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El inédito proceso para elegir a los ciudadanos del sistema anticorrupción

Los finalistas para integrar el comité ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción serán presentados este viernes, como parte de un camino en el que se ha evitado que intervengan actores políticos.
jue 12 enero 2017 12:13 PM
Contra la corrupción
Contra la corrupción El Comité Coordinador del SNA debe entrar en funciones en julio de este año. (Foto: Especial)

En un ambiente de desconfianza hacia políticos e instituciones, México prueba un método inédito en su historia para definir a los integrantes del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA): permitir que otros ciudadanos sean quienes los elijan, sin la intervención de otros poderes públicos.

La elección está a cargo de una Comisión de Selección que, si bien fue nombrada por el Senado, cuenta con facultades para decidir con toda libertad quiénes llegarán al comité ciudadano del SNA. Para ello, desde finales del año pasado dicha comisión analiza los perfiles de abogados, académicos y periodistas que aspiran a tener una voz dentro del SNA.

Por ley, el comité ciudadano debe fungir como una pieza clave del SNA, pues no sólo será parte de su Comité Coordinador, sino que uno de sus miembros lo presidirá.

Alberto Olvera, investigador de la Universidad Veracruzana, resaltó este método de selección en el que ciudadanos son elegidos por otros ciudadanos, pues la experiencia nacional ha mostrado que, si esta decisión se deja en manos de los partidos políticos, éstos optan por personas comprometidas con ellos.

“Esta guerra de intereses ha dado al traste con la autonomía política real de la mayoría de las instituciones autónomas, que han sido capturadas por los partidos y que han disminuido su legitimidad. Para evitar problemas de legitimidad, se decidió seguir este procedimiento indirecto”, dijo Olvera a Expansión.

Sin embargo, advirtió que el reto está en que la comisión elija a ciudadanos idóneos y con la suficiente autonomía y la fuerza personal y política para soportar previsibles presiones por parte de gobiernos, fuerzas políticas y otros posibles afectados por la investigación de hechos corruptos.

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Recomendamos: Un priista presidirá una pieza clave del SNA

La comisión seleccionadora —conformada por nueve especialistas de gran renombre— asegura ser consciente del desafío.

Su vocero, José Luis Caballero, dijo en entrevista que él y sus compañeros saben que juegan un papel fundamental para el SNA y para el país, al tratarse de un proceso de selección inédito y debido a las expectativas puestas en el nuevo entramado institucional para el combate a la corrupción.

“Es una cuestión inédita en México, para este país está siendo muy importante que el sistema se conforme íntegramente, cabalmente, con la mayor pulcritud política, los ojos se han volteado a ver el asiento vacío del fiscal anticorrupción, a la designación del presidente del tribunal (de Justicia Administrativa), pero también es muy importante estar atentos a este proceso ciudadano, porque es incardinar en el corazón de un sistema nacional de función pública a la ciudadanía”, dijo.

Ve: La cereza del pastel anticorrupción: un fiscal autónomo e independiente

Caballero, académico de la Universidad Iberoamericana, detalló que la comisión recibió 70 expedientes, de los cuales 59 pasaron a la siguiente fase. De ahí se elegirá a 25%, aproximadamente 15 personas, que seguirán a la etapa de entrevistas, que serán públicas.

Lee: La lista de ciudadanos que aspiran a ocupar un lugar en el SNA

Este 13 de enero, la comisión dará a conocer a los finalistas, es decir, a los ciudadanos que pasarán a la etapa de entrevistas, en la cual podrán participar organizaciones civiles proponiendo preguntas para los aspirantes.

De acuerdo con la comisión, las características que se tomarán en cuenta para la revisión de los perfiles son que los postulantes tengan una trayectoria en transparencia, fiscalización, rendición de cuentas, combate a la corrupción e implementación o análisis de política pública, así como liderazgo, reconocimiento institucional o social y probada autonomía, reputación, prestigio y claridad de lo que se tiene que hacer en el SNA.

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