OPINIÓN: Mujeres de todas partes despiertan y popularizan el movimiento femenil
Nota del editor: Marianne Schnall es autora del libro What Will It Take to Make a Woman President? Conversations about Women, Leadership and Power. Es fundadora de Feminist.com y del movimiento What Will It Take. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(CNN) — 2017 ha sido un año turbulento y desafiante para las mujeres.
Comenzando con la toma de posesión de la presidencia estadounidense por parte de Donald Trump, en este año los ataques del Partido Republicano contra las mujeres se intensificaron: le quitaron recursos a Planned Parenthood, socavaron los derechos jurídicos y reproductivos de las mujeres y redujeron prestaciones de salud esenciales.
También hubo amenazas en cuestiones que a las mujeres les importan: protecciones para los niños, los derechos humanos y el medioambiente, por mencionar solo algunos. Luego, llegó la epidemia explosiva de reportes de acoso y agresiones sexuales que puso en evidencia lo prevalente que es este problema para las mujeres de todos los estratos.
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Con todo lo que ha ocurrido, para muchas mujeres (y para los hombres) ha sido difícil no sentirse abrumadas y desanimadas. Y sin embargo, hay algo positivo: las mujeres están despertando.
Como reacción a estos intentos por disminuir nuestro poder y silenciarnos, las mujeres están aprovechando su indignación. Están más comprometidas, más energizadas y más decididas que nunca. Cuestiones que se habían ignorado desde hace mucho finalmente emergen y las mujeres empiezan a alzar la voz para influir y exigir un cambio real.
Como me explicó Kirsten Gillibrand, senadora por Nueva York y fundadora del movimiento Off the Sidelines, "una de las únicas ventajas de la presidencia de Trump es que cada vez más mujeres empiezan a tener el valor de alzar la voz y pelear por las cosas que más les importan, ya sea el acoso sexual en el trabajo o los permisos con goce de sueldo. Lo vimos con la Marcha de las Mujeres y lo volvimos a ver el día de las elecciones, el mes pasado, cuando las mujeres de todo el país dejaron de quedarse al margen, se postularon para un cargo público y ganaron". (Nota del editor: la hija de la autora ha trabajado como pasante de la senadora).
Esta llama que ahora arde en las mujeres explica por qué tras un año tan difícil, tenemos razones para no perder la esperanza. Me gustaría proponer algunas razones para ser optimistas de cara a 2018… para recordarnos que vivimos en un momento definitorio de nuestra historia, uno que podemos ampliar y profundizar. Un momento de transformación.
1. Las mujeres de todas partes despiertan y popularizan el movimiento femenil
Las mujeres están protestando, marchando, organizándose y amasando poder. Ya sean los millones de mujeres que participaron en la Marcha de las Mujeres, las sobrevivientes que han contado valientemente su historia de acoso y agresión sexual o los millones de mujeres que participan en el movimiento #MeToo, queda claro que las mujeres ya no van a quedarse calladas. Estas personas que han roto el silencio (y a quienes la revista Time nombró "Persona del año") no solo alzan la voz, sino que se están haciendo escuchar.
nullEl "movimiento femenil" se ha popularizado y diversificado; las redes sociales son cada vez más efectivas para movilizar a las generaciones más jóvenes de mujeres y niñas.
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De igual forma, los hombres están participando más, haciéndose más conscientes de las cuestiones de género y encontrando formas de ser aliados activos. Esta semana, el diccionario Merriam-Webster's designó "feminismo" como palabra del año: fue la palabra más buscada del año en el sitio web del diccionario.
Como me dijo Maxine Waters, una diputada por California que ha sido una de las defensoras más activas de esta nueva "resistencia": "Cuando hablé en la histórica Marcha de las Mujeres, en enero, me sentí extremadamente inspirada y animada. Luego de que Donald Trump resultara electo —un hombre que dice que no siente ningún respeto por las mujeres y que está listo para usar su cargo para dar marcha atrás en los avances del movimiento femenil, del movimiento por los derechos civiles y del movimiento LGBTQ—, un grupo muy diverso de mujeres organizó la Marcha de las Mujeres, en la que miles de mujeres de todas las edades, etnias, religiones y estratos se reunieron y llamaron la atención sobre nuestras inquietudes como no había pasado en varios años".
Prosiguió: "Desde la marcha, me he sentido muy complacida con la guía y la participación de generaciones más jóvenes de mujeres, particularmente las millennials, quienes retoman lo que comenzó en enero y que se están postulando para cargos de elección popular en cantidades récord, que organizan a sus comunidades y, como hemos visto con #MeToo, que hablan audaz y direztamente hacia el poder con el fin de pelear por el cambio que necesitamos tan desesperadamente en este país. De esto se trata la 'resistencia' y estas señales me sirven para seguir teniendo esperanzas en este periodo tan turbulento y caótico en nuestro país".
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2. El poder político de las mujeres está creciendo
Las mujeres se están postulando para cargos de elección popular en cantidades récord; ha habido un incremento radical en la cantidad de mujeres que organizan campañas de recaudación de fondos y cada vez surgen más líderes fuertes. La paridad de las mujeres en la política se está reencuadrando —con justo derecho— como un componente esencial de una democracia meditativa; la necesidad de que las mujeres aporten sus reflexiones y sus voces al gobierno nunca había sido tan clara.
Emily's List, una organización dedicada a elegir a mujeres a cargos de elección popular, informó que ha aumentado radicalmente la cantidad de mujeres interesadas en postularse: más de 22,000 mujeres se han puesto en contacto con la organización desde que Trump resultó electo. Otros grupos que ofrecen programas de capacitación para mujeres han reportado incrementos similares y también notan que las mujeres que se postulan son cada vez más jóvenes y de estratos más diversos.
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En noviembre de este año, a un año de las elecciones de 2018, la cantidad de candidatas a la Cámara de Representantes y al Senado fue casi del doble de las que se postularon en 2016, según datos del Centro para las Mujeres y las Políticas Estadounidenses de la Universidad de Rutgers . En las elecciones que acaban de celebrarse en noviembre, hubo triunfos prometedores para las mujeres y la diversidad; en ciudades de todo el país se eligió por primera vez a una mujer, a un miembro de una minoría o a un candidato transgénero para un cargo de elección popular.
Los cambios al panorama político se ejemplifican también con la movilización de las electoras negras para influir decisivamente en la carrera al Senado federal en Alabama, que se llevó a cabo el 12 de diciembre.
Stephanie Schriock, presidenta de Emily's List, exhorta a todas las mujeres a involucrarse políticamente en todas las formas que puedan: "Hago un llamado a todas a involucrarse ahora. La forma en la que lograremos que esto ocurra, de costa a costa, en todos los estados, es involucrándose, ya sea en las elecciones locales, ya sea como candidata o respaldando a alguien. La democracia no es algo en lo que puedas mantenerte al margen: tienes que involucrarte, arremangarte la camisa y ayudar a tus hermanas a lograrlo. Podemos lograrlo".
3. Se está empezando a hacer rendir cuentas a algunos hombres poderosos por casos de acoso y agresión sexual
El mundo está viendo que algunos de los hombres más poderosos y famosos del mundo están cayendo de su pedestal al enfrentarse a acusaciones de comportamiento abusivo. Casi todos han perdido rápidamente sus empleos o sus plataformas y se enfrentan al escarnio público.
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Las empresas y los medios de comunicación están emitiendo comunicados severos y demostrando cero tolerancia a la mala conducta sexual; los políticos acusados de agresión también se están viendo obligados a renunciar. Los reportes de presunto abuso sexual de parte de Roy Moore, candidato al Senado de Alabama, pudieron ser la causa de que perdiera las elecciones esta semana y cada vez son más los legisladores y otros personajes que piden que Donald Trump renuncie por sus presuntos abusos (CNN ha reportado que ambos hombres niegan las acusaciones).
Eve Ensler, fundadora del grupo antiviolencia V-Day y autora de la obra de teatro Los monólogos de la vagina, me dijo que reconoce que este momento de rendición de cuentas es buen comienzo, pero nos recuerda que debemos seguir siendo proactivos: "Este podría ser un punto de inflexión, pero tienen que pasar muchas cosas. El tsunami de revelaciones tiene que traducirse en acción irreversible concreta, de revelación a transformación, de revelación a revolución".
4. Los hombres son parte de esta revolución cultural
Mientras #MeToo se vuelve la noticia del año, muchos hombres empiezan a reflexionar en su propia conducta y en la de sus colegas; parece que nuestra sociedad está en los albores de una muy postergada conversación nacional sobre el abuso del poder y los privilegios, la socialización de hombres y niños, la cosificación de las mujeres y la cultura de masculinidad tóxica.
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Se está llevando a cabo un reencuadre importante: estos no son "asuntos de mujeres" —malentendidos, trivializados y marginados como tales—, sino asuntos humanos que tenemos que abordar juntos, Ted Bunch, cofundador de A Call To Men, un grupo que informa a hombres de todo el mundo en temas de virilidad saludable y respetuosa, me habló de que tiene la esperanza en que este cambio traiga consigo una transformación: "Esperamos que los hombres empiecen a entender que ellos son la solución. Tenemos la oportunidad de hacer que los hombres entiendan que nuestra socialización colectiva desemboca en una cultura que devalúa a las mujeres y que a final de cuentas permite que muchas formas de violencia y discriminación persistan y nos afecten a todos".
Aunque 2017 ha estado lleno de obstáculos, no podemos negar que también ha servido para dar valor a mujeres y niñas. Este podría ser un punto de inflexión si lo usamos constructivamente y aprovechamos esta energía. Es necesario que todos nos mantengamos alertas y abordemos los asuntos que nos importan.
La senadora Gillibrand me dijo que "conforme nos acercamos al año nuevo, mi consejo para las mujeres es el siguiente: no esperen a que un caballero blanco de Washington llegue cabalgando y nos salve. Esperarán para siempre. Las bases son las que generan el mensaje, emprenden las campañas y ganan las elecciones que a final de cuentas cambian a nuestro país para bien".
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