El caso Mara Castilla vuelve a poner en la mira la violencia contra las mujeres
El asesinato de la joven Mara Fernanda Castilla Miranda, presuntamente a manos de un conductor del servicio de transporte privado Cabify, de nuevo ha puesto en la mira el problema de la violencia contra las mujeres en México, así como detonado la indignación hacia este tipo de agresiones.
La molestia con el crimen se reflejó en las manifestaciones que se realizaron este domingo en al menos nueve entidades del país, casi al mismo tiempo en el que el cuerpo de Mara era enterrado en su natal Xalapa, capital de Veracruz.
Al grito de consignas como “¡Vivas nos queremos, ni una más, ni una menos!”, miles de mujeres y de hombres repudiaron el asesinato y exigieron justicia tanto para Mara como para las víctimas de otros hechos similares.
Mara tenía 19 años, estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y desapareció la madrugada del viernes 8 de septiembre después de abordar una unidad de Cabify. Su cuerpo fue hallado una semana después, de acuerdo con las autoridades poblanas, las cuales detallaron que la joven sufrió abuso sexual y murió por estrangulamiento.
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El presunto asesino, identificado como Ricardo Alexis, está detenido en el penal de San Miguel de la capital de Puebla.
Sobre su situación jurídica, el fiscal Víctor Carrancá dijo recientemente a medios locales que la Fiscalía General del Estado lo acusará de feminicidio —penado con un máximo de 60 años de prisión—, así como por privación de la libertad, violación y robo, por lo que el hombre puede alcanzar una sentencia de 97 años tras las rejas.
“Buscaremos que sea (castigado) de por vida”, señaló el funcionario.
La tarde de este lunes, el hombre fue vinculado a proceso por el delito de privación de la libertad. Las demás acusaciones serán revisadas en los juzgados esta semana.
Mientras el caso avanza en el sistema de justicia penal, ciudadanos prevén seguir expresando su reclamo. Este lunes, alumnos de diversas universidades públicas y privadas se manifestaron en Puebla, en un acto que fue respaldado por el rector de la UPAEP, Emilio José Baños Ardavín.
Fuera de México, el tema ha provocado reacciones por parte de organizaciones como Amnistía Internacional (AI), que el sábado señaló en un comunicado que el país vive “un contexto que desprecia la vida de las mujeres”, y padece “un Estado machista que tiene una histórica deuda pendiente, que debe revisar sus responsabilidades y su deber de diligencia respecto a la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres”.
nullA este reclamo se sumaron este lunes ONU Mujeres y ONU-Derechos Humanos, que en un comunicado expresaron “profundo dolor e indignación” por el crimen.
“La desaparición y el feminicidio de Mara Fernanda Castilla se produce en medio de una alarmante situación que debe atenderse de manera urgente. En 2016, 7.3 mujeres fueron asesinadas cada día en México, lo que evidencia la violencia generalizada contra mujeres y niñas (…) Ningún caso de asesinatos de mujeres y feminicidios debe quedar en la impunidad”, alertaron los organismos.
Las indagatorias
Las autoridades de Puebla han dado a conocer que, con base en sus investigaciones, la desaparición de Mara ocurrió horas después de que ella saliera con sus amigos a un antro del municipio de San Andrés Cholula, la noche del 7 de septiembre.
Hacia las 5:00 horas del viernes 8, el vehículo donde viajaba con sus amigos fue detenido en un retén del alcoholímetro, por lo cual, para llegar a su casa, ella solicitó una unidad de Cabify.
El conductor Ricardo Alexis llegó al lugar minutos después y la recogió, pero en vez de trasladarla a su domicilio se aprovechó de que estaba dormida y la llevó a un motel del sur de la capital poblana, donde presuntamente la violó, golpeó y estranguló.
De acuerdo con la fiscalía estatal, cámaras de seguridad captaron los momentos en los que el hombre entró y salió del inmueble, en el que permaneció aproximadamente una hora. Hacia las 9:00 horas, dejó el cuerpo en un paraje cercano a la autopista México-Puebla, donde las autoridades lo encontraron el viernes pasado.
Días atrás, el sábado, Ricardo Alexis había acudido a declarar voluntariamente, horas después de que se reportara la desaparición de Mara. Quedó libre entonces, pero el martes 12 fue arrestado en Tlaxcala tras concluirse que había elementos suficientes para considerarlo culpable de privar de la libertad a la estudiante.
Mientras tanto, la empresa Cabify —que ha sido blanco de críticas por parte de ciudadanos, quienes advierten falta de filtros para elegir a los conductores— ha señalado que espera que se aplique todo el peso de la ley al responsable del crimen, que seguirá colaborando con las autoridades, y que ya analiza qué medidas tomar para garantizar la seguridad de sus usuarias, como la instalación de botones de pánico.
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Pese a estas promesas, el gobierno de Puebla decidió este lunes cancelar el registro de Cabify , con lo cual la empresa ya no podrá operar en la entidad.
“Puebla ya es otra Ciudad Juárez”
En la manifestación realizada en Puebla este domingo, una asistente gritó: “En Puebla ya no se puede caminar y viajar en paz porque te matan. Ya es otra Ciudad Juárez”.
La frase aludía a la situación que ha vivido esa localidad de Chihuahua desde la década de los 90. De acuerdo con registros de prensa y de organizaciones civiles, en esa urbe fronteriza con Estados Unidos fueron asesinadas 700 mujeres entre 1993 y 2012.
En Puebla, el asesinato de Mara representa el caso número 58 de feminicidio en lo que va del año, según las cifras de las propias autoridades estatales.
La misma fuente indica que desde 2013 —cuando se tipificó este delito— hasta septiembre de 2017 en la entidad se han registrado 173 asesinatos por motivos de género. Sin embargo, los cálculos de las ONG triplican dicha cantidad.
En la ciudad de Xalapa, donde la manifestación de este domingo fue encabezada por los familiares de Mara, su madre, Gabriela Miranda, exigió justicia para su hija y para otras víctimas, así como que las autoridades frenen las agresiones en contra de las mujeres. Tal problema se refleja en datos como que seis de cada 10 mexicanas señalan haber sido víctimas de algún tipo de violencia: familiar, escolar, laboral o en el ámbito comunitario.
“Solamente busco justicia, pero no sólo para mi hija, porque ella, desgraciada o afortunadamente, ya está en el cielo, y tuve la fortuna de contar con todos ustedes para encontrarla”, dijo la mujer, acompañada de la hermana mayor de Mara, Karen Castilla.
“Sabemos que hay muchísimos casos de mujeres, de niños, de familias que siguen teniendo la incertidumbre de meses, de años, viviendo una situación así. Es un verdadero infierno”, agregó la madre, quien, al igual que otros de los asistentes, usaba una playera blanca con la leyenda #MaraTeVamosAEncontrar.