OPINIÓN: La causa de nuestra lealtad a Los Simpsons, en su capítulo 500
Aviso: El nuevo episodio de Los Simpson aún no se estrena en Latinoamérica, por lo que si no quieres saber de qué trata te recomendamos no seguir leyendo este artículo.
Déjenme decirlo de antemano: El episodio 500 de Los Simpson no fue terrible, pero tampoco fue espectacular, especialmente después de tanta publicidad.
La invitación al fundador de Wikileaks, Julian Assange, fue una extraña elección, y las bromas solo fueron dignas de unas risas entre dientes. Sin embargo, con todos los elementos y las numerosas referencias unidas, este episodio funcionó como un merecido homenaje al clásico que adoramos.
Cuando inició el programa, los seguidores de mucho tiempo de Los Simpson fueron agasajados con una mezcla de algunos de los mejores chistes del sofá de los últimos 23 años.
Pudieron verlos todos rápidamente, desde Los Picapiedra hasta el Blue Man Group. El montaje, que termina con Homero enojado asfixiando a Bart, fue el inicio que me hizo sonreír abiertamente.
Durante un simulacro de bomba en Springfield , los Simpson se encuentran con una reunión secreta de la ciudad en donde los residentes votaron para que la familia se vaya. Después de años de tolerar la embriaguez de Homero, las travesuras de Bart, el ferviente ecologismo de Lisa, la naturaleza razonable de Marge y la falta de llanto de Maggie, los habitantes de Springfield ya están hartos.
Así que con un elegante desfile de despedida, expulsan a los Simpson y la familia hace que The Outlands, una comunidad aislada, posapocalíptica, con un camino de tierra para motocicletas sea su nuevo hogar.
A pesar de que la familia se siente como en casa, Marge está inquieta, así que ella y Homero regresan a Springfield a escondidas. Pronto los descubren, y esta vez, Marge es la que voluntariamente abandona la ciudad.
Al final del episodio, Lenny, Moe y todas las personas que querían que la familia Simpson fuera expulsada, llegan gateando a The Outlands.
Eventualmente, toda la ciudad de Springfield, incluido el director Skinner, se mudan y se establecen en lo que podríamos llamar Springfield 2.0.
La trama no es algo nuevo. La historia de toda la ciudad en contra de los Simpson fue la premisa de la película de Los Simpson, cuando Homero accidentalmente contamina el lago y posteriormente expulsan a la familia, solo para darles la bienvenida después de que salvan el día.
Pero fue una clara representación de la relación de la gente de Springfield con la familia Simpson; no pueden vivir con ellos, no pueden vivir sin ellos. En muchos sentidos, esa es la relación del programa con sus seguidores, que se reconoce al final del episodio con esto: “Gracias por los 500 programas. Todo lo que pedimos es que salgas y tomes un poco de aire fresco antes de que entres a internet y digas lo malo que estuvo”.
Todo el episodio rindió homenaje no solo a la historia de los Simpson, también lo hizo al papel que el programa ha desempeñado en la cultura popular. No hace falta decir que la serie estableció una nueva base en la televisión por su forma satírica de ver la vida y como una comedia de situación familiar poco convencional.
Durante más de dos décadas, hemos visto que la familia disfuncional más conocida de Estados Unidos ha dado su punto de vista en importantes acontecimientos noticiosos y en eventos culturales, dentro de Estados Unidos y en todo el mundo. Lo hicieron de una manera que hizo que la gente se asombrara, y que posteriormente le abrió las puertas del horario estelar a programas como Family Guy (Tanto así, que este último ya no nos sorprende).
Las referencias en At Long Last Leave, nos recuerdan lo establecida que está la tradición de los Simpson, incluso si el programa cuenta con un nivel de audiencia promedio, los contratos de negociación y el reconocimiento de que quizás ya nunca llegue a los niveles de sus días de gloria.
Es como un viejo amigo de preparatoria: Alguna vez fueron grandes amigos (aficionados), pero ahora te mantienes en contacto ocasionalmente para hablar de los viejos tiempos, y algunas veces buscas actualizaciones en Facebook.
Sin embargo, en el fondo es una presencia constante que no puedo imaginarme sin ella.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Umika Pidaparthy.