El Senado aprueba la Ley de Asentamientos, Ordenamiento y Desarrollo Urbano
El Senado aprobó la nueva Ley General de Asentamientos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, que sustituye a la existente actualmente que data de 1993.
La legislación —iniciativa del panista Francisco Búrquez— busca sentar las bases de un nuevo modelo urbano acorde con los retos actuales de las ciudades, con un enfoque incluyente, de acuerdo con los promotores de la legislación.
“La reforma urbana plantea un modelo urbano que se adapta al ciudadano, cuyo centro es la persona (…) que es flexible, permite la evolución; que respete las necesidades de la población cada vez más diversa”, dijo el legislador.
Con el consenso político de los grupos parlamentarios del PAN, PRI y PRD y autoridades federales, esta reforma pretende promover el ordenamiento territorial a nivel nacional, estableciendo desde la legislación general las bases para generar ciudades orgánicas, incluyentes, compactas y competitivas.
La nueva ley distribuye las facultades para el correcto funcionamiento de las autoridades en sus respectivos ámbitos de competencia, privilegia la densificación y la expansión urbana ordenada, racionalizando el uso del suelo y la protección de las áreas naturales. También establece un nuevo régimen de gobernanza en el interior de las conurbaciones y zonas metropolitanas para asegurar el correcto funcionamiento de las áreas que rebasan la capacidad operativa y la gestión de los municipios.
La legislación agrega el concepto de Derecho a la Ciudad, el cual ha sido adaptado por distintos órganos internacionales para que todos las personas puedan gozar y disfrutar de los centros de población y asentamientos humanos. El objetivo es rescatar el concepto de espacio público: las vialidades, banquetas, parques y áreas verdes, como columna vertebral de la ciudad, así como del barrio y los principios urbanos desde la experiencia humana.
La senadora María Elena Barrera Tapia, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), destacó que los asentamientos humanos son la piedra de toque para el progreso social, pues a través de este conglomerado de personas, servicios, bienes y oportunidades, se logra generar potencial económico, político y cultural de una ciudad.
La legisladora señaló que el crecimiento de las personas en las poblaciones urbanas ha sido exponencial pero desordenado, lo que ha causado inequidad, ineficiencia, además de que es poco sostenible.
“Los asentamientos humanos han rebasado los límites de las ciudades, superando su capacidad de carga y sobre todo generando graves conflictos entre los municipios para otorgarles los servicios”, afirmó.
