OPINIÓN: América-Cruz Azul, entre el #ÓdiameMás y las finales perdidas
Nota del Editor: Ernesto Campos imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma.
(CNNMéxico) — Si había un enfrentamiento que resultara particularmente atractivo para definir el título en México, mejorar las entradas a los estadios, incrementar los ratings y acaparar mayor interés en torno a la Liga MX, era precisamente un América y Cruz Azul.
Y es que en medio del desorden que prevalece en la liga mexicana, con cambios de sede de franquicias y el debate de la multipropiedad de equipos, me parece que un duelo entre dos de los equipos más populares de México es el antídoto perfecto para aminorar los problemas extracancha que golpean la credibilidad del aficionado en el deporte más seguido en México.
El llamado 'clásico joven' entre América y Cruz Azul —así lo bautizó en la década de 1980 el cronista Gerardo Peña— ya tiene dos antecedentes en la instancia final, en la que el título está en juego: la primera en 1972 cuando los celestes vencieron 4-1 a los azulcremas, punto de partida para su brillante historia en esa década, en la que ganaron 5 títulos, y la segunda en 1989, cuando América cobró venganza y obtuvo una de las 5 ligas que ganó en esa década.
Veinticuatro años después y luego de varios torneos de dominio de equipos de provincia —los últimos torneos han sido ganados por los Xolos de Tijuana, Santos de Torreón y Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), de Monterrey— el campeonato que está por terminar quedará en manos de uno de los equipos con mayor número de aficionados a nivel nacional: América o Cruz Azul —que junto a los Pumas de la UNAM y las Chivas, de Guadalajra, son los cuatro equipos de mayor convocatoria en el país—.
Una vez más, el Cruz Azul se encuentra en la antesala de un título (que no consigue desde hace 15 años y medio) pero esta vez lo hace ante un rival con el que llegó a compartir 'hogar': el Estadio Azteca.
Es la oportunidad de dejar atrás las burlas y las humillaciones —por las cuatro finales por el campeonato perdidas desde 1997— lastimando, en consecuencia, el orgullo del América, uno de sus principales rivales, que incluso llevaron a una aficionada con un vestido de quinceañera a uno de sus últimos encuentros, a manera de burla por los 15 años que tiene el equipo de la cementera sin conseguir un título.
Pese a la ausencia de campeonatos en tres lustros, el Cruz Azul es uno de los equipos más estables y con mejores resultados en la Primera División del futbol mexicano: en ese periodo de tiempo disputaron cuatro finales de Liga, una de Concachampions y una de Copa Libertadores de América. El único momento de crisis deportiva que experimentaron ocurrió en el torneo Clausura 2009, cuando ocuparon el último lugar de la tabla general.
Pero nada de eso vale ante los ojos del aficionado de Cruz Azul, que ve como una maldición el hecho de perder todas la finales disputadas y de ser llamados el 'Subcampeonísimo', en otra burla comparativa con las Chivas de la década de 1960, conocidas como el 'Campeonísimo', porque lo ganaban todo.
El América tiene ocho años sin ganar el campeonato, tiempo en el que incluso llegaron a terminar como último lugar de la tabla en 2008, mientras que un año antes perdieron una final ante Pachuca, en el Clausura 2007.
Desde entonces han sido una eterna promesa de éxito que no logra consolidarse en la fase clave del torneo: la liguilla.
Me parece que esta final medirá las pasiones de dos de las fanaticadas más grandes del país. La reciente conquista de la Copa MX rompió la sequía de títulos del Cruz Azul y parece haberle devuelto la confianza a sus jugadores, que llegan con un gran paso y motivados.
Ganar en el Estadio Azteca, ante el América y obteniendo el doblete —Copa y Liga— es más de lo que cualquier optimista seguidor del Cruz Azul hubiera podido esperar, y por eso se ha volcado en apoyo a su equipo.
América llega a la final luego de quedarse en semifinales en los dos últimos torneos, y tendrá la extraordinaria oportunidad de alcanzar al Guadalajara en la cima como el equipo con más títulos en la historia, con 11 —al América, se dice, se le ama o se le odia, pero no se le puede ignorar. Incluso sus aficionados hacen viral en redes sociales el hashtag #ÓdiameMás, que ha llegado a ser trending topic—.
Es una oportunidad inmejorable para ambas instituciones de dar un golpe de autoridad, y para la Liga MX, en el partido a modo para ofrecer su mejor producto. Como cliché, el fanático debe ser el más beneficiado por el espectáculo.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.