OPINIÓN: Poco acceso de las mujeres a la red limita el desarrollo de la sociedad
Nota del editor: María Elena Meneses es profesora e investigadora en el Tecnológico de Monterrey. Puedes seguirla en su cuenta de Twitter: @marmenes . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – La penetración de internet en el mundo ha crecido 900% del año 2000 a 2016, de acuerdo con diversos informes mundiales. Actualmente hay más de 3,000 millones de usuarios, lo cual corresponde al 49% de la población mundial. Al mirar estas cifras, no se puede perder de vista que 50% se encuentra al margen de los beneficios de la conectividad.
Mientras hay naciones que superan el 90% de penetración de internet como Nueva Zelanda, Kuwait o Qatar, hay otras que no alcanzan ni el 20% como Pakistán, Nepal, Ruanda o Mozambique. Esta diferencia, que tiene una repercusión directa en el desarrollo económico y social de las personas, se complica aún más cuando la observamos con perspectiva de género.
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Algunas voces optimistas provenientes de gobiernos y empresas tecnológicas consideran que la alta penetración de teléfonos móviles entre las mujeres de países en desarrollo ayudará a disminuir la brecha , pero estudios obligan a moderar todo entusiasmo.
Una investigación de la Web Foundation, creada por Sir Tim Berners-Lee, muestra que la expansión de los teléfonos móviles no es suficiente para una conectividad significativa, por lo que es necesario analizar la calidad de la conexión y las habilidades digitales.
El estudio, basado en una encuesta a hombres y mujeres pobres en zonas urbanas en nueve países en desarrollo, encontró que mientras la mayoría de las mujeres y los hombres posee un teléfono móvil, las mujeres tienen casi un 50% menos probabilidades de tener acceso a internet.
Camerún, Colombia, India, Indonesia, Kenia, Mozambique, Nigeria, Filipinas y Uganda son los países estudiados y los resultados bien podrían ser semejantes en otros países en desarrollo con variables socioeconómicas semejantes.
Según el estudio “Derechos de las mujeres en línea. Traducir el acceso en empoderamiento”, se detectó que entre menor es el nivel de educación, mayor es la diferencia de uso de internet entre hombres y mujeres. Mientras que ésta es de 5% entre hombres y mujeres con estudios superiores a secundaria, es de 17% entre quienes no tienen formación escolar.
Estas cifras obligan a repensar las estrategias digitales para incorporar de forma contundente el uso significativo de la tecnología en las mujeres de escasos recursos. Una mujer conectada y con habilidades de uso y apropiación tecnológica se traduce en la difusión de esos conocimientos a las familias y a la comunidad por el papel que ellas tienen en la sociedad.
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De acuerdo con el estudio, en los países menos desarrollados el internet se usa para mantenerse en contacto con familiares y conocidos mediante redes sociales —97% de los encuestados hombres y mujeres las usan para estos fines—. Si bien la comunicación con familiares es relevante para llevar una vida plena, se deja de lado el resto del potencial que tiene internet, como una herramienta de desarrollo.
Las internautas son 25% menos propensas que los hombres a usar internet para buscar trabajo y 52% a expresar sus puntos de vista en temas controversiales en la Red. Solo 21% de las mujeres conectadas encuestadas utiliza internet para buscar información de salud, transporte y leyes.
Sobre la búsqueda de trabajo, son las colombianas las más propensas a utilizar internet con este fin, un 52%, mientras que las nigerianas son las menos, con 19%. La edad también se vuelve un factor relevante. A pesar de que los jóvenes se caracterizan por utilizar más fácilmente la Red, lo cierto es que también enfrentan riesgos diferentes. Seis de cada 10 hombres y mujeres internautas afirmaron haber sufrido acoso en línea.
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Una de las principales lecciones de esta investigación y que coincide con otros estudios realizados en los últimos años, es que el empoderamiento de las mujeres mediante la tecnología solo se puede lograr cuando se comiencen a eliminar obstáculos del mundo offline: falta de educación, carencia de oportunidades para participar en la vida política y social de sus comunidades y condiciones de seguridad.
Los programas gubernamentales que buscan el acceso a internet deben de incluir la brecha de género como un factor clave; reducir el costo de la banda ancha para volver asequible la Red para las poblaciones de bajos recursos; crear leyes que combatan y sancionen el acoso online.
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La brecha digital de género no solo se reducirá con conexiones y móviles, sino con acciones del mundo físico como políticas públicas y la acción multisectorial que reconozcan el papel que tienen las mujeres en el desarrollo de la sociedad digital.
El desarrollo digital es atender la calidad de esa conectividad, crear capacidades y con ello conseguir que las mujeres puedan tener un ambiente para desenvolver su potencialidad, para llevar una vida productiva y creativa. Se trata de una forma distinta y pertinente de mirar el desarrollo digital.