OPINIÓN: Papás, digan NO a las interminables listas de regalos navideños
Nota del Editor: Tatiana Arévalo Dupont es licenciada en psicología y en educación preescolar. Puedes seguirla en su cuenta de twitter @misspreescolar
(CNNMéxico) — Me encanta la llegada del mes navideño por su significado, la decoración, los villancicos y las reuniones familiares. Eso es lo que más me gusta.
Pero además de emoción, esta época genera una pregunta que provocar dolor de cabeza: "¿qué debo regalar a mis hijos?, ¿qué debo aconsejarles que le pidan a Santa Claus o a los Reyes Magos?, sobre todo para que no pidan muchos regalos, y que además estos les gusten, los valoren, les sean útiles y lo aprovechen al máximo.
¿Cómo alcanzar ese equilibrio para evitar que se conviertan en consumistas y materialistas y dejen de apreciar lo que ya tienen?
Les comparto algunos consejos para evitar caer en el exceso:
1.- Elabora con tus hijos la carta o léela cuando la terminen. Como padres, desempeñamos un papel fundamental en este sentido, por ejemplo, si vemos que nuestra niña pide muchas muñecas o que nuestro niño de 5 años pide un videojuego para mayores de 10 años, expliquémosles que no pueden pedir esa cantidad de regalos o que no son aptos para su edad, y obviamente, debemos plantearles opciones o recomendaciones.
2.- Pregúntate si es un juguete que le enriquece o tan solo lo entretiene por un rato, o si le ayuda a desarrollar su imaginación o creatividad, ¿por qué le vas a comprar ese juguete que hace todo y que no le permite tomar decisiones o investigar? ¿por qué le vas a comprar ese videojuego que en lugar de inculcarle un valor le puede convertir en alguien agresivo?
3.- Ese juguete, después de un tiempo, ¿acabará guardado o en la basura?, ¿o podrá usarlo una y otra vez?
4.- ¿Es un juguete adecuado para su edad? No solo me refiero a los videojuegos. ¿De qué sirve comprarle a un pequeño de 2 años un juguete que es para niños de 4 y que ni si quiera va a poder aprovechar?
Recuerda que, de vez en cuando, decir no, también es bueno para ellos.
Ahora, ¿quieres saber cuáles regalos pueden ser adecuados para tu pequeño?:
1.- Cero a 6 meses: a esa edad observan todo lo que les rodea y les llaman la atención los colores, por lo que les podemos regalar móviles para cuna, sonajas, muñecos de tela (suaves), tapetes de actividades, gimnasios y libros de tela.
2.- Seis a 12 meses: está en constante movimiento, rodando, gateando y aprendiendo a caminar, por lo que les podemos dar juguetes que estimulen el que caminen, como andaderas, pelotas, juguetes musicales, juguetes para que se entretegan mientras los bañamos, así como juegos en los que puedan meter o sacar bloques.
3.- Uno a 3 años: comienza a caminar y se vuelve un poco independiente, comienza a tomar decisiones y su curiosidad no conoce límites, por lo que quiere aprender todo el tiempo, así que lo que les podemos regalar son: instrumentos musicales, rompecabezas simples, libros, pinturas, muñecas, cochecitos, juguetes para arrastrar, juguetes para abrir y cerrar, o incluso un triciclo.
4.- Tres a 6 años: tu pequeño ya se siente grande, le gusta imitar a sus padres o a sus personajes favoritos y es cuando más desarrollan su imaginación, por lo que les puedes regalar una cocinita, un maletín de doctor, carpintero o mecánico, disfraces o libros.
5.- Seis a 10 años: ya tienen definidos sus gustos, saben lo que quieren y se sienten más grandes, así que les puedes regalar lo siguiente: patines, juegos de mesa, juegos de experimentación y comienza la edad en que los videojuegos se convierten en una opción.
Te ayudará más a decidir qué juguete regalar si piensas que no se trata solo de un obsequio más, sino de una herramienta educativa.
Con tiempo, razona qué es lo que quieres para tu familia en esta fecha, y no me refiero solo a los obsequios: ¿quiero menos cosas materiales y más unión familiar?
Por último, recuerda que los obsequios no son garantía de felicidad, pero el amor, el cariño y la unión familiar, sí. Retoma esos valores e incúlcalos en los niños, para enseñarles la verdadera importancia de la Navidad, y termina con los gastos innecesarios de estas fechas, que generan inquietud y sobre todo, deudas.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Tatiana Arévalo Dupont.