OPINIÓN: La nueva era de las 'erts' en México
Nota del editor: Carlos Olivos es director de Comunicación de Uber México. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(Expansión) — Hasta hace poco tiempo, pararse en la calle y esperar a que pasara un taxi con el letrero “LIBRE” encendido era una práctica común para quienes queríamos movernos en la ciudad para llegar a lugares a los que el metro, el autobús y demás opciones de transporte público no tenían acceso. El uso de la bicicleta en ese entonces no era algo cotidiano.
En 2013, la tecnología hacía posible saber cómo se llamaba la persona tras el volante, seguir la ruta del viaje, pagar con tarjeta de crédito y hasta poder compartir la ruta de tu viaje a tus amigos y familiares con tan solo un click; una forma segura, accesible y eficiente de transporte bajo demanda.
La necesidad de un servicio de mejor calidad hizo que el transporte privado a través de aplicaciones creciera exponencialmente, y esto abrió el mercado para la llegada de nuevos competidores como Cabify, CityDrive y LauDrive por mencionar algunos. Y es que el modelo de economía colaborativa también definió una nueva forma de hacer negocios y se volvió un referente para nuevos emprendimientos que vieron en la tecnología la oportunidad para mejorar la calidad de vida de los usuarios al mismo tiempo que les brindaba nuevas oportunidades económicas.
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Hoy, el mercado mexicano está madurando y generando, de la mano de las empresas de redes de transporte (ERTs), ambientes regulados y propicios para mejorar la movilidad en las ciudades, brindar nuevas oportunidades de autoempleo y dinamizar la economía en el territorio. Como resultado de esta evolución, este 2018 se espera la llegada de nuevos competidores internacionales como Didi Chuxing o Lyft. Y es que México, con más de 127 millones de habitantes y con 34.5 millones de viajes que se realizan diariamente tan solo en la ZMVM, según la encuesta de movilidad del INEGI de 2018, ofrece las condiciones idóneas para ayudar a las empresas a escalar una idea para hacerla exitosa en América Latina y el resto del mundo.
La llegada de más competidores al mercado mexicano de ERTs es algo positivo ya que contribuirá a la libre competencia, es decir, ayudará a que las personas tengan más opciones para transportarse y contribuirá a que los servicios que actualmente se ofrecen sean mejores. Particularmente, espero que también contribuya en la creación de marcos regulatorios correctos que permitirán la generación de más opciones de empleo y la implementación de más desarrollos tecnológicos en el país.
El año pasado fue una etapa de mucho aprendizaje para las empresas líderes dentro de esta categoría, con inversiones importantes para el desarrollo económico del país, diversas conversaciones con autoridades locales para la generación de regulaciones incluyentes alrededor del país e incidentes relacionados con seguridad . Como resultado, los servicios de las ERTs han evolucionado, incrementando las funciones de seguridad y reforzando los sistemas de calidad, y es que México puede ser un mercado atractivo financieramente, pero también peculiar por su entorno de seguridad.
A la par, el usuario mexicano es ahora mucho más selectivo y educado en términos de economía colaborativa y uso de la tecnología. Con ello, todos los que ofrecemos servicios de transporte colaborativo tenemos la obligación de cumplir las expectativas de calidad y seguridad que nos demandan nuestros usuarios.
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¿Qué pasará? El tiempo lo dirá, por lo pronto ha llegado el momento de ver como una nueva categoría, la de las Empresas de Redes de Transporte, se consolida en el país con la llegada de más competidores. Y como usuarios, hoy más que nunca necesitamos evaluar y calificar todos nuestros viajes, para así también contribuir a que la calidad de las ERTs mejore, y junto a ella, la movilidad de nuestra ciudad.
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