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AMIA acusa ‘oídos sordos’ de Argentina

La suspensión del pacto de comercio automotriz con México impide negociar, dicen industriales; empresarios del ramo respaldan al gobierno mexicano en las medidas de represalia.
mar 10 julio 2012 01:33 PM
Se prevé que una delegación mexicana visite Brasil la próxima semana para discutir cómo equilibrar el comercio de autos. (Foto: Thinkstock)
autos exporta (Foto: Thinkstock)

La industria automotriz mexicana aseguró que mientras Argentina continúe en su postura de suspender el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 55 con México, no hay condiciones para la negociación.  En conferencia de prensa, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automtoriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez, dijo que fue el país sudamericano quien "hizo un decreto ilegal de suspensión de preferencias que no están previstas en el ACE 55 y lo que decimos es que este decreto unilateral e ilegal, no puede ser la base para sentarnos a negociar".

Por eso, reiteró el apoyo del sector al gobierno federal que decidió imponer medidas de represalia, luego que a partir de ese decreto los exportadores de vehículos a ese país tendrán que pagar un arancel del 35%, después de haber tenido libre comercio.

"Hemos respaldado al gobierno en las medidas que se tomarán como represalia y siempre nosotros buscaremos que estas discusiones vayan encaminadas al regreso al libre comercio, que es regresar a la legalidad".

En cuanto al impacto que la decisión del gobierno argentino provocará en la industria automotriz de México, dijo que se sabrá hasta que haya finalizado el presente mes y una vez que haya entrado plenamente en práctica el decreto.

De igual forma, Solís Sánchez aseveró que será decisión de cada empresa automotriz reorientar la producción que inicialmente estaba destinada a Argentina a otros mercados o bien pagar el arancel.

Al respecto, Nissan anunció este lunes que no pagará el impuesto y sus vehículos los dirigirá a otros mercados.

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Esto, junto con la depresión económica que se vive en Europa hace prever focos amarillos en los índices de producción de la industria nacional, que aún con ello estima cerrar 2012 con 2 millones 800,000 vehículos.

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