OPINIÓN: El de este 2011, realmente es un día de independientes
Nota del editor: John P. Avlon es colaborador de CNN y columnista político para el Daily Beast. Es autor de Wingnuts: How the Lunatic Fringe Is Hijacking America.
NUEVA YORK (CNN) — Mientras celebramos el Día de la Independencia al inicio de lo que será una campaña larga, vale la pena recordar que patriotismo no es lo mismo que partidismo.
Nuestro primer presidente, George Washington, dijo "No fui un hombre de partido, y el primer deseo de mi corazón fue que, si los partidos existieran, que se reconciliaran".
Su vicepresidente, John Adams, una vez escribió: "No hay nada que me dé más miedo que la división de la república en dos grandes partidos, cada uno organizado bajo su líder, y concentrado medidas en oponerse uno al otro. Esta, es mi humilde aprehensión, es lo que debe temerse como el mal político más grande bajo nuestra constitución".
Y después el tercer presidente, y autor de la Declaración de Independencia, Thomas Jefferson, observó: "nunca presenté todo el sistema de mis opiniones al credo de cualquier partido del hombre cual fuera su religión, filosofía, política o en cualquier otra cosa que fuera capaz de pensar por mí. Tal adicción es la última degradación de un agente moral libre. Si no pudiera ir al cielo, sino a un partido, definitivamente no iría".
Hoy, ese espíritu independiente está vivo, si acaso con poca representación en nuestros debates políticos. El hecho de que 41% de los estadounidenses se describan como independientes, en oposición de demócratas o republicanos, de acuerdo con una encuesta realizada en abril por el Washington Post y ABC. Los independientes son el segmento electoral que más rápido está creciendo. En 1945 eran un 15 %.
Mire la tendencia en algunos estados en donde los electores se registran en un partido. En Iowa, el primer estado en crear una asamblea, el número de independientes registrados creció a 52 % entre 1990 y 2010.
En New Hampshire, los independientes pueden votar en las elecciones primarias republicanas y ahora forman parte del 42 % del electorado local.
En Florida, el número de votantes independientes creció más de cinco veces desde 1990, de apenas 430,000 a 2.4 millones.
En California, el estado más grande de la nación, el número de electores independientes creció de 1.5 millones a más de 3.8 millones desde 1990.
Los dos partidos hubieran matado por tener ese número de reclutamiento. Y el incremento en el número de electores independientes ha ocurrido precisamente cuando los dos partidos se han vuelto ideológicamente más polarizados que en cualquier momento en nuestra historia reciente.
Una explicación que dan los partidistas profesionales a estas tendencias de crecimiento es que dicen que los independientes son apáticos e incoherentes. Pero una encuesta de Pew Reasearch Center de 2010 le preguntó a los electores independientes el por qué de su decisión. El 64 % dijo que era porque a "ambos partidos les importa más sus intereses particulares, que los del estadounidense promedio". El 58 % dijo que era porque "estoy de acuerdo con algunos temas de los republicanos y otros de los demócratas", no se sintieron cómodos de ingresar a uno u otro partido.
Sólo 19 % dijo que eran independientes porque "no me interesa la política". Los electores independientes son ciudadanos patrióticos, pero no son de un partido. Ellos prefieren resolver problemas sin una ideología.
Las opiniones de los electores independientes tienden a estar más cerca de las opiniones nacionales que las de los demócratas y republicanos. Pero este acercamiento no se trata de verlo como dividido a la mitad, mientras que algunos electores independientes son conservadores y otros liberales, en general están más cercanos a los republicanos en temas fiscales y con los demócratas en temas sociales. En particular, los electores independientes tienden a ser el segmento menos religioso de nuestro electorado.
Y el 45 % de los votantes menores de 35 años se identifica como independiente. Ellos han crecido con una variedad de elecciones en cada área de su vida, que la política partidaria es el último lugar en donde esperan que los contengan con elegir entre la opción A y la B.
Existe una dinámica popular que está tomando el movimiento de electores independientes, se puede decir que fiscalmente son conservadores, pero socialmente liberales, y están frustrados por las peleas partidarias que secuestran los debates políticos.
Los electores independientes están a la alza y últimamente deciden quién gana o pierde las lecciones. Estas declaraciones de independencia valen la pena celebrarse el 4 de julio como una nueva expresión de una vieja tradición estadounidense que retomará importancia en esta larga temporada electoral que se avecina.