Teatro Vallarta, un escenario reciclado
El cine Vallarta dejó de ser un nido de delincuentes y ahora sus dueños esperan convertirlo en un referente cultural de Puerto Vallarta, Jalisco, y de la región.
La historia del recinto comenzó en 1969, cuando un grupo de inversionistas, encabezados por la familia Ornelas, inició la construcción del cine Vallarta. Pero detuvieron las obras porque prefirieron invertir en otro predio que tenía mejor ubicación: el cine Bahía, que, a la postre, se convertiría en la primera gran sala del municipio.
Con las ganancias del Bahía reiniciaron la edificación del Vallarta en la calle Uruguay del Centro Histórico. El inmueble, inaugurado en 1973, tenía alrededor de 900 butacas y un estacionamiento para 50 vehículos.
Pero en 1994 la sala dejó de dar funciones. El Dr. Salvador Ornelas relata que se quedaron sin nada que exhibir cuando cerró la Compañía Operadora de Teatros y Películas Nacionales, su proveedora.
El cine se convirtió en un espacio insalubre y en un foco de delincuencia. Poco a poco, los socios vendieron sus acciones, hasta que quedaron en manos del Dr. Ornelas, quien rentó por 20 años el terreno a Grupo Plexon, empresa que inmediatamente inició el reciclaje de la estructura, para transformarla en teatro.
El espacio contemplaba una inversión de 120 millones de pesos (mdp), una capacidad para hasta 960 personas, camerinos, cuarto de ensayo y galería de arte.
De acuerdo con Israel Munguía Magaña, encargado del proyecto por parte de mg Arquitectos, las malas condiciones en las que estaba el lugar propiciaron una intervención desde los cimientos.
Afortunadamente, después de meses de trabajos, el nuevo teatro Vallarta abrió sus puertas en marzo de 2010, con el espectáculo escénico Fandango.