OPINIÓN: Los problemas apenas empiezan para Jared Kushner
Nota del editor: Jen Psaki es analista política de CNN. Fue directora de comunicaciones de la Casa Blanca y portavoz del Departamento de Estado durante la presidencia de Obama. Es vicepresidenta de Comunicación y Estrategia del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. Síguela en Twitter: @jrpsaki . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(CNN) — La restricción de la autorización de acceso a información de Jared Kushner no es el fin de la historia, a menos que estés pensando en su carrera diplomática. Esa llegó a su fin.
Pese a que tanto el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, como el abogado de Kushner afirman que "la nueva política de autorización de acceso a información no afectará la capacidad del Sr. Kushner para seguir con el trabajo tan importante que le asignó el presidente", eso es justamente lo que pasará.
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La confianza en Jared Kushner como negociador principal en toda clase de temas, ya sea la paz en Medio Oriente, los acuerdos comerciales o las relaciones de Estados Unidos en Asia, fue menguando lentamente a lo largo del pasado año debido a su inexperiencia, a la falta de respeto de parte de los líderes mundiales y a los actos de su jefe y suegro, Donald Trump, presidente de Estados Unidos. La pérdida oficial de su autorización temporal de acceso a información delicada no debería sorprender a nadie. Una pregunta válida que la Casa Blanca tendría que responder es por qué tardaron tanto en hacerlo.
Como trabajé en la Casa Blanca intermitentemente durante ocho años y viajé alrededor del mundo durante dos años con un verdadero diplomático de alto rango —el entonces secretario de Estado, John Kerry—, puedo confirmar sin lugar a dudas que no se puede estar en el frente diplomático como principal representante de Estados Unidos sin contar con el nivel más alto de acceso a la información. ¿Por qué? Pues porque este acceso brinda información y datos sobre las potencias extranjeras, sobre sus líderes y sobre sus posturas respecto a los temas actuales, información que da ventaja a los negociadores. Es imposible ser el jefe de negociadores o el jefe de representantes del presidente sin tenerlo.
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No sabemos cuál fue la verdadera razón de la restricción, pero los cambios en las tareas asignadas a Kushner son el menor de sus problemas.
Si crees en lo que dice la Casa Blanca, la circular que se envió al personal de la Casa Blanca (incluido Jared Kushner), en la que se les informaba de las nuevas restricciones a su acceso a la información, fue parte del esfuerzo del jefe de gabinete, John Kelly, por tomar medidas significativas para reducir la cantidad de empleados de alto nivel con autorizaciones temporales de acceso a la información. Donald Trump pudo haber revertido la decisión… pero no lo hizo.
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El suegro de Kushner, el presidente de Estados Unidos, nunca ha dudado en romper las reglas, en hacer compromisos públicos contradictorios o en tomar decisiones que representan claramente un conflicto de interés. Pero no lo hizo para beneficiar a Kushner, aunque eso signifique reducir sus funciones considerablemente. Las posibles razones de las restricciones afectan a mucho más que las responsabilidades laborales de Kushner.
El martes 27 de febrero surgieron reportes de que no una, sino cuatro potencias extranjeras (Emiratos Árabes Unidos, China, Israel y México) habían estado planeando formas de influir en Kushner. ¿Por qué? Por su inexperiencia, su falta de conocimientos y sus vulnerabilidades financieras.
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Los problemas de Jared Kushner apenas comienzan. En casi cualquier otra presidencia, esta clase de revelaciones suscitaría llamados inmediatos a que el Congreso lleve a cabo una investigación. Es más combustible para la investigación a cargo de Robert Mueller, no porque haya nuevos datos sobre la influencia o los contactos rusos, sino porque estos reportes confirmaron que Jared Kushner es uno de los principales candidatos a ser influidos por las potencias extranjeras, porque esto demuestra que su ingenuidad, su inexperiencia, su imprudencia y sus problemas financieros provocaron que no nada más los rusos se relamieran los bigotes ante la posibilidad de acercarse a Trump.
Es probable que el intento de Jared Kushner por lograr la paz en Medio Oriente esté muerto. Pero las preguntas sobre sus contactos y sus encuentros con las potencias extranjeras apenas comienzan.
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