México considera "concluido" el diferendo con el relator de la ONU
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana (SRE) dio por "concluido" el diferendo sobre el informe y los dichos del relator sobre la tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez, al tiempo que aseguró que el país está "abierto" al escrutinio internacional.
En un comunicado emitido este domingo, la dependencia buscó de esta forma finalizar la controversia derivada de las conclusiones de Méndez, quien recientemente dijo que la tortura es una práctica generalizada en México , pues "se utiliza predominantemente desde la detención y hasta la puesta a disposición de la persona detenida" ante la justicia.
En su mensaje, la SRE reiteró sus discrepancias con el relator, pero aseguró que "México rendirá cuentas ante el Consejo de Derechos Humanos del cumplimiento de sus obligaciones internacionales y de las recomendaciones contenidas en el informe del relator".
"(La SRE) reafirma su postura en torno a lo dicho sobre el papel desempeñado por el relator Juan Méndez, reitera su plena disposición a seguir colaborando con los organismos internacionales en materia de derechos humanos y acredita su política de Estado en materia de apertura al escrutinio internacional en esta materia. De esta forma la Secretaría de Relaciones Exteriores da por concluido este diferendo", señaló la institución.
Anteriormente, la SRE había mencionado que Méndez realizó visitas a centros penitenciarios, centros de arraigo, centros de readaptación para menores y estaciones migratorias "sin previa cita y con muy poco tiempo de preparación".
Además, aunque reconoció que existe un número elevado de denuncias de tortura ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), aseguró que la mayoría son desechadas.
Durante casi un mes, Méndez y diplomáticos mexicanos hicieron declaraciones en torno al informe que presentó el relator, en el que afirmaba que documentó "cientos de casos" donde se presenta esta práctica en México.
Sin embargo, el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Juan Manuel Gómez Robledo, consideró que Méndez no fue "profesional ni ético", argumentando que no valoró adecuadamente la información brindada por las autoridades mexicanas. Esta postura fue respaldada por el canciller José Antonio Meade.
En este contexto de tensiones, cerca de 30 organizaciones civiles que trabajan temas de derechos humanos pidieron al presidente Enrique Peña Nieto que reconozca y tome en consideración las recomendaciones del relator de la ONU. Además, Amnistía Internacional (AI) señaló recientemente que México "pierde credibilidad" al descalificar a Méndez.