La medalla Belisario Domínguez, post mortem al fundador del PAN
A 41 años de su muerte, el fundador del opositor Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Gómez Morín, recibió post mortem la medalla Belisario Domínguez del Senado en reconocimiento a su aportación a la democracia en México.
El homenaje póstumo a Gómez Morín en la antigua sede de la Cámara alta fue encabezado por legisladores, el presidente Enrique Peña Nieto y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva Meza.
La medalla fue recibida por Margarita Gómez Morín, hija de Gómez Morín (1897-1972), a nombre de la familia, que fue acompañada por el dirigente del PAN, Gustavo Madero, y exlíderes panistas como Luis Felipe Bravo Mena y Luis H. Álvarez.
Gómez Morín fundó el PAN en 1939 y antes fue rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la institución pública de educación superior más importante del país, además de integrante del Banco de México (Banxico).
La medalla Belisario Domínguez se concede anualmente a aquel mexicano que se "haya distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente y como servidor a la patria".
En el caso de Gómez Morín, le fue concedida debido a "su trayectoria como mexicano humanista, creador de instituciones e impulsor (...) de los valores de justicia, libertad y democracia", según el dictamen aprobado por el Senado en días recientes .
Desde 1954, han recibido la medalla personas como el ensayista y diplomático Jaime Torres Bodet, el muralista Rufino Tamayo, el poeta Jaime Sabines y el periodista Miguel Ángel Granados Chapa.
También ha sido otorgada a personajes como el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, por su aportación a la democracia.
En 2012 se entregó post mortem al filósofo Ernesto de la Peña por su "contribución al enriquecimiento, construcción, análisis y divulgación de la cultura en México".
Belisario Domínguez fue médico y senador en la época de la Revolución Mexicana. Es referente de libertad de expresión por sus discursos en el Senado en contra del régimen golpista de Victoriano Huerta, a quien acusó de usurpador y responsabilizó de la muerte del presidente Francisco I. Madero.
Tras pedir la revocación de Huerta en 1913 fue detenido, martirizado y asesinado por miembros de la dictadura, que después sería derrocada por el movimiento revolucionario.
