OPINIÓN: Por qué Amazon Prime debería ser gratuito
Nota del editor: Paul Rafelson es abogado fiscalista y representa a comerciantes electrónicos. Es profesor adjunto en la Escuela Pace de Derecho en Nueva York (Estados Unidos) y director ejecutivo de la Cámara de Comercio Electrónico de Estados Unidos. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(CNN) — Si buscabas una prueba de que Amazon está aprovechando su capacidad creciente de envíos y distribución para darle una paliza a la competencia y volverse el máximo vendedor de cualquier cosa, esta es una: el gigante de la tecnología anunció en abril que Prime, su servicio de suscripción que ofrece entregas ilimitadas en dos días en la mayoría de los pedidos, ha superado los 100 millones de miembros .
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Por otro lado, las acciones de Bed Bath & Beyond, uno de los principales minoristas que se enfrentan a la competencia en línea de Amazon, cayeron casi a su nivel más bajo en 10 años en abril.
¿Cómo fue que el servicio de entregas por suscripción de Amazon creció tan rápido?
La respuesta: gracias a los dólares de los contribuyentes y a la obliteración de las economías locales .
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Los gobiernos estatales han desviado grandes sumas de las iniciativas locales de educación, los proyectos de infraestructura y las pequeñas empresas para ayudar a Amazon a construir bodegas, centros de datos y prácticamente todos los pilares de la red Prime.
Desde hace más de una década, los estados han fomentado la expansión de Prime, ayudado a Amazon a llenar sus arcas y protegido sus precios ventajosos, así que es hora de explorar si la red de envíos y distribución de Prime debería ser gratuita para todos.
nullDesde que se implementó en 2005, Prime se ha vuelto el equivalente comercial de la Estrella de la Muerte, capaz de acabar con negocios de varias décadas de antigüedad. La plataforma está bajo el control exclusivo del imperio Amazon, hazaña notable de Jeff Bezos, quien comenzó su carrera en Wall Street.
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Pero aunque hay quienes prefieren atribuir el crecimiento de Prime a la agudeza empresarial de Bezos, la verdadera razón de su éxito es el apoyo fiscal sin precedentes que Amazon ha recibido de parte del gobierno a todos los niveles.
Prime pudo existir porque los gobiernos estatales —y también el federal— permitieron que Amazon fuera la excepción a prácticamente todas las reglas. Por ejemplo: el Servicio Postal de Estados Unidos, que recibe recursos del erario, tenía la regla de no entregar correo los domingos … y así fue hasta 2013, cuando Amazon llegó a un acuerdo con la Oficina de Correos para que se levantara la restricción a las entregas dominicales, al menos para los paquetes de Amazon y Priority Mail Express.
A nivel estatal, Amazon ha recibido la sorprendente cantidad de 241 millones de dólares en subsidios desde 2015, según investigaciones de Thomas Cafcas y Greg LeRoy para Good Jobs First, una organización que lleva registro de los subsidios públicos. Se trata de descuentos al impuesto predial, créditos al impuesto sobre la renta empresarial y, tal vez lo más importante, exenciones al pago de impuestos a las mercancías .
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Los estados han justificado estas condonaciones con la promesa de que se crearían montones de empleos y de que el desarrollo económico sería generalizado, como lo hacen ahora al decirles a sus ciudadanos que valdrá la pena por el bienestar corporativo sin precedentes que traerán consigo las segundas oficinas generales de Amazon, conocidas como HQ2.ç
Sin embargo, los costos de este supuesto desarrollo económico en Seattle, por ejemplo, han sido enormes. Los alquileres se han disparado y ha aumentado la cantidad de personas sin hogar . En los 25 estados en los que Amazon ha abierto bodegas de abasto, los empleos prometidos no se han vuelto realidad.
Sí, desde que Amazon llegó a la ciudad aumentaron los empleos en las bodegas, pero ese aumento se diluyó con las pérdidas en otros sectores locales, como las ventas al menudeo.
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Amazon evitó por mucho tiempo cobrar los impuestos a las mercancías, lo que le permitió mantener sus precios inigualables y aplastar a la competencia. Las enormes ganancias le permitieron invertir en una red nacional de distribución con bodegas, "centros de selección" e instalaciones logísticas sin las que el Prime que conocemos no existiría.
nullAño tras año, los estados dejaron de recaudar miles de millones de dólares. Tan solo en 2016, la laguna fiscal sobre las ventas al menudeo en línea les costó a los estados más de 17,000 millones de dólares.
Hoy, aunque parece que los días de elusión fiscal de Amazon han llegado a su fin porque el gigante de la tecnología finalmente cobrará impuestos en los artículos que vende directamente a sus consumidores, sigue exigiendo una exención a las transacciones con terceros con el argumento de que se trata de un simple centro comercial en línea.
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En los pasados dos años, los gobiernos de Washington y Pennsylvania subsanaron la laguna al promulgar leyes sobre recaudación fiscal. Sin embargo, Amazon sigue considerándose tienda libre de impuestos en 43 estados de la unión americana. Los habitantes de Carolina del Sur son testigos del daño que le causa a las arcas estatales el acuerdo con Amazon para que siga estando exenta de pagar impuestos.
Amazon empeora las cosas al solicitar grandes condonaciones fiscales y otros incentivos económicos a los municipios que buscan ser la sede del HQ2.
Es simplemente innegable que el éxito de Prime se debe a una falta grave de confianza de la gente, orquestada por Amazon y sancionada por los gobiernos estatales de todo Estados Unidos.
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En algunos casos, los gobiernos estatales tomaron dinero de nuestros bolsillos, a través de subsidios, para darle un cheque en blanco a Amazon. En otros, permitieron que Amazon se beneficiara a costa de la economía de nuestros negocios locales al concederle una exención fiscal al gigante de la tecnología.
Esa es la verdadera historia de cómo Prime sobrepasó los 100 millones de miembros y demuestra por qué este servicio, construido gracias al dinero de los contribuyentes, debería ser gratuito para todos, sin membresía.
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