con el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (iDMC, por sus siglas en inglés), en su último informe sobre el continente.