En 5 años, la Feadle solo ha atraído 13% de los asesinatos de periodistas

Desde su creación en 2010, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) solamente ha atraído la investigación de 13% de los asesinatos de periodistas cometidos en México, una situación que le ha ganado críticas de parte de organizaciones civiles que siguen el tema. 

"(La Feadle) llega a niveles de ineficacia muy preocupantes, porque las agresiones a la prensa se multiplican y la impunidad sigue exactamente en el mismo lugar", dijo a CNNMéxico el director de la agrupación Artículo 19, Darío Ramírez. 

Cifras de la propia Feadle indican que del 2000 a la fecha han sido asesinados 103 periodistas. De ellos, 46 murieron entre 2010 y junio de 2015, y la fiscalía únicamente ha atraído la investigación de seis casos: cuatro ocurridos en Veracruz, uno en Chihuahua y uno en Sinaloa. 

El tema de los asesinatos de comunicadores ha vuelto a atraer la atención nacional debido al crimen contra el fotorreportero Rubén Espinosa, quien el 31 de julio fue asesinado junto con cuatro mujeres en un departamento de la céntrica colonia Narvarte del Distrito Federal. 

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Espinosa había recibido amenazas en Veracruz, de donde se mudó a la capital mexicana. Incluso, aseguraba que algunas de esas amenazas habían provenido de funcionarios estatales, por lo que activistas exigen ahora que el gobierno federal intervenga en el caso a través de la Feadle. 

Sin embargo, a la fecha la investigación está a cargo de la procuraduría del DF. 

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La Constitución señala —en su artículo 73— que las autoridades federales estarán facultadas para revisar casos del fuero común, si éstos tienen "conexidad con delitos federales o delitos contra periodistas, personas o instalaciones que afecten, limiten o menoscaben el derecho a la información o las libertades de expresión o imprenta". 

Una fuente de la Procuraduría General de la República (PGR), a la cual pertenece la Feadle, dijo a CNNMéxico que existen dos posibilidades para que la fiscalía atraiga un caso: que en el crimen se haya utilizado un arma de uso exclusivo del Ejército o que los familiares de las víctimas lo soliciten, lo que a su vez implica que éstas comprueben omisiones de parte de las autoridades locales o que el homicidio derivó del ejercicio profesional de la víctima. 

Para Ramírez, esta situación actual abre la puerta a que la Feadle actúe discrecionalmente, es decir, a que siga criterios políticos y no jurídicos para atraer casos, negándose a reconocer la relación entre la profesión de una persona y su asesinato. 

Al respecto, citó como ejemplo que la Feadle se negó a atraer el caso de Moisés Sánchez, un periodista hallado muerto en Veracruz a principios de este año y quien, según activistas, había recibido amenazas de autoridades municipales. 

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Veracruz es un estado del Golfo de México que solo ha sido gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mismo en el que milita el presidente Enrique Peña Nieto. 

"(La atracción) se basa en un juego político. No es por el bien del esclarecimiento, por el bien de la imparcialidad de la averiguación previa", dijo Ramírez. 

CNNMéxico buscó al actual titular de la Feadle, Ricardo Nájera, para conocer su postura sobre los señalamientos de las organizaciones civiles. Sin embargo, no obtuvo una respuesta. 

Al igual que Artículo 19, otras organizaciones como Periodistas de a Pie, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) y la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) han advertido de los crímenes contra comunicadores en México y exigido que no queden en la impunidad. 

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El presidente Enrique Peña Nieto informó este miércoles que, tras el caso de Rubén Espinosa, ordenó a su equipo tomar más acciones para proteger a periodistas y defensores de derechos humanos.

Sobre este tema, sin embargo, Ramírez consideró que castigar a los responsables de estos casos es incluso más relevante que crear mecanismos para la protección de la prensa. El más importante de ellos es el que actualmente coordina la Secretaría de Gobernación (Segob). 

"El corazón de la violencia parte de la impunidad, no de la inseguridad. Si (el Estado) se enfoca en la creación de un mecanismo más como el que ya tenemos es porque el mensaje a los perpetradores sigue siendo 'no te va a pasar nada'", dijo el especialista.