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OPINIÓN: Reino Unido se ha puesto a merced de Bruselas por el 'brexit'

A menos que Reino Unido esté dispuesto a reconocer que el acuerdo de May está muerto, es poco probable que la UE le dé más tiempo a Reino Unido para seguirle aullando a la luna, opina Luke McGee.
mié 30 enero 2019 11:01 AM

Nota del editor: Luke McGee es productor senior de CNN y CNN International. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

LONDRES (CNN) — Tras meses de palabrería sobre el brexit, finalmente tenemos una idea de lo que quieren los legisladores británicos .

La mayoría de los miembros del Parlamentó aprobó el llamado "plan B" de May con algunas modificaciones. Esas modificaciones son los detalles importantes de ese plan.

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En pocas palabras, el Parlamento nos dijo que está de acuerdo con enviar a May de vuelta a Bruselas a pedir concesiones respecto a la frontera con Irlanda del Norte . Esa es la parte del acuerdo de salida con la que se pretende evitar que vuelva a haber infraestructura fronteriza entre la República de Irlanda, que permanecerá en la Unión Europea, e Irlanda del Norte, que saldrá junto con Reino Unido. Este ha sido el tema más contencioso en las filas del Partido Conservador de Theresa May.

En teoría, el Parlamento también descartó la posibilidad de no llegar a un acuerdo respecto a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Pero tampoco aprobaron ninguna reforma con la que se lograría dicho objetivo, tal como instruir al gobierno que solicite una extensión para la fecha límite del 29 de marzo en caso de que no lleguen a un acuerdo para finales de febrero. Tras dos semanas de sinsentidos, es nada menos que notable que las personas que los ciudadanos británicos eligieron para que los representaran sigan pensando que esta es su potestad .

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¿Qué pasará ahora? Theresa May tiene algo qué presentarle a Bruselas: pruebas de la clase de acuerdo sobre el brexit que satisfaga a la mayoría de los legisladores de la Cámara de los Comunes.

Pero hay un inconveniente. La Unión Europea ha insistido en que el acuerdo de salida está terminado, cerrado y no sujeto a negociación. Al parecer, los rebeldes de May creen que alguien está mintiendo, sin importar cuántas veces se los digan los funcionarios de la Unión Europea, las fuentes diplomáticas o la misma May. Pero si no se vuelve a poner a discusión el acuerdo de salida, no se puede cambiar la cuestión de la frontera.

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Si el gobierno británico llega a la conclusión de que quiere una extensión del plazo para el brexit, el Consejo de Europa (el órgano que incluye a los líderes de todos los Estados miembros) tiene que acordarlo. La aprobación tendría que ser unánime, lo que significa que cualquier país puede vetarla y, como podrán ver, 28 países son muchos.

A menos que Reino Unido esté dispuesto a reconocer que el acuerdo de May está muerto, es poco probable que la Unión Europea le dé más tiempo a Reino Unido para seguirle aullando a la luna. Como me dijo hace poco una fuente de la diplomacia europea, la Unión Europea detesta la idea de volver a redactar algo que a 28 países les tomó dos años negociar, con la esperanza de modificarlo unas cuantas semanas antes de la fecha límite.

Entonces, si la Unión Europea se niega a cooperar, el acuerdo de May está acabado y lo más probable es que también su liderazgo, ¿cierto?

No precisamente. Paradójicamente, podría servir para que la primera ministra haga entender a los legisladores lo que sus más allegados han estado diciendo desde hace meses: que este es el único acuerdo que hay, así que más les vale respaldarlo.

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Para estos radicales, la idea de que los legisladores de la Cámara de los Comunes que están a favor de permanecer en la Unión Europea suavicen el brexit —o peor aún, lo cancelen— es desmesurada. Aunque las pláticas sobre el acuerdo de salida estén cerradas por ahora, habrá que explorar otras opciones si el acuerdo de May se va a pique por segunda vez.

Bajo estas circunstancias, es posible que la Unión Europea le dé más tiempo a Reino Unido para determinar qué quiere. Tal vez unas elecciones generales, un cambio de gobierno o (hay que decirlo en voz baja) un segundo referéndum. El brexit podría retrasarse y, en algunos sentidos, estar hecho trizas.

En esa situación, el mensaje de May a los legisladores debería ser simple: este acuerdo cumple con lo básico del brexit. Una vez que Reino Unido haya salido de la Unión Europea y entre en el periodo de implementación, habrá tiempo de sobra para hablar de qué quieren hacer después. Pero si quieren el brexit, aquí está el brexit, y pueden tenerlo el 29 de marzo. Colaboren o arriésguense a que les arrebaten el brexit.

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Esta amenaza también funciona con quienes están mortificados con la idea de salir de la Unión Europea estrepitosamente y sin acuerdo alguno. El procedimiento del Artículo 50 (la ruta oficial de salida de la Unión Europea) está casi terminado. Sin la revocación del Artículo 50 (cuya solicitud es potestad de Reino Unido, pero también un absoluto dolor de cabeza), lo que procede es que Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo, con o sin acuerdo. Una vez más: respáldenme o quemen la casa.

Aquí en Londres empieza a reinar la desesperación.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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