OPINIÓN: Preocupaciones de los CEOs a la vista
Nota del editor: Roberto Cabrera es socio líder de Industrias y Mercado de KPMG en México. Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de su autor.
(Expansión)— Aunque en los últimos años los empresarios y los consumidores se acostumbraron a la idea de que el cambio es una constante, es posible que la sociedad en su conjunto tenga que enfrentar un proceso aún más acelerado y disruptivo, que implica la transformación radical de empresas, paradigmas, conceptos de negocio, formas de trabajar y modos de consumir productos y servicios.
Una auténtica transformación en el modelo de negocio de una organización requiere que la dirección general tenga una visión clara sobre la importancia de impulsar la innovación, entender las necesidades de los clientes e implementar tecnología de vanguardia.
Se trata de temas que abren oportunidades para enfrentar los cambios radicales que se anticipan para los próximos años.
Los directores generales consideran que los próximos tres años marcarán una etapa sin precedentes con respecto a los cambios que experimentarán diversos sectores e industrias a nivel global. En la encuesta Perspectivas globales del CEO 2016, es evidente el optimismo por parte de los directivos, quienes tienen la convicción de que poseen la capacidad de liderar la transformación de sus organizaciones con el establecimiento de tres estrategias prioritarias: innovación, enfoque hacia el cliente e implementación de tecnología.
Preocupaciones actuales de un CEO
El futuro incierto es un tema de reflexión, pero sobre todo de alerta para una gran proporción de los directores generales en el mundo: a nivel global, a 88% le preocupa la lealtad de sus clientes, a 86% le inquieta la forma de responder a las necesidades de los millennials y lo que estos representan en términos de transformación, y a 86% le preocupa la cantidad de tiempo que deberá dedicar personalmente a pensar en cuanto a innovación y disrupción, y la forma en que podría cambiar su estilo de administrar y llevar la empresa.
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Para alcanzar sus objetivos, 85% confía en la inclusión de procesos automatizados, inteligencia artificial y procesos cognitivos, así como en la implementación de estas tecnologías en sus negocios. En contraste, las empresas que no se han actualizado en estos temas han tenido la percepción de que el cambio significará una transformación en el modelo de negocios.
Estas inquietudes y preocupaciones podrían ser suficientes para llenar la agenda de la alta dirección, pero a ello hay que agregar la incorporación de temas adicionales relevantes, como la búsqueda y retención de talento humano capacitado para liderar los nuevos escenarios; mantener los costos en un nivel sostenible; promover las fusiones y alianzas necesarias, y dar buenos resultados a los accionistas a pesar del ambiente de inestabilidad y creciente competencia.
La respuesta a estas problemáticas, y lo que marcará la diferencia entre unas empresas y otras, reside en la definición clara de las prioridades que deberá contener la estrategia de cada compañía, y la forma de ejecutarla para alcanzar los beneficios esperados.
Los entrevistados para este estudio tuvieron la oportunidad de seleccionar temas de valor de una serie de opciones que incluyen la expansión geográfica, el aprovechamiento de la información, la disipación de los riesgos cibernéticos y el desarrollo de la gerencia y el talento humano, entre otros.
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Las tres opciones preferidas a nivel global resultaron ser la innovación, el enfoque hacia el cliente y las tecnologías disruptivas, mientras que los directivos mexicanos, sujetos a retos específicos del entorno local, optaron por otras alternativas diferentes aunque cercanas en el panorama, que mencionaremos más adelante. Esto es un buen indicador de que cada país, y cada industria, agregarán valor mediante soluciones particulares.
Es tiempo de actual, ahora o nunca
Innovar no es una actividad que se pueda improvisar ni depende de la casualidad o la genialidad, sino que requiere un proceso de planeación, con recursos, liderazgo y metodología que garanticen como resultado un valor agregado para el negocio.
Los empresarios globales y mexicanos entienden la importancia estratégica del cliente, de quien dependen para crecer: realizan inversiones para mantener e incrementar sus niveles de lealtad y satisfacción para transformar los modelos de negocio, ofrecer nuevos y más especializados productos, y analizar información para anticiparse a las necesidades venideras.
Finalmente, en materia de tecnologías disruptivas, su importancia se destaca con el alcance de las redes sociales, los canales digitales y las aplicaciones móviles para informarse, entretenerse, jugar, comprar o comunicarse, en donde las empresas compiten entre sí por adelantarse a la competencia.
Los directores generales consideran que las reglas del juego están cambiando drásticamente, pero tienen la confianza de contar con lo necesario para afrontar esta situación, y aseguran que saldrán fortalecidos de la coyuntura actual.