México tiene una insuficiente cultura preventiva de desastres naturales

Los desastres naturales y una insuficiente cultura preventiva hacen que este tipo de fenómenos y los accidentes sean causa de la mayor cantidad de pérdida de vidas, advirtió el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.

“Parecería que no es un tema fuerte, pero en el modelo de análisis, el mayor número de pérdida de vidas año tras año se da en las carreteras de mi país debido a la falta de cultura en el modelo de prevención en el manejo”, dijo durante el panel ‘Gestión integral del riesgo de desastres’.

El funcionario agregó que este tipo de amenazas son particularmente graves en México, debido a sus condiciones geográficas.

“México tiene un gran número de vulnerabilidades respecto de su ubicación. Cerca de la zona del Caribe, somos un país cuyos modelos hidrometeorológicos nos dan una presencia permanente de huracanes, ciclones y tormentas tropicales; en el Pacífico, tenemos una franja sísmica que viene desde Alaska y baja hasta Chile, que pasa por México, y nos ha mostrado sismos de alta intensidad, donde hemos tenido en la historia pérdida de vidas humanas y que tenemos que estar preparados con todo un modelo de monitoreo que permita el análisis; tenemos volcanes vivos, en Guatemala tenemos el Tacaná que está muy pegado a México, y el de Colima y el Popocatépetl que permanentemente están teniendo actividad".

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“También en la temporada de sequías hemos tenido incendios forestales muy importantes”, abundó en el evento realizado en el marco de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que sesionó en Cancún, Quintana Roo.

Puente destacó los esfuerzos realizados durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para reducir el impacto de estos fenómenos, a través del impulso a las medidas de prevención.

“Cuando no teníamos un Sistema Nacional (de Prevención de Desastres) la pérdida de vidas era mucho mayor porque no había actos de prevención, había atención al desastre; corríamos cuando ya había venido el huracán, y ahora lo que estamos haciendo es trasladarlo a la parte preventiva y hemos tenido más o menos un 70% de reducción de pérdidas de vida en los últimos cinco años”, comentó al terminar el encuentro.

El encargado de la política de prevención de desastres –adscrito a la Secretaría de Gobernación– explicó que el lado económico de esta situación es más difícil de estimar, debido a las diferencias entre la infraestructura construida bajo un enfoque consciente de estos riesgos y las edificaciones previas.

“Lo económico más o menos ronda en lo mismo, pero la pérdida económica trasciende en cuanto a que muchas carreteras y puentes fueron construidos antes del carácter de resiliencia, y cuando bien un fenómeno natural muy fuerte, como acaba de suceder en Oaxaca, el puente que no estaba construido con esta condición se colapsó, y en la reconstrucción es donde estamos tomando las medidas que determina una construcción de carácter resiliente, más alto, más ancho y más fuerte, que permita que con un modelo de 100 años de lluvia ese mismo puente no se vuelve a caer. Antes, se reconstruía cada vez que se caía y con el mismo modelo, este era el problema de una falta de cultura sobre gestión integral del riesgo”, indicó.

Puente reconoció que se debe capacitar a las autoridades locales que otorgan licencia a las construcciones, crear conciencia en el sector productivo que realiza las obras, y promover la cultura de la protección civil en la población –particularmente los jóvenes–, y afirmó que se debe castigar las malas prácticas que provocan tragedias o fallan en evitarlas.

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“Tiene que ver muchas veces con falta de conocimiento, de criterio y mecanismos de corrupción. Esos tres niveles tienen que acabarse, porque si no vamos a seguir construyendo el riesgo”, enfatizó.

Más vale prevenir...

La subsecretaria para América Latina y el Caribe, Socorro Flores Liera, resaltó la conveniencia de invertir en la prevención de desastres, en términos de daños y efectos económicos, pero aún más en el aspecto humano.

“Prevenir es mucho mejor que atender los costos de los desastres, de la gestión de riesgos. Siempre es mejor prevenir que la actuación post facto. No solo por el tema de la destrucción económica –hay muchos estudios en cuanto a la medición del Producto Interno Bruto (PIB)–, pero el tema de la pérdida de vidas humanas, que son incuantificables, es a través de la prevención y la participación de las comunidades como se pueden tener mejores resultados”, afirmó al moderar el panel.

Raúl Salazar, de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres, añadió que los responsables de estas políticas deben encontrar mejores formas de conseguir financiamiento para estas inversiones.

“Muchas veces, convencer a un ministerio de Hacienda o Economía no se trata solo de decirle ‘necesito esto para reducir este riesgo’. El lenguaje tiene que cambiar y decir ‘si usted no hace esto, la probabilidad de que pierda esta cantidad de millones este año es de tanto’ (...) ‘el dólar que invirtió en estas obras de mitigación entre 2007 y 2009 le han ahorrado cerca de 4 dólares en 2010’. Ese es un lenguaje que entiende un ministerio de Finanzas”, ilustró.

El especialista aseguró que la prevención de desastres debe considerarse como política social, pues contribuye a reducir la pobreza. En el mismo sentido, Puente aseveró que estos riesgos afectan en mayor medida a las personas con mayores carencias.

“A final de cuentas, las zonas más vulnerables están en los territorios donde hay más vulnerabilidad económica”, acotó.