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OPINIÓN: Trump aprende una lección sobre mercados accionarios… por las malas

La caída accionaria del lunes en Estados Unidos acaba con las ganancias completas de este año… ganancias por las que Trump se felicita casi todos los días, opina David A. Andelman.
mar 06 febrero 2018 09:59 AM

Nota del editor: David A. Andelman es investigador visitante del Centro para la Seguridad Nacional de la Escuela Fordham de Derecho y director de su Red Lines Project. También colabora con CNN y escribe artículos para el diario estadounidense Usa Today. Escribió el libro A Shattered Peace: Versailles 1919 and the Price We Pay Today. Fue corresponsal extranjero del New York Times y corresponsal de CBS News en Asia y Europa. Síguelo en Twitter como @DavidAndelman . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — Donald Trump está aprendiendo una lección muy difícil. Los mercados que pueden subir, pueden bajar repentina y estrepitosamente. Además, esa lección tiene otra parte. Cuando tomas lo bueno, también aceptas lo malo.

Esa fue la desconcertante conclusión de la caída más grande en un solo día en la historia del índice industrial Dow Jones, el lunes 5 de febrero: 1,175 puntos en un día o 1,841 puntos en los dos días anteriores de operaciones. En términos de porcentaje, es la caída más grande desde la crisis económica de 2008.

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En el caso de los índices más importantes, la caída accionaria del lunes acaba con las ganancias completas de este año… ganancias por las que Trump se felicita casi todos los días. Para poner las cosas en perspectiva, se ha borrado más de un billón de dólares de los libros y las manos de los inversionistas, los jubilados y cualquier persona que tenga una cuenta de ahorro para el retiro 401(k) o IRA.

Esto tiene más repercusiones de lo que se ve a simple vista. También es el primer día del nuevo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, luego de que el fin de semana, su predecesora, Janet Yellen, dijera que estaba muy decepcionada de que Donald Trump no le hubiera dado un segundo mandato. Es probable que los mercados quisieran tener a alguien más experimentado al timón en este momento.

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Fue un día muy ajetreado que puso a prueba hasta a las almas más ecuánimes. Sin embargo, Trump, quien pasó la tarde en Ohio promoviendo su plan económico y fiscal y cuánto beneficia al estadounidense promedio, no dijo ni una palabra sobre lo que pasaba 1,000 kilómetros al este, en la Bolsa de Valores de Nueva York.

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No cabe duda de que a Trump le está costando digerir esta noticia. Tal vez sea difícil para un magnate inmobiliario neoyorquino, acostumbrado a vender sus rascacielos lujosos a los titanes corporativos y a los inversionistas mundiales en tiempos buenos o malos.

Muchos de los expertos de Wall Street estuvieron listos para insinuar que este podría ser un acontecimiento breve y único, una "caída relámpago", como indicó James Cramer en CNBC antes del cierre de los mercados.

Sin embargo, los días como el lunes pueden volverse una bola de nieve. Muchas personas, al enterarse de las noticias por la noche del lunes o al revisar el saldo de su cuenta 401(k) el martes por la mañana, bien podrían pensar que el fin está cerca y agravar el pánico si deciden vender los fondos de inversión de sus portafolios.

nullAunque los inversionistas institucionales podrían ser los responsables de lo ocurrido en los dos días previos de operaciones, los pequeños inversionistas podrían empezar a deshacerse de sus fondos de inversión incluso desde el martes. Los administradores de fondos se verían obligados a vender acciones —que pudieron haber conservado para recaudar efectivo— para cubrir las liquidaciones. Las ventas forzadas agravarían a su vez la espiral descendente del mercado.

Pese a todo, hay un rayo de esperanza en el horizonte. Primero, un giro tan radical en Wall Street podría frenar los planes de la Reserva Federal de seguir subiendo las tasas de interés este año, aunque el nuevo presidente, Jerome Powell, haya callado juiciosamente el lunes. El alza de las tasas de interés puede tener un efecto depresor sobre los mercados accionarios, afectar las ganancias de las empresas e indicarles a algunos inversionistas que lo mejor que podrían hacer es vender sus acciones y comprar bonos.

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También tenemos la realidad que Trump debe enfrentar. La economía y los mercados accionarios no siempre van de la mano… y eso puede ser positivo. Las ganancias empresariales y el crecimiento económico no habían estado tan bien desde hacía mucho tiempo y hasta ahora, no dan señas de debilitarse.

Tampoco parece probable que se avecine una recesión. Al menos, ese es la última esperanza a la que nos aferraremos hasta que los mercados vuelvan a subir, como ocurrirá inevitablemente.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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