Publicidad
Publicidad

OPINIÓN: Amazon es una burbuja, ¿las acciones estrella del Nasdaq también?

Rendimientos pasados no son garantía de rendimientos futuros, pero los inversores siempre están rozagantes en los techos y depresivos en los pisos, apunta Roberto Ruarte.
jue 19 julio 2018 09:00 AM

Nota del editor: Roberto A. Ruarte es asesor en mercados financieros. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) — Amazon se ha convertido en la acción o emisora mimada en Wall Street, desde el comienzo de la cotización como IPO en 1997 se han cumplido 21 años de Fibonacci.

En este periodo la acción subió más del 93,000%; sí, leyó bien, si hubieras comprado 10,000 dólares de esta emisora en la oferta inicial de 1997, hoy tendrías más de 9 millones de dólares.

Este año, por varios motivos, ha sido el año de Amazon. Es una de las acciones del Nasdaq y del Sp500 que más subió, su valuación trepó a 896 billones de dólares y su principal tenedor, Jeff Bezos, pasó a ser el primer billonario que supera por su tenencia los 100,000 millones de dólares, siendo el hombre más rico del planeta.

Lee: Esta es la verdadera razón de la fortuna de Bezos

Como siempre ocurre con buenos rendimientos, tener a su máximo tenedor como el más rico del mundo -AMZN es la acción para tener en cualquier portafolio de renta variable-, si sigue con este rendimiento teniendo en cuenta lo que crece México y Argentina, en dos años no alcanzarán el GDP de México y de Argentina para comprar a AMAZON.

Publicidad

Pero Amazon es parte de las famosas FAAMNG, estas son las acciones estrella del Nasdaq y que contribuyen también al Sp500, son las iniciales Facebook, Amazon, Apple, Microsoft, Netflix y Google, si sumamos el valor de capitalización en Bolsa de las mismas superon los 4 trillones de dólares, esto es más del GDP de Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú y Chile.

De hecho, si no tuviéramos en cuenta el rendimiento de estas seis acciones, el Sp500 estaría en terreno negativo, y solo Amazon ha contribuido con el 36% por ciento de la subida del 2018 del Sp500.

Estas seis acciones negocian en promedio 25,000 millones de dólares diario, que se cambian de mano entre operadores, esto es superior al volumen diario de todas las Bolsas latinoamericanas juntas.

Rendimientos pasados no son garantía de rendimientos futuros, pero los inversores siempre están rozagantes en los techos y depresivos en los pisos.

Cuando salió el IPO de Amazon muchos presagiaban que la compañía colapsaría en manos de Barnes & Noble y no le auguraban un buen futuro en la Bolsa de Valores; 20 años después, Barnes & Noble ha decrecido un 13% y Amazon ha subido un 93,000%.

Ahora, los comentarios son opuestos; señalan que Amazon es una emisora para tener toda la vida, que si rompe la media el Sp500 hay que comprar Amazon, y si perfora para abajo no se debe preocupar, se debe mantener Amazon o comprar más. Esto es el paso del excepticismo a la euforia, el paso de los grandes pisos a los grandes techos.

En la última parte de la centuria pasada me tocó gozar de las mieles de Yahoo, una emisora que en su ipo salió a valor de centavos de dólar y subió a niveles superiores a los 400 dólares; luego, con la crisis de las punto com, pasó a valer nuevamente un dígito.

Lee: Bezos vale 150,000 mdd

Pero como siempre ocurre en las euforias y burbujas los inversores piensan que esta vez es distinto, el Sp500 está listo para romper 10 años seguidos de ganancias en la historia. Históricamente en 9 años, luego venía un ajuste o corrección, pero la frase más escuchada es “esta vez es distinto”.

Como si en 1929, en 1966, en 1987 y en el 2000 no hubieran pululado grandes noticias, en el 2000 se hablaba de que luego de descubierto el ADN se clonarían personas, llegaríamos a Marte, viajaríamos a través del tiempo, controlaríamos el clima y el tiempo.

Nada de eso ha ocurrido y después del 2000 las tecnológicas que habían sido las estrellas en la subida 1988/2000 colapsaron en dos años el 80% de su valor.

OPINIÓN: Por qué Amazon Prime debería ser gratuito

Quizá lo más emblemático venga por una acción TSLA, cuyo CEO es símbolo de lo que puede venir en el futuro. Esa emisora mueve 2,500 millones diarios, en Wall Street pierde dinero, su Per es negativo, pero vale 54,000 millones más que los 43 millones de Ford, que gana dinero y sus ventas de autos son varias veces las del TSLA.

El inversor apuesta y cree que en el futuro esa empresa dejará de perder y ganará, una mirada optimista acerca del futuro y proyectos faraónicos tecnológicos -como pasó en el 2000, y en el mismo 1969 cuando el hombre fue a la Luna-, muchas proyecciones lineales se hicieron fruto de la misma confianza y euforia existente.

Lee: Así se expande Amazon en México

Aquí el problema es que ganancias pasadas no son garantía de ganancias futuras, las sobrevaluaciones no son evidentes porque las empresas siguen ganando dinero. Transitar una burbuja no fue evidente en 1927/1929, 1966/1969, 1998/2000, 2006/2008 y no lo es actualmente, mucho menos lo es cuando la misma explote.

La explosión de 1929 llevó a una caída de 95% en 3 años y pasaron 26 años para recuperar los valores; la de 1966, una caída del 50 nominal y 75 real, y 17 años para recuperar valores. La del 2000, 80% de caída y 17 años para recuperar su valor, en este caso ¿cómo sería? Solo el mercado y el tiempo darán el veredicto.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad