OPINIÓN: La discriminación, algo tan prohibido como acostumbrado
Nota del editor: Ricardo Bucio Mújica es presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) de México. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter @ricardobucio y en @CONAPRED
(CNNMéxico) — La discriminación está ampliamente prohibida en México de muchísimas maneras, casi en todos los espacios. Lo dice el artículo 1 constitucional, y las constituciones locales. Aparece al inicio de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y en casi la totalidad de los tratados internacionales.
También consta en leyes generales, federales, locales, en códigos, reglamentos, lineamientos laborales, escolares y afuera de establecimientos mercantiles en letreros. Pero las prácticas sociales, conductas, visiones, estereotipos o expresiones discriminatorias, suceden todos los días. A nivel individual y colectivo. Desde lo legal, la cultura institucional o las relaciones interpersonales.
Lo vemos cada día. O sucede pero no lo vemos. ¿Ejemplos?: una niña es expulsada de la escuela por tener diabetes. Una empresa crea una campaña publicitaria misógina. Un empleador publica una convocatoria laboral excluyente. Agentes de seguridad asesinan a una joven migrante. Un medio de comunicación, con una frecuencia concesionada de interés público, reproduce sin pudor prejuicios irracionales sobre la homosexualidad. Una dependencia pública se rehúsa a reinstalar a quien dio de baja por ser una persona que vive con VIH. Un niño es objeto de bullying en su aula cada día por su apariencia. Una empresa despide a la secretaria por su embarazo. Una familia indígena es insultada en la calle.
A una mujer lesbiana no le permiten registrar a su esposa ni en el seguro social ni en el club deportivo. Una madre de familia va de escuela en escuela sin lograr inscripción para su hija con síndrome de down. Una figura pública denigra el trabajo doméstico. Una iniciativa de reforma legal propone que las trabajadoras del hogar laboren 66 horas por semana. Una decisión judicial homologa discapacidad con incapacidad. Un crimen de odio por homofobia que se investiga como pasional. Un académico que suma seguidores por su antisemitismo. Una sociedad que no se inmuta ante la pobreza indígena. Deportistas que consideran que el racismo es parte del juego. Clasismo expresado de todas las maneras posibles.
Y junto a todo esto, miles y miles de esfuerzos y luchas diarias por la inclusión en casi cada rincón del país. Acciones que nacen de la indignación por la indignidad, del cumplimiento de la legalidad, de la necesidad de sobrevivir, de la convicción de la igualdad, o de la esperanza de lograr una sociedad justa. Trabajos, ideas, encuentros, escritos, litigios, proyectos, miradas, palabras, diálogos, iniciativas, concursos, protestas, propuestas, y un largo etcétera.
Nos debatimos entre el México que somos, el que queremos ser y el que necesitamos. Y de distintas maneras casi todas las personas formamos parte de esa contradicción: sostenemos la cultura que normaliza las prácticas y hábitos excluyentes. Quizá sin estar de acuerdo, en los hechos, aceptamos como una realidad dada situaciones de dolorosa desigualdad y violencia. Sacamos provecho del sistema injusto de privilegios que está establecido en cada espacio social. Pero no nos convencemos de que esa sea la sociedad que queremos. Y no lo es.
Pero transformarla no pasa solo por definiciones legales. Pasa por hábitos sociales que hay que cambiar, romper y reaprender. Y como discriminar lo hemos hecho siempre, de manera continua y sistemática, para dejar de hacerlo tenemos que hacer también un esfuerzo sistemático y continuo. Es por ello que hoy, en el marco de la conmemoración del 19 de octubre como el Día Nacional contra la Discriminación, lanzamos la campaña 'Todos los días es el Día para no discriminar', en conjunto con una serie de actores de muy diversos ámbitos.
A partir de hoy comenzamos juntos una campaña de contracultura, para la cual no basta un día, porque para revertir este hábito tan arraigado debemos disciplinarnos y hacerlo infatigablemente. Todos y todas realizaremos entonces más de 365 acciones para aprender formas de relación y organización igualitarias y respetuosas.
La información, propuestas o la forma de participar para realizar una acción o para ayudarnos a difundir esta campaña, estará en el sitio: www.todoslosdiaseseldia.mx
No habrá esfuerzo legal, gubernamental, ni sanción lo suficientemente alta para erradicar la discriminación, si antes no transformamos, de manera individual y colectiva, nuestra relación con la otredad.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ricardo Bucio Mújica.