Irene Alejandra Espinoza Juárez, reportera de negocios
La marcha del domingo y el paro del lunes son solo parte del esfuerzo. Nuestra lucha por la libertad es para las que ya no están y por quienes aún nos falta por vivir. Quiero continuar al frente de batalla para procurarlas y porque no quiero que mi familia se enfrente al dolor de tener que buscarme.
OPINIÓN: ¿Asistir a la marcha o haberse sumado al paro fue lo más importante?
Todas somos indispensables, hace falta entender eso. No necesitamos manifestarnos o esfumarnos para hacernos visibles. Luchamos por los padres y madres que todavía deben educar a sus recién nacidos para que nunca tengan que estar presentes en un día en que las mujeres desaparecen.
Galería: Así estuvo la Ciudad de México en #UnDíaSinNosotras

Centro de la ciudad.

Trabajando.

Protesta.

Sin efecto.

El metro.

Sin gente.

¿Un día más?

Autobuses para mujeres.
María Fernanda Hernández Orozco, reportera y editora de temas internacionales
Estos 8 y 9 de marzo fueron días de rabia y de reflexión. Pero también fueron días de alegría. Me di cuenta que el movimiento feminista está lleno de mujeres jóvenes que no van a permitir al machismo arrebatarles nada: ni el espacio público, ni oportunidades laborales, ni la tranquilidad. Mucho menos la vida. Y si lo hace, habrá muchas mujeres para reclamar.
A ver, con 🍐y 🍎
— Fernanda Hernández Orozco 💚 (@Srta_hdez) March 8, 2020
1. Si marchamos desnudas es para deserotizar el cuerpo femenino, para usarlo como arma política. Para demostrar que nuestros torsos desnudos no están ahí para su deleite
2. ¿En serio puedes comparar un daño totalmente reparable al patrimonio con la vida? pic.twitter.com/wDxduF5YeA
También vi muchas madres y abuelas, muchas mujeres que rompieron con silencios de toda una vida, que se cansaron de ser abnegadas. Que salieron a gritarnos ese dolor y a respaldarnos. No permitirán que otras vivamos lo que ellas vivieron. Me sentí cobijada, tanto por las mujeres de mi edad, como por las mayores. Jamás estaré sola.
Crónica| Mujeres unen voz y cimbran México con reclamo de alto a la violencia
El lunes fue un día de silencio. Apagué el celular y no lo volví a encender hasta la mañana de hoy. Sin sus notificaciones y sin distracciones, pude pensar: ¿y las que no paran? Mi madre no paró, no podía. Un día sin trabajo significa un machetazo a su economía. ¿Pero qué significa su trabajo para otros? ¿Se puso a pensar en eso? Esa es la otra revuelta que tenemos que armar, la de repartir las labores domésticas y de cuidado, además de darles valor monetario.