La torre que resistió el terremoto
La Torre Titanium La Portada, el edificio más alto de Chile, logró mantenerse en pie pese el embate del terremoto de 8.8º en la escala de Ritchter que atacó al país sudamericano en febrero de este año y fue inaugurada tres meses después, debido a que contaba con dispositivos antisísmicos.
Los mecanismos del inmueble de 190 metros de altura, ubicado en Santiago de Chile están basados en modelos norteamericanos que Sirve tomó para desarrollar sus propios prototipos, hasta crear una tecnología de origen chilena que ya fue aplicada en construcciones como escuelas, muelles y edificios de oficinas.
El modelo fue aplicado en otras 11 edificaciones del país que también resultaron ilesas. A raíz de la catástrofe, la firma aumentó la demanda de estos mecanismos y pasó de tres obras al año a 40, recuerda Mario Álvarez, gerente General de la empresa.
Incluso, actualmente la compañía trabaja en construcciones de distintas partes del mundo, como el complejo comercial Quimera, ubicado en Perú. Además, tienen un proyecto para incorporar disipadores de energía en la rehabilitación de un edificio de Turquía.
Álvarez describe que la empresa busca ampliar sus horizontes y establecerse en otros países sísmicos de América Latina, entre los que están México, Colombia y las naciones de Centroamérica.
Entre otros sistemas, Sirve implementa el aislamiento sísmico, que consiste en proteger estructuras de entre 10 y 12 pisos de altura, lo que implica una reducción de 80% en el esfuerzo sísmico. Además, cuenta con disipadores de energía que disminuyen en 25% ó 40% el impacto en edificaciones de mayor altura. "Prácticamente te olvidas de los problemas sísmicos", asegura el ejecutivo.
El aislamiento se instala entre el edificio y el suelo, lo que permite independizar al inmueble del movimiento del terreno, pues el mecanismo absorbe la fuerza del temblor a modo de amortiguador, por lo que a diferencia del disipador de energía, no puede colocarse en un inmueble ya construido.
Prueba superada
La Torre Titanium cuenta con diagonales metálicos en los extremos, en donde se encuentran disipadores de energía para disminuir las deformaciones que podrían surgir a raíz de un movimiento telúrico. Este sistema puede aplicarse en distintos puntos dentro de la estructura, dependiendo del diseño del inmueble.
Para disipar energía sísmica mediante la regulación de las vibraciones en edificios la empresa desarrolla un prototipo de cobre, pero la gama de productos que actualmente maneja Sirve se basa en componentes estructurales friccionales, de hule, de péndulo o viscosos.
El muelle del puerto Coronel, situado al sur de Chile, también cuenta con tecnologías antisísmicas. A pesar de encontrarse a 50 km del epicentro fue el único muelle que se mantuvo completamente activo después del temblor de 8.8 grados Richter ocurrido en el mes de febrero.
Tradicionalmente el sistema para construir inmuebles resistentes se limitaba a formar edificaciones rígidas que no siempre soportan los terremotos y dañan a los contenidos de los inmuebles. Ahora existe la posibilidad de utilizar sistemas antisísmicos en lugar de crear estructuras robustas con lo que las construcciones pueden ahorrar 80% en materiales.
A raíz del último gran temblor, en Chile está cambiando el estándar legal de la construcción, lo que abre el mercado las empresas especializadas en sistemas antisísmicos. Por ejemplo, todos los hospitales que se construyan deberán tener aislamiento sísmico debido a que hubo un colapso de más de 20 hospitales, pero esto también se está aplicando en puentes, escuelas y otro tipo de estructuras.