OPINIÓN: Es probable que Trump haya condenado a muerte a la Tierra

Las mentiras con las que el presidente de EU justificó su decisión de eliminar el Plan de Energías Limpias tendrán consecuencias reales para los estadounidenses y el resto del mundo, aquí y ahora.

Nota del editor: Van Jones conduce el programa The Messy Truth de CNN y es presidente de

. Síguelo en Twitter como . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(CNN) — Como siempre, Donald Trump entiende las cosas al revés.

En 2015, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, creó el

para frenar la perturbación climática. Fue la primera medida que el gobierno de Estados Unidos ha tomado para reducir las emisiones de carbono de las plantas generadoras de energía.

A finales de marzo, de un plumazo, el hoy presidente de Estados Unidos, Donald Trump,

.

Es probable que Trump haya condenado a muerte a nuestro planeta (o al menos al planeta habitable para los humanos). Las mentiras con las que justificó su decisión tienen consecuencias reales para los estadounidenses, aquí y ahora.

Primero, Trump dice que quiere desmantelar el Plan de Energías Limpias porque para él representa "una regulación que acaba con los empleos". Es falso: las pérdidas limitadas en algunos sectores son mucho menores que las ganancias en otros.

El potencial de generación de empleos en el sector de las energías limpias supera por mucho la generación de empleos en el sector de los combustibles fósiles. Por ejemplo:

generaría 28,000 empleos cuando aprobara el proyecto. Sin embargo, tuvo que usar un multiplicador enorme para alcanzar esa cifra. De hecho, se generarían unos 3,000 empleos temporales en labores de construcción y únicamente 35 empleos permanentes. Así es, 35 empleos permanentes.

Por otro lado, en 2016 la cantidad de empleos en el sector de la energía solar creció un 25% respecto al año anterior, según cifras de la

, mientras que en el resto de los sectores se generó solamente un 2% más de empleos. Las energías renovables ahora generan empleos 12 veces más rápido que el resto de los sectores.

Es inexcusable e irresponsable que Trump ignore este hecho. Está lesionando a la gente a la que afirma que ayuda al rehusarse a invertir en oportunidades para generar empleos en el pujante sector de las energías limpias.

Por cierto, si a Trump realmente le importan esos mineros a los que invitó a la ceremonia de firma del decreto, debería hacer algo por los 20,000 que están enfermos, jubilados o a unas pocas semanas de perder sus prestaciones de salud si el Congreso estadounidense no actúa. ¿Cuándo hará una conferencia de prensa sobre ellos?

En segundo lugar, Trump argumenta que el Plan de Energías Limpias excede las facultades de la EPA, es decir, que es abuso de autoridad. Una vez más, es falso. El plan se basa en la Ley para el Aire Limpio del expresidente republicano Richard Nixon. Las facultades de la EPA para combatir la perturbación climática se establecieron en un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la época del ministro presidente John Roberts, durante la presidencia de George W. Bush. En el caso

(2007), cinco ministros determinaron que la EPA no solo tiene la facultad sino la responsabilidad de reducir la contaminación si amenaza la salud pública… como en efecto ocurre.

Reducir la contaminación por carbono (y defender la tierra, el agua y al pueblo estadounidense de otras amenazas potencialmente letales) no es un valor liberal ni conservador. Proteger a los estadounidenses del caos climático es lo que conviene a todos.

En tercer lugar, Trump dijo que Estados Unidos volvería a ser grande si se eliminan los reglamentos ambientales. ¿Se acuerdan cuando había ríos en llamas? Eso no era tan genial.

Si seguimos por la trayectoria que Trump propone, haremos que el smog regrese a las ciudades estadounidenses, aceleraremos las tasas de incidencia de asma en niños, verteremos más veneno en los mantos acuíferos y cobraremos montones de vidas estadounidenses.

Trump quiere concentrarse en las "regulaciones que acaban con los empleos". Debería preocuparnos también la desregulación potencialmente letal para los niños.

El gobierno debe equilibrar la capacidad de la gente de ganarse la vida… con su capacidad de vivir. Parece que a Trump se le olvida esto por completo.

Por ejemplo: Kamita Gray, de Brandywine, Maryland, vive en una de las regiones más contaminadas de Estados Unidos. Brandywine está en el condado Prince George, cuya población es 65% afroestadounidense. Esta comunidad tiene tres plantas termoeléctricas en las cercanías y se están desarrollando dos más. La calidad del aire es tan mala que cuando el viento sopla, la gente no sale de su casa.

Las comunidades como Brandywine tendrán que enfrentarse a la contaminación que genera la quema de combustibles fósiles en las plantas termoeléctricas de sus localidades. Si Trump quiere que Estados Unidos vuelva a ser grande, tiene que recordar que Brandywine también es parte de Estados Unidos.