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A Gregorio lo mataron por una nota, no por un problema, dice su viuda

La procuraduría de Veracruz señala como el motivo del asesinato un problema personal; la esposa del periodista afirma que fue por su trabajo
jue 13 febrero 2014 05:18 PM

Más allá de un conflicto personal o vecinal, Gregorio Jiménez, —que escribía sobre sucesos policiales en diarios locales de Veracruz—, recibió una amenaza directa de su vecina debido a información publicada por el reportero.

En la edición del 24 de septiembre, el diario NotiSur —uno de los dos donde Jiménez trabajaba—, publicó una historia firmada con el seudónimo de el Pantera, donde informaba que Gilberto Torres Reyes, de 33 años, había sido apuñalado al salir del bar El Palmar, ubicado en Villa Allende, Veracruz.

El Palmar es propiedad de Teresa de Jesús Hernández Cruz, señalada por las autoridades estatales como autora intelectual del crimen al pagar 20,000 pesos por la muerte del periodista.

Las autoridades veracruzanas señalaron este martes que “fueron desahogadas diversas líneas de investigación, incluida la de su ejercicio periodístico, consolidándose a lo largo de la indagatoria la de una diferencia personal con Hernández Cruz”.

Sin embargo, Carmela Hernández, viuda del reportero, dijo en entrevista que el asesinato fue por una nota que publicó Jiménez y que molestó a la dueña del bar.

Carmela Hernández narró que en octubre, Teresa Hernández amenazó al reportero: “Tú, tú, tú me la debes, ¿te acuerdas de la nota que me sacaste?”, le dijo afuera de su casa en Villa Allende, localidad ubicada en Coatzacoalcos, al sur del estado.

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“Ella dijo que lo iba a mandar matar por la nota, de hecho lo cumplió, que es lo que (las autoridades) más quieren ver, que más, si la nota salió, lo amenazan de muerte y mi esposo fue asesinado de la peor manera”, añadió.

El problema entre Jiménez y Hernández Cruz “tiene que ver con una relación de carácter familiar”, señaló la vocera del gobierno de Veracruz, Gina Domínguez en entrevista.

Una de las hijas de Gregorio, Cindy, tuvo una relación con el hermano de Teresa de Jesús, explicó Carmela. “Quien tuvo una relación fue la hija de Gregorio, no nosotros (…) Mi esposo con esa señora ni hablaba”, agregó.

Cuando terminó la relación, Teresa de Jesús, acompañada de otra señora llamada Daisy, interceptó a Cindy antes de entrar a casa de Gregorio e intentó golpearla, relató.

Al escuchar el enfrentamiento, Gregorio y Carmela salieron y se encontraron con Teresa de Jesús, que en ese momento amenazó al reportero por la nota que publicó, no por sus diferencias con la hija de Gregorio.

Luego de la respuesta ofrecida por las autoridades sobre el asesinato, organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y Artículo 19 demandaron que se tome en consideración el trabajo del reportero en las investigaciones del caso.

La Delegación de la Unión Europea en México condenó este viernes el asesinato y llamó a las autoridades a esclarecer los hechos y juzgar a las personas responsables.

La delegación indicó en un comunicado que "toma buena nota de los avances y primeros resultados de la investigación en curso”, en la que hasta el momento hay seis detenidos por presuntamente haber llevado a cabo el asesinato.

Le molestó que descalificaran su bar

Cuando se publicó la nota de El Palmar en NotiSur, los voceadores de Villa Allende gritaban que el bar “era una cantinucha de mala muerte y eso a ella le molestó muchísimo, ese fue el enojo de la señora”, señaló la viuda de Jiménez.

“Mi marido no tenía enemigos (…) el único problema que había habido era con ella (Teresa de Jesús), nada más”, añadió.

El reportero fue sepultado este miércoles en su comunidad, aunque su familia está fuera y bajo protección del gobierno local para mantener su seguridad, informó Carmela.

“La verdad es que ahorita no he pensado en regresar por el temor, esa señora a qué grado llegó, no puedo tener la seguridad de que más adelante no vaya a pasar algo”, dijo la viuda.

La procuraduría busca a más sospechosos

Hombres armados secuestraron a Gregorio Jiménez la mañana del 5 de febrero a las puertas de su casa. El martes, una semana después de su secuestro, el procurador estatal Felipe Amadeo Flores Espinosa informó sobre el hallazgo del cuerpo en una fosa del municipio de Las Choapas, también al sur del estado.

Teresa de Jesús Hernández y cinco hombres, presuntos autores materiales del asesinato, se encuentran detenidos, informó la procuraduría estatal este miércoles. La dueña del bar presuntamente pagó 20,000 pesos para que asesinaran al periodista, según la versión de las autoridades.

Las autoridades informaron el miércoles que han realizado 142 diligencias sobre el caso y que la investigación sigue abierta porque hay tres personas más que participaron en el delito y que están prófugas, informó la vocera del gobierno de Veracruz.

Según la procuraduría estatal, Jiménez fue llevado a una “casa de seguridad” donde lo mantuvieron hasta que lo asesinaron. “En el interior fue localizado un vehículo desmantelado, que coincide con la descripción que dio la familia sobre la unidad en que fue plagiado (secuestrado) Gregorio Jiménez”, señaló la procuraduría en un comunicado publicado este martes.  

La información sobre el ataque cerca del bar La Palma no fue el único caso sobre el que reportó Gregorio y que luego resultó vinculado a su muerte. En la misma fosa donde se encontró su cuerpo estaban otros dos. La procuraduría estatal identificó al primero como Ernesto Ruiz Guillén, que medios locales señalan como un líder sindical de Villa Allende. El otro cuerpo no ha sido identificado.

Según información publicada en NotiSur, en una nota que no está firmada , Ruiz Guillén fue interceptado por hombres armados el 19 de enero mientras se encontraba en una asamblea sindical. Le dispararon dos veces y se lo llevaron.

Periodistas temen por su seguridad

La organización Artículo 19 tiene documentado que, del año 2000 a la fecha, 75 periodistas han sido asesinados en México, 15 de ellos en Veracruz. De los asesinatos en el estado, 10 han ocurrido durante la administración del gobernador Javier Duarte que tomó posesión del cargo en 2010.

“En Coatzacoalcos los periodistas están muy asustados”, dijo en entrevista un reportero de la entidad, que pidió el anonimato. La muerte de un periodista “ya es como una historia repetida en el estado”, agregó.

El periodista, que se ha encargado de informar sobre la desaparición de Gregorio para varios diarios del estado, informó que entre el gremio está ampliamente difundido que el gobierno ha pedido a las redacciones no asistir ni cubrir las marchas que se están organizando en el estado ante la muerte del periodista.

“Una reportera me dijo hoy que no pudo ir a la marcha de Veracruz porque llamaron a su redacción a decir que ni se le ocurriera a los reporteros ir. Ya los periodistas han ido disminuyendo de número en las manifestaciones por lo mismo, eso me lo han dicho unas 15 veces, es el sentimiento generalizado”, dijo.

El gobierno de Veracruz negó las acusaciones. “Rechazamos totalmente esa versión, es una versión que empezó a circular prácticamente desde que se dio  el lamentable plagio del compañero (…) Nosotros somos totalmente respetuosos de la libertad de manifestarse, entiendo el sentimiento de los comunicadores de las manifestaciones que ha habido, entendemos estas circunstancias”, dijo la vocera del gobierno de Veracruz, Gina Domínguez en entrevista.

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas señaló este miércoles que este es otro caso más que tiene “un fatal desenlace que trae una vez más el luto a Veracruz”, entidad que desde 2011 ha vivido las muertes violentas de los periodistas.

El exilio de los periodistas de Veracruz

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