Con Calderón las cosas mejoran en la segunda mitad y su sexenio promedia un crecimiento anual de 1.8%. Para que AMLO lo supere, sería necesario un crecimiento promedio de 4.4% en el periodo 2022-2024, que se antoja difícil. Un avance de 1% permitiría que el promedio sexenal de AMLO cambie de signo (es decir, crecimiento positivo) y con 1.4% empataría con Miguel de la Madrid como la administración con el crecimiento más bajo desde al menos Diaz Ordaz. La pelea es por evitar el descenso, no por el campeonato.
Dos variables ayudan a explicar resultados tan decepcionantes. La primera es la inversión. Su desempeño es irregular desde que Donald Trump llega a la Casa Blanca y amenaza con denunciar el TLCAN.
La decisión de AMLO de cerrar filas en la negociación del T-MEC ayuda a atajar esta fuente de incertidumbre. Se logra evitar un choque adverso de expectativas, pero se generan otros: la cancelación del aeropuerto de Texcoco es uno de muchos ejemplos.
Los fuegos que se encienden son más que los que se apagan y al cierre de la primera mitad del sexenio la tasa de inversión a PIB podría estar en 18%, la menor de los últimos 25 años.
La otra variable es el gasto público. AMLO prometió diferencias cualitativas, más que cuantitativas. Y efectivamente, el gasto público promedia 27.7% del PIB en los primeros tres años; crece, pero a niveles semejantes a los de la primera mitad de Peña Nieto. Los balances se ven mejor porque se usa alrededor de 3% del PIB en “guardaditos” para cuadrar las cifras.
El manejo fiscal no es tan virtuoso como el gobierno asevera, pero efectivamente no hay grandes diferencias cuantitativas. Sigo pensando que en lo fiscal podríamos haber hecho mucho más durante la pandemia, por ejemplo.
Las diferencias cualitativas en el gasto publico sí son importantes y desastrosas. AMLO pensó que podía hacer más con lo mismo, vía el combate a la corrupción. La idea no es mala, el problema está en los detalles.
¿Realmente pensó, como aseveró en campaña, que dicha estrategia podía generar ahorros fácilmente detectables por el 20% del presupuesto nacional? Cuando esos ahorros no aparecen, AMLO ordena encontrarlos a como dé lugar. Unilateralmente declara a cualquier gasto que no le parece excesivo o innecesario: reduce salarios, elimina programas, cancela obras o liquida fideicomisos.
#QuéPasóCon AMLO a tres años de gobierno