No es el avión, son los mensajes

Lo que parece una buena idea para deshacerse de ese activo es lo que propuso el presidente, cambiarlo por algo que pueda ser de utilidad. Por ejemplo, intercambiarlo por equipo militar con algún país productor de armamento. Un helicóptero, o algún mecanismo de artillería tendría mayor utilidad que ese avión parado en un hangar.

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Lo importante es dar la señal y el mensaje de que se cambió el dispendio, la parafernalia y la frivolidad por la eficacia.

Dos mensajes entre líneas

Los temas que si son relevantes para la vida pública y de alguna manera rivalizan el espacio noticioso con el del avión presidencial son:

Seguridad

En primer lugar, el choque mañanero del que salió la frase, “eso si calienta”, entre el periodista Jorge Ramos, y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Según los datos oficiales presentados, el equivocado es Ramos.

Sin embargo, debo señalar que el equipo asesor del presidente debería preparar mejores presentaciones y gráficas para mejorar la comunicación y el análisis de un tópico tan relevante para el país. La gráfica que le prepararon al presidente es de muy mala calidad y no comunica eficientemente los resultados en materia de seguridad.

Efectivamente, de acuerdo con los datos mostrados en la conferencia, la tendencia de los homicidios dolosos se congeló. Posiblemente, este indicador esté mostrando un “cambio estructural” (término que se usa en el argot de análisis de datos), si continúa con ese viraje en los próximos meses.

Si los asesores presidenciales hubieran elaborado una buena gráfica, pudieron haber detectado incluso, datos de decremento a tasa mensual. Así es, caídas en el indicador de homicidios, algo que es sumamente positivo, dado el ambiente de tensión que vive el país en esta materia.

Si dicha tendencia continúa durante los meses venideros, en efecto, el presidente estaría cumpliendo lo que prometió en materia de seguridad, para diciembre de 2020. No obstante, es importante que se mejore el análisis y las aristas que proveen los números para comunicar eficientemente a las audiencias.

Bancarización

El gasto propuesto en la construcción de sucursales para el Banco del Bienestar es significativo.

Siempre existirá un costo de oportunidad de invertir ese dinero en otras opciones. Por ejemplo, en materia de salud, con el super presupuesto que requerirá el recién fundado Insabi.

Sin embargo, los debatientes en este tema se han quedado muy cortos con sus argumentos. Al grado de decir que el problema de baja penetración bancaria se solucionaría con la tecnología de las aplicaciones móviles. ¿En serio? Pues, ¿en qué país viven?

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Otros analistas argumentan que los bancos comerciales tienen menos sucursales.

Hay que recordar que los incentivos de un gobierno son opuestos y distintos a los incentivos del sector privado. El sector público no tiene el fin de lucro ni las tasas de retorno como objetivos. Tampoco el fin político; mejor dicho, tiene la misión final de proveer bienes públicos a la mayor población posible.

Lo cierto es que México tiene una penetración bancaria bajísima y no tiene para cuándo aumentarla. El objetivo de esta administración es dispersar los recursos entre la población beneficiaria, y el del sistema bancario es maximizar sus beneficios provenientes de los servicios financieros, que son de naturaleza excluyente.

Dado que existen problemáticas de mayor relevancia en la vida pública que resolver, el avión debería dejar de serlo. Que pronto le encuentren cauce y nuevo dueño para evitar que termine en la chatarra.

Nota del editor: Iván Franco es fundador y director de la consultora de inteligencia competitiva Triplethree International. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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