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OPINIÓN: A U2 lo amas o lo odias, pero no te puede resultar 'Invisible'

La banda irlandesa liderada por Bono divide opiniones con el lanzamiento de su más reciente sencillo
jue 13 febrero 2014 10:13 AM
U2
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Nota del editor: Daniel Solís Lemus es actuario de profesión por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero melómano por convicción. Es locutor y coproductor de los programas de radio por internet Noches de Nachos y JazzTás a través de  www.vector3.net . Síguelo en su cuenta de Twitter:  @ Phish_SL

(CNNMéxico) — Durante las últimas tres décadas, tres generaciones hemos sido testigos de la forma en que la banda irlandesa formada por Paul Bono Hewson, Dave The Edge Evans, Larry Mullen Jr y Adam Clayton ha llegado a emocionarnos con sus creaciones, sorprendernos con la innovación tecnológica en sus conciertos, concientizarnos con su activismo y hasta dividir opiniones entre sus seguidores, quienes en ocasiones no ven con buenos ojos la llamada "evolución" en la música del grupo y la forma en que se desarrollan actualmente, dentro y fuera del escenario.

Compartiendo con gente que gusta de su música y presenta opiniones diversas al respecto, creo que hay cuatro tipos de fans de U2:

En primer lugar están los que no perdonan a la banda el que haya "evolucionado". Desde que sacaron el sencillo Night and Day en 1991 (para una campaña altruista), en donde comenzaron a usar sampleo y bases más electrónicas, se gestó un cambio el cual se refleja en su disco Achtung Baby, de 1992, el cual, para este primer grupo de seguidores, es lo último que quieren escuchar de la banda, pues consideran que después de su primer gira por Norteamérica, se dejó llevar por el dinero y la fama y dejaron a un lado los ideales revolucionarios que conocieron a principios de la década de 1980 y se olvidaron de la pasión de sus interpretaciones para dar paso solo al espectáculo y a los grandes conciertos.

Un segundo grupo de aficionados, podrían ser los que recién conocieron la banda a finales de 1980, y que solo coreaban With or without you o Where the streets have no name cuando iban a un concierto, y comenzaron a hacerse familiares con el cuarteto a partir del mencionado AchtungBaby, o con los álbumes Zooropa o POP, y no se dieron a la tarea de ver hacia atrás, sino hacia adelante, con las nuevas creaciones de la banda. Quizá no desarrollaron un apego tan grande como los primeros, pero aún así, entre ellos, hay algunos que ya tampoco gozan de sus nuevos proyectos.

Los terceros serían, a mi parecer, las nuevas generaciones: quienes han conocido a un U2 más fresco, más innovador y con proyectos en los que su innegable calidad musical e interpretativa sigue siendo manifiesta, pero al parecer, no están interesados en escuchar álbumes como Boy, October War y que acuden a los conciertos para ver el despliegue tecnológico con el que presentan cada nueva gira, y de paso se toman una cerveza cuando la banda toca un bloque con canciones icónicas como I will follow o Bad.

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Finalmente están los seguidores de hueso colorado, los que continúan amando e idolatrando a la banda en cada uno de sus proyectos y ven en los nuevos álbumes una evolución que les encanta y los hace reafirmar su fascinación por el cuarteto.

Teniendo en cuenta lo anterior, y con el lanzamiento de su nuevo sencillo y video Invisible, U2 ha generado una vez más opiniones divididas. Hay quienes lo consideran como un nuevo proceso evolutivo de la banda, y quienes definitivamente lo ven como una canción sencilla y comercial que cumpliría perfecto el fin para el que fue utilizada: generar un inmenso número de descargas durante las 24 horas que se puso de forma gratuita para conseguir que el Bank of America donara un dólar a la campaña "RED" (para la lucha contra el SIDA, la malaria y la tuberculosis) por cada descarga generada en iTunes.

Debo admitir que, para un servidor, la canción en primera instancia fue un poco difícil de digerir, ya que no estaba acostumbrado a una introducción tan "electrónica" y básicamente esperaba algo diferente, algo que tiene mucho que no me pasa con U2.

En palabras de un gran amigo: ¿cuándo fue la última vez que un sencillo de U2 te generó "amor a primera oída"?

Por lo pronto, he aprendido que para no generar conflicto en una reunión, no se debe hablar de política, religión, futbol y ahora, tampoco de U2.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Daniel Solís Lemus.

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