China planea una inversión histórica para combatir su grave contaminación
China anunció este jueves una inversión sin precedentes, de 277,000 millones de dólares, para reducir su contaminación, que este año ha alcanzado niveles récord en urbes como Beijing.
El gigante oriental es la segunda economía mundial y país donde se sitúan algunas de las ciudades más contaminadas del planeta.
La inversión, que equivaldría a más de la mitad del plan de estímulo que China gastó en 2009-2010 para hacer frente a la crisis financiera mundial, busca frenar los altos niveles de contaminación que padecen sus ciudades, en un país donde un 20% de los cánceres pulmonares detectados están relacionados con la polución.
El director del Departamento de Prevención y Control de la Contaminación del ministerio de Protección Medioambiental de China, Zhao Hualin, confirmó hoy que el Consejo de Estado aprobó la designación de ese monto el mes pasado, cuando emitió el llamado Plan de Acción y Control para Prevenir la Polución del Aire (2013- 2017).
De acuerdo con el periódico oficial China Daily, el documento es el segundo que el país emite en dos años para afrontar el problema, que sólo en 2012, de acuerdo con Greenpeace, causó unas 8,500 muertes prematuras en Beijing, Shanghái, Cantón y Xian.
Zhao indicó también que la mayoría de las partículas contaminantes en China son generadas por la industria petroquímica y de revestimiento. La primera, recientemente causó mucha controversia en el país al revelarse que operaba sin respetar los estándares de calidad internacionales.
El vicepresidente de la Academia China para la Planificación Medioambiental y uno de los que elaboró el borrador, Wang Jinnan, dijo que éste dará prioridad a las regiones con altos niveles de contaminación y de partículas contaminantes en el aire.
Las medidas para combatir la contaminación del aire se dirigen, específicamente, a las ciudades de Beijing, Tianjin y a la provincia de Hebei, en las que en enero de este año se registraron niveles de polución extrema y donde se espera reducir en un 25% las emisiones de carbón para 2017.
El daño a medio ambiente es una de las grandes preocupaciones de la población china, donde en 2012 un 76.1% de las principales ciudades registraron niveles de contaminación atmosférica por encima de lo que se considera seguro según los estándares chinos.
En enero de este año, Beijing registró sus peores días de contaminación atmosférica en toda su historia, hasta el punto de que las autoridades recomendaron a los habitantes de la capital china que no salieran de sus casas.
En 2010, la contaminación ambiental produjo en China pérdidas económicas por valor de 176,000 millones de dólares, el equivalente al 2.5 % de su producto interno bruto (PIB), según un estudio estatal.
Ante las protestas ciudadanas por la calidad del aire, el gobierno chino prometió a finales de enero "medidas activas" para controlar la contaminación, e incluso otorgó a los tribunales la autoridad de sentenciar con pena de muerte a aquellos responsables de casos graves de polución.
A mediados de junio pasado, el Consejo de Estado aprobó nuevas medidas para combatir la contaminación del aire, entre ellas frenar el crecimiento de industrias que requieren un alto consumo energético o fortalecer la aplicación y cobro de impuestos y sanciones a las empresas según sus emisiones.
El objetivo es reducir las emisiones por unidad de Producto Interior Bruto (PIB) en al menos un 30 por ciento a finales de 2017 en las industrias clave del país.