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OPINIÓN: El poder de la energía solar como apuesta para salvar al planeta

La energía solar es una de las apuestas que deben ser reforzadas para intentar mitigar los efectos del cambio climático
lun 03 junio 2013 09:57 AM
energia renovable
Celda solar energia renovable

(CNN) — El mundo, sobre todo los países en desarrollo, tiene una gran necesidad de alimentos, agua y energía.

Ocurre que Israel tiene formidables innovadores en materia de agricultura y tecnología del agua, lo cual, si se exporta, podría brindar seguridad alimentaria e hídrica a las más de mil millones de personas que son vulnerables en esos ámbitos.

Soy un hombre partidario de la energía solar. En realidad, soy un alborotador, exactivista en contra del apartheid y activista defensor de los derechos humanos que se encontró con el mundo solar en el momento en que mi familia y yo llegamos a un lejano kibutz —una especie de comuna agrícola— desierto para iniciar un escape de los suburbios durante dos años sabáticos.

A veces se tiene suerte, que es lo que considero tengo por haber conocido en el kibutz Ketura a Ed Hofland y, de Nueva Jersey, a David Rosenblatt.

Juntos formamos la Arava Power Company, dimos pelea y finalmente, ganamos la batalla para llevar energía solar a escala comercial al Estado judío. También hemos sido pioneros en Israel, afortunadamente con éxito, del concepto de Inversión de Impacto: hacer el bien haciéndolo bien.

Hay 1.6 mil millones de personas en el planeta que no cuentan con energía eléctrica, a pesar de que el sol brilla para todos. Hemos aprendido algunas lecciones valiosas por nuestro andar en Israel que, con un poco de suerte y trabajo duro, podrían ser llevadas a África y otros lugares.

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El Secretario General de la ONU ha puesto en marcha una nueva iniciativa denominada 'Energía Sostenible para Todos', para suministrar energía verde a todos en 2030. Si bien apoyamos esta idea, creo que podemos suministrar energía verde a todos para el 2020. El objetivo para el 2030 es ambicioso, con una visión centrada en incrementar los fondos sin fines de lucro, no gubernamentales, los cuales son limitados. Creo que el objetivo para el 2020 es ambicioso y factible ya que hemos desarrollado una manera de movilizar fondos con fines de lucro casi ilimitadps para lograr un objetivo parecido, aunque de forma más veloz.

Aunque la energía solar también es un negocio, yo la veo como una campaña de derechos humanos. La Declaración de los Derechos Humanos de la ONU garantiza muchas cosas que los pobres no tienen: educación, salud y empleos. Nada de esto es realmente posible en un mundo sin electricidad. Sin embargo, en el mejor de los casos, cuando un país pobre comienza a suministrar electricidad a su pueblo, lo que hacen es conectar generadores con diesel sucios y contaminantes. Así que algunas de las personas más pobres del planeta, en su intento por encontrar salidas de la pobreza, acaban convirtiéndose en parte del problema del cambio climático y no en parte de la solución.

Quiero que todos seamos parte de la solución al cambio climático y el calentamiento global, a la par de acelerar el desarrollo de los países pobres. Así que creamos una segunda empresa, Energiya Global Capital, justo para lograr eso.

Si bien no podemos hacerlo solos, queremos suministrar energía verde a 50 millones de personas para 2020, lo cual es aproximadamente 10,000 megavatios o aproximadamente el tamaño del mercado de energía de Israel. Y dar a los inversores la oportunidad de invertir de acuerdo con sus valores, a la par de crear valor en el mundo en desarrollo.

El tiempo está en nuestra contra.

Para que el planeta esté en equilibrio, tenemos que hacer que los niveles de dióxido de carbono estén en 350 partes por millón. Actualmente estamos en 392 partes, y acelerando rápidamente. Según algunos cálculos, en 2017 el planeta debe nivelar los incrementos de las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de que el cambio climático radical no resulte irreversible.

Dado que el 9 por ciento de la electricidad del planeta es producida por la quema de gasóleo, podemos hacer algo histórico para reducirlo a cero. No solo a través de erradicar la huella de carbono de esa energía, sino también a través de reducir el costo de la energía en esos mercados. El precio de los paneles solares se ha reducido de forma tan drástica en los casi siete años que hemos trabajado para llevar energía solar a Israel que nuestros costos son a veces la mitad del costo del diesel. Y la energía solar no posee la volatilidad, la contaminación o el dinero que migra hacia los regímenes autocráticos que producen la mayor parte del petróleo del mundo.

Creo que lo que hemos aprendido en nuestra lucha por llevar energía solar a Israel ahora puede aplicarse a nivel mundial. Y no hacerlo sería egoísta. Al igual que con la agricultura y el agua, Israel, por medio de nuestros esfuerzos, tiene algo que aportar en el ámbito de la energía verde a la gente.

Este es nuestro camino. Hemos tenido éxito en Israel para comenzar nuestra revolución solar. No podemos permitirnos no desencadenar una revolución solar en África y en otros lugares.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecene exclusivamente a Yosef Abramowitz.

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