¿Cómo vivieron el #8M y #UnDíaSinNosotras y qué expectativas tienen?

Editoras y reporteras nos comparten su experiencia y sus expectativas tras las manifestaciones del domingo 8 y lunes 9 de marzo.

(Expansión) - Luego de las marchas del domingo 8 de marzo y del paro de actividades del lunes 9 de marzo de miles de mexicanas con el fin de visibilizar su peso en la sociedad y exigir un alto a la violencia, editoras y reporteras de Grupo Expansión nos comparten su experiencia y sus expectativas.

Irene Alejandra Espinoza Juárez, reportera de negocios

La marcha del domingo y el paro del lunes son solo parte del esfuerzo. Nuestra lucha por la libertad es para las que ya no están y por quienes aún nos falta por vivir. Quiero continuar al frente de batalla para procurarlas y porque no quiero que mi familia se enfrente al dolor de tener que buscarme.

Todas somos indispensables, hace falta entender eso. No necesitamos manifestarnos o esfumarnos para hacernos visibles. Luchamos por los padres y madres que todavía deben educar a sus recién nacidos para que nunca tengan que estar presentes en un día en que las mujeres desaparecen.

María Fernanda Hernández Orozco, reportera y editora de temas internacionales

Estos 8 y 9 de marzo fueron días de rabia y de reflexión. Pero también fueron días de alegría. Me di cuenta que el movimiento feminista está lleno de mujeres jóvenes que no van a permitir al machismo arrebatarles nada: ni el espacio público, ni oportunidades laborales, ni la tranquilidad. Mucho menos la vida. Y si lo hace, habrá muchas mujeres para reclamar.

También vi muchas madres y abuelas, muchas mujeres que rompieron con silencios de toda una vida, que se cansaron de ser abnegadas. Que salieron a gritarnos ese dolor y a respaldarnos. No permitirán que otras vivamos lo que ellas vivieron. Me sentí cobijada, tanto por las mujeres de mi edad, como por las mayores. Jamás estaré sola.

El lunes fue un día de silencio. Apagué el celular y no lo volví a encender hasta la mañana de hoy. Sin sus notificaciones y sin distracciones, pude pensar: ¿y las que no paran? Mi madre no paró, no podía. Un día sin trabajo significa un machetazo a su economía. ¿Pero qué significa su trabajo para otros? ¿Se puso a pensar en eso? Esa es la otra revuelta que tenemos que armar, la de repartir las labores domésticas y de cuidado, además de darles valor monetario.

De México a Argentina, las mujeres se levantan para terminar con la violencia.

Luz Elena Marcos Méndez, reportera de temas económicos

El paro del 9 de marzo fue una gran lección. Este lunes descativé el wifi de mi teléfono y lo puse en silencio para dedicarme a actividades que me hacen sentir bien y que normalmente no puedo hacer: leí un libro que tenía pendiente, estudié un poco de temas que me interesan, cociné con mi mamá y jugué mucho con mis mascotas.

Hacer eso me hizo darme cuenta de que si un día no vuelvo a casa, dejaría de hacer esas pequeñas cosas que tanto amo y que me motivan: el "buenos días" de mamá, el sonido de las patitas de mis perros al correr, sus lengüetazos y juegos que me ponen de buenas en los días en que todo es caos.

Este paro también puso sobre la mesa el tema del feminismo y de lo que se puede lograr cuando perdemos el miedo y nos tomamos de la mano con otras mujeres. Cuando tejemos redes y nos hacemos más fuertes.

La marcha también fue fantástica: pude gritar junto a mujeres que en mi vida había visto, marchamos con el mismo objetivo: el alto a la violencia.

Mónica Geraldine Valladolid Martínez, editora de negocios, ciencia y tecnología

Para mí, la marcha del 8 de marzo es histórica y dejó bien claro nuestro hartazgo por los abusos hacia las mujeres, aunque también es la muestra de cuán tarde vamos en el ordenamiento de nuestra sociedad.

¿He hecho lo correcto para que los hombres no abusen?, ¿las demás lo han hecho? En el paro del 9 de marzo me dio gusto notar que el tema de la protesta quedó en boca de todos, aunque espero que la tarea que tenemos también nos haya quedado clara: respondernos si hemos hecho lo correcto, y qué haremos para que el "ni una más" sea un capítulo que narre el inicio de una sociedad mexicana presumible.

Nota del editor: Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente a las autoras.