Entre el caos y la oportunidad, los escenarios de México con la elección en EU
La hora llegó para Estados Unidos... Y también para México.
A un día de que los estadounidenses definan quién ocupará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, México está atento al cierre y resultado de una contienda que tendrá fuertes repercusiones en su territorio, debido a factores como la extensión de la frontera común, el valor del comercio bilateral y los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos.
Internacionalistas consultados por Expansión consideran que tanto con la victoria de la demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump —quienes llegan a las votaciones de este martes prácticamente empatados en las encuestas— México podría encarar una situación muy compleja en caso de que el empresario llegue a la Casa Blanca, un periodo de tensiones por las posibles políticas de Clinton o una redefinición de las relaciones con el vecino del norte.
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El negro panorama
Los analistas consultados coinciden en que lo peor para México se daría con el triunfo de Trump, el empresario que ha anclado buena parte de su campaña en criticar, criminalizar y amenazar con su expulsión a todos los mexicanos indocumentados que han migrado a Estados Unidos.
“Si los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos son buscados y tienen algún antecedente penal para ser deportados, esto va a afectar sin duda a muchos, miles de personas que viven allá, familias enteras que serán seguramente deportadas y fragmentadas, y eso causará una crisis de derechos humanos, una crisis diplomática”, considera Sergio Alcocer, exsubsecretario para América del Norte en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México.
En cuanto a la economía, Trump ha amenazado con echar abajo el Tratado de Libre Comercio (TLC), bajo el argumento de que ha sido perjudicial para su país.
Los expertos advierten que, si el republicano sigue adelante con ese plan, la región enfrentaría incertidumbre y la diplomacia mexicana tendría que empeñarse a fondo para frenar decisiones unilaterales que afectaran el flujo de mercancías y divisas.
“México tendría que apelar a las instituciones de Estados Unidos y del mundo entero, a los pesos y contrapesos que tiene el sistema político americano, para que el Congreso y la Corte impidan a Donald Trump llevar a cabo sus promesas de campaña, las cuales son terribles”, dice Rafael Fernández de Castro, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Además, de acuerdo con el especialista, otro reto para la política exterior mexicana sería responder a otros políticos “difamadores de México” que se verían animados a salir a la luz pública con un eventual triunfo de Trump.
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La tensión
Para algunos expertos y diplomáticos como Alcocer, es posible que la victoria de Hillary Clinton también pudiera traer un periodo de tensión en la relación entre México y Estados Unidos.
Lo anterior, de acuerdo con Alcocer, se debería a que Clinton, si bien tiene una visión más positiva de México en comparación con Trump, buscaría diferenciarse del presidente Barack Obama y eso podría llevarla a tomar decisiones que no sean vistas con buenos ojos por el gobierno mexicano.
Iliana Rodríguez, internacionalista del Tec de Monterrey, profundiza en el asunto. Según la experta, un eventual gobierno de Clinton sería menos complejo para México que uno de Trump, pero aun así implicaría retos en campos como la migración y la economía.
"Tampoco nos ha ido muy bien con los demócratas en temas migratorios", subraya Rodríguez, quien recuerda cómo las deportaciones de migrantes han sido más con Obama en comparación a las que ocurrieron con George W. Bush (2001-2009).
De acuerdo con varios conteos de medios de comunicación estadounidenses, la cifra en los dos periodos de gobierno de Obama llega a los 2.8 millones de indocumentados deportados, lo que contrasta con los 2.1 millones de su antecesor.
La oportunidad
Para Fernández de Castro, una eventual victoria de Clinton abriría un escenario positivo para México, en el cual el país podría replantear la relación bilateral y buscar una mejor cooperación con Estados Unidos en diferentes campos.
“En el tema de política exterior, y particularmente en el tema de México, (Clinton) está preparada prácticamente como nadie en la historia. Como secretaria de Estado fue muy aplicada con México, vino muchas veces”, señala el académico del ITAM.
A finales de agosto pasado, el presidente Enrique Peña Nieto invitó a México a ambos aspirantes estadounidenses. Trump respondió primero y se reunió con Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos, mientras que Clinton posteriormente señaló que sólo participaría en un encuentro de ese tipo hasta después de la elección.
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Sobre la controvertida reunión con Trump, Fernández de Castro considera que, si Clinton gana, al final sólo la tomaría como “una anécdota de campaña” y que la demócrata “no tendrá ningún problema en ponerse a trabajar con México desde el día uno”.
Sin embargo, advierte que será necesario que la diplomacia mexicana sepa acercarse al equipo de Clinton y comenzar a construir una relación sólida.
“Está habiendo una revolución diplomática mexicana en Estados Unidos, apenas va empezando. De un 100 de velocidad que tiene que tomar, va en un 15 o 20. Tiene que tomar mucho más velocidad, pero está caminando en la dirección correcta”, considera el especialista.
Ileana Rodríguez coincide en que si Clinton gana, el gobierno de Peña Nieto debe apresurarse a entablar vínculos con ella y su equipo cercano.
"Lo primero que habrá que hacer (en ese caso) es generar una cordial invitación a la nueva presidenta de Estados Unidos, que aunque no venga, exista la cortesía de por medio", consideró la profesora del Tec.
Tranquilidad y estabilidad
Julio Ligorría, exembajador de Guatemala en Estados Unidos y asesor de varios presidentes latinoamericanos, considera que la victoria de Hillary Clinton el próximo martes traería un panorama tranquilizador a la región y en especial a México, y que en materia financiera ella le daría estabilidad a los mercados.
"Las expectativas ganando Hillary Clinton, así como son tranquilizadoras en el ámbito político, serán estabilizadoras y positivas para los mercados. Ella conoce perfectamente la importancia multilateral y la importancia estratégica de la relación de los Estados Unidos con México".
"No digo que no habrá problemas pero la buena noticia es que Hillary los entiende y se van a poder discutir con ella los temas”, expresa el diplomático guatemalteco.
Ligorría señala que México no debe estar temeroso ante una posible reforma migratoria planteada por la demócrata, pues de ser así considera que sería la misma planteada por el presidente Obama y que no se logró por no tener mayoría en el Congreso.
Sobre la también posible revisión al Tratado de Libre Comercio, el diplomático descartó que pudieran ser cambios de fondo y estimó que si se hacen es por las propias reglas del pacto que, dijo, siempre está sujeto a revisarse para mejorarse.
Con información de Bianca Carretto, José Roberto Cisneros Duarte, Mariel Ibarra y Ariadna Ortega.