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Una política de diversificación para la supervivencia social

El sector agropecuario está siendo fuertemente golpeado por la pandemia, especialmente las cadenas productivas que no han sido catalogadas de primera necesidad, apunta Xavier Ginebra.
sáb 11 julio 2020 05:00 PM

(Expansión) – En tiempos de crisis, las estructuras económicas y la capacidad de respuesta de instituciones públicas y privadas se ponen a prueba, los medios de vida de las y los productores y pequeños comerciantes se afectan, las prácticas cotidianas son cuestionadas al haber evidenciado su falta de resiliencia ante cambios abruptos.

Es en este contexto cuando se hace más presente que nunca la importancia de atender a estos problemas de forma ingeniosa y articulada que permita mitigar y evitar nuevas emergencias. La agricultura y la diversificación productiva surgen como una opción ante ésta problemática para los 20 millones que se van a quedar sin empleo.

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Esto implica un cambio de paradigmas, de acuerdo a Carlos Cuevas y a María Claudia Valdivia, para poder afrontar la pandemia adecuadamente, especialmente en el sector agrícola, autores a quienes seguimos en algunas ideas del presente artículo.

El sector agropecuario está siendo fuertemente golpeado por la pandemia, especialmente las cadenas productivas que no han sido catalogadas de primera necesidad y tienen restricciones de mercado y transporte. Un caso visible es de las personas dedicadas a la producción cafetalera y cacaotera, quienes al igual que muchas y muchos pequeños agricultores, poseen bajos niveles de educación, bajos ingresos, dependencia a un solo cultivo, limitada mano de obra y un escaso acceso a la asistencia técnica, el mercado y los créditos.

La combinación entre la paralización nacional que está viviendo el sector y la situación de pobreza y precariedad de los productores producirá impactos sociales y económicos sin precedentes en toda la cadena de valor y sobre todo a los pequeños productores los cuales no están preparados para una situación así.

Si bien durante la emergencia se han mantenido los precios internacionales del café y el cacao, la cuarentena obligatoria declarada por los gobiernos peruano y boliviano ha paralizado estos sectores. Esta medida repercute en el precio interno y ha congelado las opciones de recibir ingresos para subsistir.

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Una cosecha a pocas manos, la pandemia alcanza al café de Colombia

Queda en incertidumbre la cosecha y el mantenimiento por parte de los jornaleros, la apertura de mercados locales como cafeterías y por tanto el empleo de mano de obra relacionada (tostaduría, por ejemplo), los tratos de exportación, el transporte, la disponibilidad de conteiners y la apertura de fronteras, tanto nacionales como internacionales, aún es bastante incierta en el escenario actual.

Esta situación los pone en especial estado de vulnerabilidad, sobre todo por la alta dependencia de ingresos que tienen por los monocultivos de café o cacao, y el riesgo de perder muchas áreas de producción por incremento de enfermedades de los cafetales que proliferan por falta de mantenimiento.

Esto podría tener efectos similares con los cafetaleros de Chiapas y Veracruz -y en el caso de mipymes para todo el país- que claramente podrían preverse en sus efectos económicos y anticipar medidas correctivas. Las tecnologías apropiadas de un fomento de la “oferta” pertinente para las pobres (Gabriel Zaid) son la clave.

Este profesor recorre el campo en bicicleta para dar clase en cuarentena

Nota del editor: Xavier Ginebra Serrabou es Máster y Doctor en Derecho económico, Profesor Investigador de la Facultad de Negocios de la Universidad De la Salle Bajío y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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