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Toyota duda de tu habilidad al volante

La automotriz, señalada por la seguridad de sus autos, ahora analiza la conducta humana al conducir; se asociará con varias instituciones para corregir los comportamientos que causan accidentes.
vie 23 septiembre 2011 06:02 AM
El 93% de los estudiantes de EU pensaba que sus habilidades al volante eran mejores que las de la mitad de los encuestados. (Foto: Reuters)
toyota accidente volante

¿Hay alguien de más de 16 años (con una licencia válida) que no crea que él es un conductor por encima del promedio? En un estudio realizado hace algún tiempo, el 93% de los estudiantes estadounidenses pensaban que sus habilidades al volante eran mejores que las de la mitad de los encuestados; una imposibilidad matemática que no ha cambiado.

Los psicólogos tienen un nombre para eso: ilusión de superioridad. El sesgo cognitivo que hace que la gente sobreestime sus cualidades positivas y subestime las negativas. Se da en los salones de clase, en los lugares de trabajo y en las situaciones sociales. Y Toyota se ha lanzado a erradicarla entre los conductores.

Por supuesto, el fabricante japonés de automóviles es demasiado educado para siquiera sugerir tal cosa. Pero ese fue el mensaje subyacente detrás de su reciente anuncio de que financiaría 10 nuevos proyectos de investigación de seguridad para automóviles con seis universidades.

Aunque la mayoría de los proyectos de seguridad automotriz -desde identificación de zonas de abolladura hasta bolsas de aire- se enfocan en el vehículo, Toyota está examinando más de cerca a la persona detrás del volante.

Y con buena razón. Hace menos de dos años, la reputación de Toyota estaba ennegrecida por una crisis de retiros que en su momento llenó los medios con historias acerca de sus coches, que aceleraban completamente fuera de control y eran incapaces de ser frenados . Después de una investigación a fondo por parte de científicos de la NASA, las únicas causas atribuidas al vehículo fueron la instalación incorrecta de tapetes, y pedales de aceleración pegajosos. Resulta que la mayoría de los accidentes fueron resultado de un error del conductor.

Entonces, ¿cómo se puede corregir a la persona detrás del volante? La investigación coordinada por Toyota en Norteamérica destaca dos poblaciones con problemas -los adolescentes que acaban de obtener su licencia y las personas mayores con facultades decrecientes- y una cuestión fisiológica: la distracción del conductor, ya sea a causa de un dispositivo electrónico o de la persona que viaja en el asiento del pasajero.

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Algunas de las conclusiones son alarmantes. El Virginia Tech Transportation Institute ha estado monitoreando con pequeñas cámaras de video montadas en los autos de los conductores con licencias nuevas . Éstas muestran a adolescentes hablando por teléfono, enviando mensajes de texto, aplicándose maquillaje y ajenos a su entorno; y traídos de vuelta a un estado de alerta debido a una colisión. Una grabación muestra a un joven conductor distraído que sale expulsado a través de la ventanilla del conductor en un accidente. Al sentirse inmortales, los adolescentes parecen creer que los cinturones de seguridad no son para ellos; a pesar de que tienen tres veces más probabilidades de estar involucrados en un accidente fatal que los adultos.

Cualquiera que tenga un adolescente o conozca a uno puede enumerar las causas: la inexperiencia, la inmadurez, el conducir por la noche y las distracciones de los pasajeros. Es suficiente para hacer que desees elevar la edad mínima para conducir a 21 años.

Una solución: El monitoreo en tiempo real de Virginia Tech brinda la oportunidad de intervenir de inmediato cuando revela signos de aceleración, cambios bruscos de carril y cambios de velocidad, así como el consumo de alcohol. Pero eso no es práctico para una gran población. Toyota está ofreciendo un programa práctico gratuito de manejo defensivo para adolescentes y para sus padres. Unos 90 jóvenes que realicen el programa de cuatro horas de duración serán objeto de seguimiento durante los primeros seis meses después de que obtengan su licencia, para ver qué tan efectivo es.

Los adolescentes no son el único grupo de edad señalado en las estadísticas de accidentes. Después de que un conductor cumple los 75 años, la frecuencia de los accidentes mortales aumenta dramáticamente: dos veces más que entre los 65 y los 74 años. Gran parte de la culpa la tienen los simples factores fisiológicos del envejecimiento: función visual afectada, reflejos más lentos, menor flexibilidad, etc.

Un área que ha atraído a investigadores del Virginia Tech es el 'campo útil de visión'. Resulta que la cantidad de información que una persona puede obtener en un solo vistazo se hace más pequeña con la edad: hasta un 30%. Investigaciones anteriores indican que el campo útil de visión puede mejorarse mediante capacitación. Los conductores juegan videojuegos que les exigen identificar objetos que parpadean en la periferia de su visión.

VTTI y Toyota están cooperando en un proyecto de tres años para probar y comparar los beneficios del entrenamiento cerebral a fin de mejorar el campo de visión. Las personas mayores serán calificadas en una variedad de tareas de conducción, incluyendo la modulación de velocidad, el comportamiento en las intersecciones y los cambios de carril.

Un error común entre los conductores de todas las edades es la distracción del conductor. No es de extrañar: la conducción es sencilla y aburrida la mayor parte del tiempo, así que los conductores hacen otras cosas mientras están al volante. En un estudio, 54 de 69 accidentes estuvieron relacionados con la falta de atención.

Toyota ha encontrado que las actividades en que se habla y se escucha son mucho menos riesgosas que las tareas visualmente intensas, como la operación de un sistema de navegación. Pero aunque los controles de voz como MyFord Touch tienen como objeto reducir la carga de información (con resultados mixtos), se necesita más trabajo para comprender cómo funcionan.

Así que Toyota también se ha asociado con el AgeLab del Instituto tecnológico de Massachusetts (MIT) para realizar un estudio de dos años que explore cómo el uso de sistemas de comandos en el vehículo afecta a la distracción del conductor. Entre las preguntas que espera responder están: ¿Cómo medir la cantidad de demanda no visual asociada con ellos? ¿En qué condiciones requieren menos demanda que los métodos tradicionales? y ¿Cómo las interacciones más simples vs. las complejas afectan a los conductores?

Sólo en caso de que nada de esto funcione, Toyota está cubriendo sus bases. Entre otras cosas, también está trabajando con la Universidad Wayne State para desarrollar dummies (muñecos) moldeados a partir de niños y ancianos, para tener en cuenta las diferencias de sus cuerpos. El objetivo es cerrar la brecha entre las pruebas de seguridad actuales y las lesiones reales sufridas por estos dos grupos de una manera que, en última instancia, reduzca las lesiones de los ocupantes independientemente de la edad que tengan.

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