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Desaparecidos y caso Porkys, entre los pendientes que deja el fiscal de Veracruz

Luis Ángel Bravo Contreras anunció su dimisión a pocos días del cambio de gobierno. Detrás de sí deja casos sin resolver, como desapariciones, fosas clandestinas y asesinatos de periodistas.
mar 29 noviembre 2016 01:50 PM
Renuncia
Renuncia Luis Ángel Bravo Contreras, quien asumió el cargo de fiscal en febrero de 2015, aseguró que no quiere ser un factor de división en el nuevo gobierno.

Con su salida de la Fiscalía General de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras deja una lista pendientes, entre los que están casos de personas desaparecidas, de periodistas asesinados, la agresión sexual atribuida a Los Porkys e investigaciones contra funcionarios del gobernador con licencia Javier Duarte, acusados de desvío de recursos públicos.

Según registros de la dependencia, en la entidad existen al menos 1,000 reportes de ciudadanos desaparecidos que no han sido resueltos. Sin embargo, organizaciones civiles aseguran que son cerca de 15,000.

Algunos de los ejemplos más recientes son el de cinco jóvenes de Tierra Blanca, quienes supuestamente fueron retenidos por policías estatales, y el de cuatro universitarios de Boca del Río.

Por otra parte, durante el mandato de Duarte se registraron al menos 17 asesinatos de periodistas, lo que colocó a Veracruz como la entidad más peligrosa para ejercer el periodismo.

Además, en los últimos meses la fiscalía veracruzana ha sido cuestionada por su desempeño en la atención de la agresión sexual contra una menor atribuida a un grupo de jóvenes conocidos como Los Porkys . Hasta ahora, sólo dos de los supuestos agresores han sido detenidos.

En la entidad también se contabilizan cerca de 1,214 feminicidios no resueltos, además de decenas de carpetas de investigación por delitos que no se consideran de alto impacto.

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Bravo, quien anunció su dimisión la noche de este lunes, se va del gobierno en medio de una serie de investigaciones en contra de exfuncionarios del gobierno de Duarte, quien es buscado por la Procuraduría General de la República (PGR) por su posible participación en un desvío millonario de recursos a través de una red de empresas fantasma.

El ahora exfiscal había asumido como procurador en febrero de 2014. Un año después, a propuesta de Duarte, fue nombrado fiscal por el Congreso veracruzano. Tras un anuncio a medios, dejó el puesto bajo el argumento de que no quiere ser un factor de división en el gobierno que inicia el 1 de diciembre.

Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador entrante, "requiere la suma de todas las voluntades para que Veracruz recupere la grandeza que nunca debió perder y a la que yo en lo personal busco contribuir con este acto”, justificó Bravo, cuyo mandato debía durar nueve años.

Antes de asumir la fiscalía, era titular del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, y previamente había fungido como abogado litigante y como ministerio público local.

Otro procurador de este sexenio fue el priista Reynaldo Escobar, quien renunció en octubre de 2011, después de haber declarado que los 35 cuerpos hallados en una de las principales avenidas de la zona turística de Boca del Río eran de personas implicadas en actividades ilegales.

Le sucedió Amadeo Flores Espinosa, quien se encargó de investigar el asesinato de la corresponsal de la revista Proceso, Regina Martínez, así como los de cuatro periodistas más. Flores renunció en febrero de 2014 y Bravo tomó su lugar.

Lee: 5 factores de la crisis que deja el sexenio de Duarte en Veracruz

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