OPINIÓN: Tasas al alza consecuencia de la incertidumbre
Nota del editor: José Luis de la Cruz Gallegos es Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Síguelo en Twitter como @jldg71 . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
(Expansión) – El incremento en las tasas de interés determinado por el Banco de México es consistente con los eventos tanto nacionales como internacionales que han creado un entorno de mayor incertidumbre y volatilidad.
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La determinación de Banxico se ve impulsada por la señal que ha enviado la Reserva Federal de Estados Unidos: en su próxima reunión elevará su tasa de interés, lo cual provocará una reacción similar en el resto del mundo.
Al mismo tiempo la caída en el precio internacional del petróleo, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y la próxima etapa del brexit son elementos externos que han provocado volatilidad en los mercados financieros globales.
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Por su parte, la evolución de la economía nacional, particularmente en lo que corresponde a la inflación, ha propiciado que el Banco de México se vea en la necesidad de elevar su tasa de referencia. De hecho, es muy probable que no se converja al objetivo inflacionario de 3% hasta el 2020.
No se puede soslayar la salida de capitales que se suscitó por la cancelación del aeropuerto y la presentación de la iniciativa para regular las comisiones bancarias. Si bien en el último caso el propio presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que no se modificará el marco legal al respecto, el hecho es que existe una creciente inquietud en los inversionistas, particularmente en los más especulativos. Solo el diálogo con el sector empresarial y sus liderazgos más representativos podrá restablecer el ambiente positivo que debe prevalecer entre los sectores público y privado.
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De igual forma se debe considerar el efecto que tiene la próxima firma y aprobación del nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, particularmente por la nueva mayoría demócrata y el hecho de que aún persisten pendientes por resolver: por ejemplo, los aranceles sobre las exportaciones de acero y aluminio mexicano que no tienen justificación.
Ante ello, y dada la responsabilidad legal que tiene el Banco de México, era de esperarse un aumento en las tasas de interés que en términos prácticos ha sido modesta para la cantidad de desafíos que debe de sortear la economía nacional: es evidente que la autoridad monetaria busca evitar una desaceleración mayor de la inversión y el consumo.
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Lo anterior es derivado de los efectos que un incremento tendría sobre el crecimiento económico de solo 2.2% que ha registrado el PIB durante los primeros 9 meses del año.
Banco de México ha tratado de actuar con sobriedad, ahora habrá que ver la actuación del resto de los agentes, tanto los externos como los internos, tanto los económicos como los políticos. Solo un entorno de estabilidad podrá evitar la aplicación de una política monetaria más restrictiva.
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