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OPINIÓN: El arquitecto de la campaña de Obama tiene un consejo para Oprah

La conductora de TV tal vez ceda ante los ruegos urgentes de los estadounidenses que buscan una fuerza célebre lo suficientemente poderosa como para contrarrestar a Donald Trump, opina David Axelrod.
mié 10 enero 2018 04:00 PM

Nota del editor: David Axelrod escribe artículos de opinión para CNN y conduce el podcast The Axe Files , que se transmite regularmente en CNN. Fue asesor sénior del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, y jefe de estrategias de las campañas presidenciales de Obama en 2008 y 2012. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — Oprah es un ícono cultural, una marca conocida y respetada tan prevalente que ya no necesita apellido. Es brillante, considerada y culta y tiene una larga historia como activista. Tiene una grandiosa historia estadounidense, una empatía enorme y la capacidad extraordinaria de comunicarse poderosa y auténticamente, como vimos en su discurso en los Globos de Oro .

Ante un país que espera ávidamente un mensaje unificador y optimista, Oprah se mostró dinámica y desató un frenesí instantáneo en las redes sociales, en donde la consigna #Oprah2020 no ha dejado de circular.

OPINIÓN: Oprah sería una presidenta excepcional

En una entrevista después de la ceremonia, su pareja de hace muchos años, Stedman Graham, arrojó un leño al fuego (bueno, mejor dicho, un tronco completo) cuando dijo que Oprah "lo haría, definitivamente" y agregó que "depende de la gente".

No se puede saber si Stedman lo hizo a propósito o si se dejó llevar por la actuación sobresaliente de Oprah y por las libaciones posteriores a la ceremonia (si fue lo segundo, hay que preguntarse cómo transcurrió la conversación cuando ambos llegaron a casa). Y ¿qué hay de lo que dijo la mejor amiga de Oprah, Gayle King , en el programa CBS This Morning del martes, respecto a que a Oprah "le intriga mucho la idea de postularse"?

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Lee: Ivanka Trump halaga el discurso de Oprah Winfrey

Más de una persona me dijo que el discurso le recordó al emocionante bautizo de Barack Obama en la política estadounidense con su discurso en la Convención Demócrata de 2004. Sin embargo, Obama no saltó de ese escenario en Boston al Despacho Oval. Tuvo que recorrer un camino arduo y sinuoso desde la calidez de la plataforma del orador a la cruda realidad de la vida como candidato a la presidencia.

Como Obama sabe, la campaña está repleta de presiones incesantes y de indignidades interminables. Un candidato cede el control de su vida y somete todo a las necesidades voraces de la campaña. Cada acción y cada declaración del pasado, hasta las de la niñez, se reevalúan a través de una lente política. Tal vez lo más sobrecogedor para una candidata como Oprah es que en vez de elegir tus temas, te los imponen, usualmente tus oponentes o los reporteros maliciosos que quieren tenderte una trampa.

OPINIÓN: Oprah Winfrey salvó los Globos de Oro

Postularse a la presidencia es una carga agotadora. Aunque Obama es talentoso, le tomó varios meses agarrar el ritmo como candidato y aún más darse cuenta de cómo superar el dolor para disfrutar las alegrías de encabezar una causa valiosa. No sé cómo le iría a Oprah con esto.

Sí, hasta ahora ha transitado por su vida y su carrera magníficamente, ha tomado decisiones astutas gracias a las que se ha vuelto una multimillonaria entrañable y un enorme éxito comercial. Pero lo hizo bajo sus propios términos, algo casi imposible de hacer cuando eres candidato a la presidencia. Tendría que despejar las dudas de los estadounidenses sobre tener otra celebridad en la presidencia después de la experiencia con Trump. Podría ponerse de moda tener experiencia en el gobierno, en cualquier nivel.

nullSi todo funciona, si soporta la carga y emerge del otro lado, habrá conseguido el trabajo más serio y difícil del mundo, un trabajo con el que viviría las 24 horas del día, los siete días de la semana. También entraría en un capullo restrictivo de seguridad del que nunca podrá escapar del todo por el resto de su vida. Si de verdad te importa hacer la diferencia, la recompensa de ser presidente puede ser extraordinaria y satisfactoria, pero el precio es alto.

Cuando Obama estaba decidiendo si se postularía, en los primeros días de 2007, le di un consejo político : que en 2008 tendría una oportunidad que tal vez nunca volvería a tener. Sin embargo, le dije que como su amigo quería que pensara claramente si estaba listo para hacer ese compromiso en su nombre y en el de su familia.

Lee: El discurso de Oprah en los Globos de Oro, ¿un avance político?

"Bueno, pues resulta que ser Barack Obama es una chamba bastante buena", dijo, reconociendo que no sentía la necesidad de ser presidente para sentirse completo. "Pero si vas a estar en el servicio público, ¿por qué no intentarlo desde lo más alto, en donde puedes hacer la mayor diferencia?".

Oprah no está en el servicio público y es muy probable que tenga la mejor chamba del planeta. Tal vez ceda ante los ruegos urgentes de los estadounidenses que buscan una fuerza célebre lo suficientemente poderosa como para contrarrestar a Donald Trump. Tal vez los mismos instintos impecables que han servido para que Oprah sea un éxito le impidan arriesgarlo todo para entrar en un mundo del que nadie sale indemne.

Lee: Oprah Winfrey, ¿la perfecta candidata antiTrump?

Twitter está desatado con consignas: "¡Postúlate, Oprah, postúlate!".

Yo propondría otra: "¡Piénsalo, Oprah, piénsalo dos veces!".

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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