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OPINIÓN: ¿Qué otros temas parecen conquistables en Arabia Saudita?

Si bien las implicaciones prácticas del fin de la prohibición de conducir a las mujeres son innegables, son superadas por las repercusiones de su simbolismo, opina la analista Eman Al Nafjan.
dom 01 octubre 2017 07:05 AM

Nota del editor: Eman Al Nafjan es la autora de Saudiwoman's Weblog, un blog sobre la sociedad saudita, la cultura, las mujeres y los derechos humanos. Ella reside en la capital saudita, Riad. LLas opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora.

(CNN) – Un par de horas antes de conocerse la noticia del fin de la prohibición de conducir que pesaba sobre las mujeres en Arabia Saudita, habían circulado rumores relativos a que se avecinaba un decreto sobre un tema que concernía a las mujeres.

Sospeché que podría tratarse de la prohibición de conducir, pero después de años de haber luchado sin éxito en ese frente, yo casi había perdido la esperanza de que sucediera.

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Durante las últimas semanas, amigos míos habían estado planeando fiestas en Yeda, Riad y Dammam para conmemorar el 27 aniversario de la primera protesta contra la prohibición. Desde el 6 de noviembre de 1990, los hombres y las mujeres sauditas han pagado un alto precio por expresar su oposición a la ley que prohibía a las mujeres conducir.

Los innecesarios sacrificios de tanta gente cruzaron mi mente mientras leía los tuits emitidos por la agencia de noticias saudita anunciando que la prohibición había sido derogada .

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La forma en que se levantó la prohibición parecía demasiado simple para ser real.

Inicialmente me sentí abrumada con mi propia impotencia como una mujer que vivía en una monarquía patriarcal absoluta. ¿Fueron nuestros esfuerzos la razón por la que se levantó la prohibición? ¿O era una decisión que se había tomado independientemente de nuestras luchas?

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Sin embargo, el repiqueteo del teléfono y los mensajes de amigos hicieron que dejara a un lado mis frustraciones, y no pude evitar contagiarme de la felicidad de los demás.

Una amiga me contó que oyó la noticia mientras compraba en un centro comercial. Dijo que completos extraños se informaban y felicitaban unos a otros.

A pocos minutos del anuncio, las redes sociales se llenaron de ridículas bromas misóginas acerca de la forma en que conducen las mujeres. La mayoría de las bromas eran sobre vehículos pintados de rosa y púrpura y la conveniencia de invertir en grúas remolcadoras ahora que ellas tomen el volante. Pero estaba demasiado feliz para molestarme.

nullSi bien celebro que el gobierno finalmente haya permitido que las mujeres puedan conducir, es importante detenerse y pensar en todos los hombres y mujeres que se han opuesto con valentía a dicha prohibición durante los últimos 27 años:

* Las 47 mujeres que condujeron sus vehículos en protesta en 1990 y el hombre que las fotografió fueron todos arrestados. Las mujeres fueron suspendidas de sus trabajos y se les prohibió viajar mientras que el hombre, Saleh Al-Azzaz, fue encarcelado por meses.

* En 2006 Mohammed Al Zulfa arriesgó -y eventualmente perdió- su lucrativa posición en el Majlis al-Shura, un consejo consultivo no electo, después de insistir en que la prohibición fuera levantada.

* La mujer que llevó el tema a la escena mundial en 2011, Manal Al Sharif, le dijo al Daily Mail Australia que tuvo que pasar nueve días en la cárcel, perdió su trabajo y, lo que es más importante, la custodia de su hijo.

* Maysaa Al Amoudi y Loujain Al Hathloul fueron acusadas de terrorismo y pasaron 70 días en prisión por usar las redes sociales para publicar videos de su intento de cruzar conduciendo la frontera de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

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Hay muchos nombres más, pero también hay muchos que permanecerán anónimos.

Si bien las implicaciones prácticas del fin de la prohibición son innegables, son superadas por las repercusiones de su simbolismo.

¿Cómo pueden los niños considerar a su madre en el mismo plano que su padre cuando es tratada como un menor cada vez que la familia entra en un automóvil?

¿Qué tan en serio toma un adolescente a su madre cuando él tiene más opciones y control que ella? A las mujeres saudíes cirujanas se les confiaba la vida de otras personas en la sala de operaciones, pero no se les confiaba el volante en la carretera.

Ahora, con la derogación de la prohibición, otros temas parecen conquistables. El problema más importante en este momento es el sistema de tutela masculina.

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La tutela (guardianship) es un término usado para describir el extremo patriarcado de la burocracia saudita. En la práctica, puede ser un inconveniente menor pero insultante, como el requisito de una universidad de que las estudiantes universitarias obtengan un permiso firmado de su “guardián” o tutor masculino antes de unirse a cualquier actividad fuera del campus.

En otros casos, puede ser tan atroz como ser condenada a meses de prisión por la acusación de "desobediencia filial".

Hace más de un año, comenzó una campaña en redes sociales contra la tutela, organizada principalmente por estudiantes universitarias y recién graduadas. La mayoría de estas jóvenes activistas son víctimas del sistema de tutela o testigos del sufrimiento de sus amigas y familiares.

Un gran avance se produjo cuando la Corte Real emitió una orden para que todas las agencias gubernamentales crearan un inventario de las regulaciones que limitan a las mujeres y las sometieran a revisión en un lapso de tres meses a partir del 17 de abril.

Todavía está por ver qué saldrá de esa orden. Pero esta semana aprendí que en mi país, las transiciones vitales pueden suceder tan súbita y silenciosamente como un tuit de la agencia de prensa saudita.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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